Los Sims 4 Análisis

Bueno, pues ya está aquí el juego que tendrá entretenidos a jugadores hardcore y casuales por igual durante el resto del año (si Destiny lo permite). Los Sims 4 ha sido desarrollado por Maxis, que reabsorbió a The Sims Studio, los encargados de hacer Los Sims 3, y que tras SimCity parecen intentar quitarse de encima los problemas.

Para empezar, se han quitado de encima la conexión permanente a Internet, lo que ya es un gran avance. Y se han quitado muchos de los bugs y problemas que plagaban la tercera parte, solo que a costa de deshacerse también de lo mejor de ese juego: su mundo abierto. Maxis a veces parecer dar un paso adelante y dos hacia atrás.

Los Sims 4 es diferente, pero similar

Al entrar en el juego, todo debería resultar tremendamente familiar a cualquier jugador: primero se crea un personaje, luego se crea una casa con el dinero limitado que te entrega el juego y a partir de ahí eres libre de vivir tu vida como gustes y según el tipo de personaje que te hayas hecho.

Las dinámicas siguen siendo similares: los sims van envejeciendo, van avanzando en su carrera profesional, pueden tener relaciones con otros, se rodearán hijos también...y hay que cuidar que no se mueran porque se queme la casa o no se duchen y todas esas cosas que se hacen normalmente en la vida real pero que aquí nos divierten por alguna razón.

Un creador de personajes soberbio

El editor de personajes, hay que decir, es alucinante. Esperamos que todos los futuros juegos que tienen la opción de crearte tu avatar antes de empezar a jugar imiten este sistema, porque es muy inteligente: en lugar de usar cifras y barras de intensidad para dar forma a tu personaje, te deja pinchar, estirar, mover y aumentar cada parte del cuerpo.

Hay bastante variedad y es fácil hacerse tanto gordo como fuerte como negro como asiático, aunque no sea posible, por razones que se escapan a nuestro entender, ni cambiar la altura de los personajes, que miden todo lo mismo salvo si son niños; o elegir el color que nos dé la gana en la ropa (solo hay unas paletas de colores por defecto).

Sin mundo abierto

Estos pequeños inconvenientes palidecen ante la mayor ausencia del juego: el mundo abierto, que en Los Sims 3 causaba algun problema y a veces no tenía sentido, pero que es mucho mejor que tener pantallas de carga para visitar al vecino o que tu sim desaparezca mágicamente delante de tus narices cuando se va a trabajar.

Es muy molesto ver que los barrios se han reducido tantísimo y que los personajes van y vienen sobre un fondo que nunca cambia, que no tiene ni tan siquiera diferente geografía (todo es llano) y que las casas que te rodean no tienen vida alguna porque, para ir a ellas, hay que cargarlas. Sigh.

Las emociones son vitales

Este monumental problema es más llevadero gracias a la gran novedad de Los Sims 4: el sistema de emociones. Cada sim tiene un estado anímico que dependerá de cómo se relaciona con los demás, de cómo trabaja o de las cosas que le encarguemos hacer: si hace algo que es propio de su naturaleza, se pondrá contento. Si no, quizá se aburra.

Esto afecta también a los sims de nuestro alrededor, y no siempre se puede manejar. Es gracioso que a veces queramos hacer algo pero el sim se encuentre desanimado y lo haga a desgana y se ponga aún peor de lo que estaba. Aunque esto supone ser menos dios de tu personaje, se traduce casi siempre en una mayor diversión.

Grandes ausencias

El mundo abierto no es la única ausencia del juego, aunque sí la más importante. Existe una larga lista de objetos, edificios y cosas por hacer que está ausente pero que ya aparecía en entregas anteriores. ¿Por qué puñetas no hay una piscina a la que quitarle la escalera para que mi sim se ahogue? Esto es un clásico que ya no puede hacerse.

Por mencionar cosas que faltan, así del tirón, se nos ocurren: carreras como médico o abogado, piscinas, progresión en los vecinos, bebés que no sean objetos, una versión para mac, variedad de fundaciones, no hay aliens, no hay tiendas de ropa ni supermercados, no hay muertes accidentales... Y la lista sigue...

A Los Sims 4 le falta algo para ser una gran entrega

Aunque es fácil engancharse a la fórmula de Los Sims, es una lástima que esta cuarta entrega no haya sabido aprender de los errores de la anterior, que iba muy bien encaminada pese a los fallos y bugs, y haya hecho un borrón y cuenta nueva que no ha resultado para nada adecuado.

La ausencia del mundo abierto y de otros elementos echar por tierra buena parte de las virtudes añadidas, aunque el sistema de emociones consiga mantener finalmente la atención sobre el juego. Esperemos que Maxis aprenda de los errores y que no los repitan en Los Sims 5 – si es que lo hacen ellos.