Enforcer Police Crime Action Análisis - Brutalidad policial

    Enforcer es un juego de mundo abierto en el que, por primera vez interpretamos al policía, y no al ladrón. Ojalá sea también la última, porque vaya bodrio infernal. Nuestro análisis, por desgracia para todos.

    Existen videojuegos malos, videojuegos rotos, videojuegos infumables y luego está Enforcer: Police Crime Action, un juego de mundo abierto en el que interpretamos el papel del policía a cargo de la seguridad de una pequeña ciudad.

    Parece que la crisis ha pegado fuerte en esta ciudad sin nombre, porque somos la única persona de todo el cuerpo capaz de resolver los constantes y múltiples crímenes que ocurren cada pocos minutos. Esto no sería un problema si estos crímenes fueran variados, divertidos o creíbles, pero no es el caso.

    Enforcer

    Enforcer: Police Crime Action, ¿por qué?

    Esto puede parecer un comentario injusto, pero Enforcer no debería haber existido, o al menos, no debería ser un juego por el que se paga dinero en Steam. Hay muchas formas de ofrecer tu juego al mundo cuando no estás preparado para jugar en ciertos canales, y no pasa nada. Todo el mundo empieza por algún sitio y aprende de sus errores.

    El problema, pues, es ofrecer este juego como algo acabado y por lo que se pueda pagar. Empezando por esto, vamos a hablar de él.

    Enforcer

    Nuestra aventura empieza en una nueva ciudad, donde somos la ley y el orden casi absoluto y donde tenemos que registrar domicilios, detener a atracadores y hacer controles de alcoholemia. Estas son algunas de las mecánicas jugables de Enforcer, que dicho así suena entretenido, pero no.

    Cuando el juego tiene un control nefasto, unos menús farragosos y confusos y hasta la más mínima acción se convierte en un problema.

    ¿Detener a un ladrón? Salen corriendo y tardas minutos en alcanzarlos. ¿Conducir? No puedes atropellar personas, literalmente porque escalan el coche sin moverse. ¿Usar la pistola? No hay ni siquiera animación.

    Los recursos de este juego son tan limitados que no entendemos cómo existe, pero aquí está, con sus misiones aleatorias, sus puntos de experiencia para subir rangos y sus momentos de pasear como un civil por la calle cuando acabas de apatrullar.

    Enforcer

    ¿Qué hemos hecho para merecer esto?

    En Enforcer, las horas pasan como si nuestra vida hubiera sido tragada por un agujero negro: no haces realmente nada ni hay una recompensa, pero ahí sigues, intentando comprender si este juego realmente es solo esto, un mini simulador de ser un policía normal y corriente o si empieza a ofrecer algo más.

    Pero no, no lo hace. Lo único que realmente se agradece en este juego son los momentos de puro ridículo que regala su baja calidad de programación: es imposible atropellar a nadie, matar a inocentes no se castiga en exceso y lanzar un latigazo eléctrico con un táser suele verse recompensado con un fallo que lanza por los aires y hasta el cielo a los ladrones.

    Enforcer

    Lo peor de todo es que es una buena idea...

    Y con todo, lo peor de Enforcer es que la idea de ser un policía apatrullando una ciudad es muy buena. Imaginad el reto que supondría ser un policía en Los Santos, con tanto criminal suelto. Si hubiera un estudio con más medios dispuesto a hacer este mismo juego, el resultado podría haber sido fantástico.

    Desgraciadamente, Enforcer es un juego llevado a cabo sin apenas presupuesto ni ideas más allá de ser un policía. No es divertido ni cuando tienes el uniforme ni cuando sales a relajarte, pero al menos te echas unas risas de lo malo que es.

    Es una lástima decir tal cosa de un videojuego, y en el fondo, hasta nos duele a nosotros hacerlo, pero es la pura verdad.

    3

    Pros y contras

    • Los momentos de comedia involuntaria
    • La idea era buena
    • Está roto por tantos sitios...
    • Gráficos y controles de hace 20 años, como mínimo
    • Un mundo abierto enano y limitado
    Loading...
    x

    © 2005 - 2024 Todos los derechos reservados.

  • Contacto