Silence of the Sleep Análisis

Silence of the Sleep es una aventura gráfica en la que prima el misterio, y una de las cualidades que define al género: el no saber exactamente qué hacer o a dónde ir se transforma en el hilo conductor de la trama. Nuestro personaje aparece en el juego en lo alto de un risco, se despide y se tira. Se le supone muerto pero se despierta en una habitación con un gran reloj que no para de girar.

El jugador no sabe donde se encuentra, y tras una somera charla, lo único que saca en claro es que tiene que solucionar el acertijo, entender el lugar en el que se encuentra; y luego...

El escenario se transforma y sangra

Silence of the Sleep tiene una cualidad que también habita en The Evil Within: emplear el recurso de la locura o más bien del desconocimiento del jugador de todo lo que el juego muestra, para enseñar bonitas escenas que cambian entre ellas sin ningún sentido aparente. Y luego llega el terror.

El videojuego nos lleva a parajes siempre intrigantes, un concepto que se refuerza con que nuestro personaje, Jacob Reeves, y las personas con las que interactuamos, son sombras que cuentan con un detalle que las diferencia de las demás.

Quizás una melena encarnada, quizás una corbata... que destacan como elementos anónimos en unos bellos escenarios que fluyen con una también hermosa música. Hasta que todo se rompe con la aparición del ser.

Silence of the Sleep cuenta con un estilo artístico delicioso

Tiene valor introducir terror en un género en el que la jugabilidad está muy limitada. Jacob Reeves apenas puede moverse y girar, correr, encender su linterna e interactuar. Escucha un poco tras las paredes, habla un poco y abre su inventario torpemente.

Pues con todo eso, pese a que poco podemos hacer a nivel de mecánicas para actuar, está muy bien introducido. Y es gracias a eso de parecerse a The Evil Within.

Porque más que miedo es misterio, es huir de algo que no entendemos, que no está bien explicado y que se sucede sin más. Al menos al principio. La aventura abraza el miedo con cariño y lo potencia con esa indefinición tan suya haciendo que el avances sea muy disfrutable. Mucho más gracias a su potente arte, su interesante trama y su banda sonora.

La banda sonora, los rugidos y los efectos de audio son muy acertados

Pero por supuesto, Silence of the Sleep no es perfecto. Sus mecánicas a menudo se descubren torpes. Interactuar con el entorno no es todo lo fácil o intuitivo que se desearía, y ante una misma situación el videojuego te sugiere lo que tienes que hacer de maneras diversas; a veces con una exclamación, otras veces no... Y así para casi todo lo que se refiere a las acciones de Jacob con su entorno.

Otro gran fallo que tiene Silence of the Sleep es que tanto a recurre a maneras sensacionales para hacernos avanzar, en esa mezcla entre guiarnos y no decirnos nada, como recurre al tópico más mascado de nuestro medio: trabajar de recadero y querer ayudar a todo el mundo a cambio de que la trama avance.

Una pena que la jugabilidad no esté bien definida

Sin embargo, esto no consigue empañar la realidad de que Silence of the Sleep acierta en lo fundamental de su propuesta, centrada en las sugerencias y la narrativa.