FIFA 15 Análisis

    EA sigue ocupando el trono de los juegos de fútbol, pero parece haberse dormido en los laureles. ¿Qué tiene que ofrecernos este año? Este es nuestro análisis de FIFA 15.

    Todos los años lo mismo: que si los juegos de fútbol no avanzan nada, que si el PES está muerto, que si el FIFA ya no puede superarse más, que si el Ultimate Team no se ha mejorado lo suficiente... El caso es que siempre acabamos hablando de FIFA, de un modo u otro. Y ya le toca el turno a FIFA 15, que lleva un tiempo en las tiendas, pero hemos querido tomarnos con calma.

    El simulador de fútbol de EA sigue contando con sus señas de identidad, que según sus acérrimos es el arcade y la diversión y que según sus críticos son las físicas absurda del balón y los correcalles por la banda. Nosotros no somos ni una cosa ni otra, así que vamos al ajo. ¿Qué tiene que ofrecer el primer FIFA pensado para la nueva generación?

    FIFA 15

    FIFA 15 y el trono del fútbol

    Como en el fútbol, en los videojuegos de fútbol existen dos equipos, los que prefieren FIFA y los que prefieren el PES. Quizá este último grupo lleve de capa caída un tiempo, pero ahí sigue, fiel a su equipo pese al desigual combate contra el juego de EA. Sin embargo, este año pueden tener su oportunidad: FIFA 15 no ha hecho bien los deberes.

    Es un poco injusto decir tal cosa, pues sigue siendo un FIFA de corazón, pero FIFA 15 comete un error al intentar vendernos su exterior mejor que su interior, al recaer en las ventajas de la nueva generación sobre las físicas de los postes de la portería, el público animado según los estados o la hierba en 3D. ¿A quién le importa todo esto en el fondo?

    FIFA 15

    Al César lo que es del César

    Pero no seamos tan malos: FIFA 15 tiene muchísimas cosas buenas, tantas y tan minúsculas y específicas que nos llevaría otro post enumerarlas y otro explicarlas coherentemente; por lo que no tiene mucho sentido citarlas. En general, la sensación que consiguen es de que el equipo detrás del juego sabe lo que sus usuarios quieren y quieren dárselo.

    Los modelados de los jugadores son francamente vistosos, y por fin se han deshecho de esos hombros de armario empotrado que llevan años dándoles un aspecto irreal. Ver plasmadas sus emociones, sus enfados, cómo agarran las camisetas, todo ello ayuda a meterse en el juego, pese a ser un mere elemento cosmético.

    FIFA 15

    ¿Qué ha pasado con Ignite?

    El motor de FIFA 15, sin embargo, ha cambiado en un sentido que no nos termina de gustar. Es demasiado diferente, algo irónico cuando lo que se suele criticar de estas sagas anuales es precisamente lo contrario. Pero existe el cambio a mejor y el cambio sin sentido, el cambio por cambiar, retocar cosas que funcionan y dejarlas descompuestas.

    FIFA 14 era demasiado pesado, con defensas impenetrables y balones tan fáciles de robar y difíciles de mantener que uno podía disgustarse. FIFA 15 es todo lo contrario: es velocidad punta, sus balones vuelan entre los jugadores, es un correcalles todavía más exagerado de lo que ha sido siempre. Es, quizá, demasiado irreal.

    A esto se suma que el stick derecho se ha vuelto casi inútil: los regates se ejecutan con una gracilidad absurda y es posible cambiar de dirección, velocidad y romper líneas de defensa con una sencillez que contrasta con lo bien recreadores que están los movimientos, resbalones y el césped biodegradable.

    FIFA 15

    De la euforia al enfado

    Al principio, esto parece algo mejor: es un juego mucho más directo, mucho más adictivo, mucho más centrado en hacer el fútbol bonito, pero a medio y largo plazo es agotador: la velocidad se vuelve ansiedad y la imposibilidad de reaccionar a un contrincante que te hace lo mismo que tú a él provoca enfado con la misma celeridad.

    La culpa, creemos, está en los cambios de control en el sistema de defensa, que ya hemos dicho que no era perfecto en FIFA 14, pero que han cambiado tanto en FIFA 15 que llegan a ser desesperantes. Antes era posible contrarrestar la inflada capacidad defensiva del juego con algo de habilidad, pero ahora eso no sirve.

    Al tener jugadores que van como torpedos y defensas que no pueden robar el balón ni mantenerlo mucho tiempo, el resultado es explosivo, irreal, irritante.

    FIFA 15

    Esos balones que no entran

    Todo esto parece compensado con un sistema de tiro y con unas físicas que hacen más complicado marcar, creándose así un endeble y artificial equilibrio que, menos mal, puede funcionar bien si se entiende dónde están los problemas de FIFA 15. Es el clavo ardiendo al que nos hemos mantenido para seguir jugándolo.

    Los balones son menos predecibles, pues, pero los porteros lo son algo más. Esto es bueno en tanto que sus movimientos y artimañas se corresponden con el control del juego. En esto sí es mejor FIFA 15 que FIFA 14: los porteros parecen más logrados.

    FIFA 15

    FIFA 15: renovarse y morir

    Sorprendentemente, FIFA 15 no es mejor que el juego del año pasado. Ha tocado las teclas que no debía y modificado los parámetros que ya funcionaban para conseguir algo que no termina de funcionar con el mismo ritmo de reloj. Pero claro, ¿habría sido mejor mantener las cosas como estaban? Probablemente, no.

    Seguro que algunos de vosotros encuentran los cambios gratificantes, pero no es nuestro caso. Volver a aprender a jugar a FIFA ha sido una de las mejores características del juego año tras año, pero en FIFA 15 no les ha salido todo lo bien que debería. Queda por ver qué ha hecho Pro Evolution Soccer 2015, pues puede tener una oportunidad de redimirse.

    7

    Pros y contras

    • Es FIFA, no un PES
    • El Ultimate Team sigue siendo droga legal
    • Es FIFA, no un PES
    • Apenas aporta nada a la versión del año pasado
    • Algunos bugs

    FIFA 15

    Disponible desde 25 september 2014

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