Análisis Call of Duty Black Ops 3 - Ni tanto ni tan negro

Call of Duty Black Ops 3, al margen de lo buen o mal videojuego que pueda ser, algo que en el fondo depende de lo fan o hater que seas de la saga y la subsaga, debe ser un marrón de narices para Treyarch: ¿cómo innovas en una franquicia que lleva años siendo anual y que debe obedecer a ciertos estándares de jugabilidad?

Evidentemente, cuando un estudio tiene las manos tan atadas por la compañía, que es ni más ni menos que Activision, y debe obedecer a algo que está por encima de sí mismos porque lo dicen los fans, los medios y la empresa que te paga, pues haces algo que no es revolucionario ni original por mucho que lo intentes.

Call of Duty Black Ops 3 es eso, ni más ni menos.

Call of Duty Black Ops 3 tiene una campaña normalita

Treyarch ha demostrado que podía contar historias diferentes y curiosas en los dos anteriores capítulos de Black Ops y se atrevió a dar el salto a lo futurista antes incluso que Advanced Warfare, pero con Call of Duty Black Ops 3, que se ambienta 25 años después de Black Ops 2, su historia no termina de cuajar.

A cambio, al menos, hemos recibido cosas curiosas como que la historia puede estar protagonizada tanto por un hombre como por una mujer – y de la raza que quieras – o que se puede jugar en cooperación con hasta otros cuatro jugadores. Y si sumamos que en PC habrá herramientas para crear mapas y mods, pues apaga y vámonos.

Parece que permitir que el jugador juegue como le apetezca es parte fundamental del ADN de Call of Duty Black Ops 3, y eso está muy bien. La cantidad de nuevos movimientos y de opciones para matar a sus siempre estúpidos enemigos convierten lo que siempre ha sido tren de la bruja de los FPS en una montaña rusa de los tiros.

Se ve bonito de narices

Gráficamente, es un espectáculo. Aunque no esté a la altura de Battlefront, su fluidez de movimiento, sus escenarios llenos de explosiones y en los que siempre pasa algo y sus momentos 'scriptados' que casi parecen de película encantarán a los más fanáticos.

A los que miran esta saga desde un burladero, nada de esto les parecerá gran cosa, pero una cosa está claro: aún con sus defectos, sus momentos predecibles y su absurda exaltación de lo que ha sido, es y será siempre una realidad grotesca del ser humano, la guerra, Call of Duty Black Ops 3 es un juego que entretiene.

En este caso, lo grotesco también tiene que ver con la máquina, pues los súpersoldados de Call of Duty Black Ops 3 son más máquina que hombres o mujeres. Es una constante de la trama que se filtra a la jugabilidad en forma de habilidades que puedes equiparte.

Aunque hasta que llegues al nivel 20 de personaje no puedes usarlas todas a la vez, existe cierta gracia en tener que combinarlas de una manera o de otra, algo que se refuerza sobre todo si juegas en compañía y tu acompañante te complemente de alguna manera con sus skills.

Jugar en compañía hace que los momentos más soporíferos de Call of Duty Black Ops 3, que no son pocos, se hagan mucho más llevaderos, ya sea porque te reviven y no tienes que repetir un tramo o porque la conjunción de tiros, saltos y ataques especiales hace entretenido lo que de otro modo es un pasillo con dianas móviles.

El multijugador no sorprende, pero convence

No hay mucho más que podamos decir de la campaña, sobre todo porque el multijugador es donde el juego alcanza su primor, como siempre. Nos gustaría haber jugado un poco más y nos da miedo meter la pata, pero nuestra experiencia, aún en el día de lanzamiento, ha sido perfecta y no hemos tenido problemas de conexión.

Los modos de juego resultarán familiares a todos los fans. Quienes lleguen por primera vez, que sepan que los fundamentos de Call of Duty Black Ops 3 están siempre muy presentes: hay que ser rápido, hay que ser preciso y, esto es nuevo desde Advance Warfare, hay que saber moverse como nadie.

Con esto últimos nos referimos a que hay que dominar todas las opciones de movimiento y ataque que ofrece este juego gracias a su ambientación futurista: esquivas, propulsiones, saltos imposibles, carreras sobre muros y un largo etcétera de posibilidades que hacen cada batalla un caos que solo dominan los mejores.

El multijugador de Call of Duty Black Ops 3, da igual el modo, no ha cambiado realmente a un nivel estructural ni de comunidad: sigue teniendo las mismas ideas latentes y los mimos niñatos agotadores, pero cuando te toca con un buen grupo, es divertido, ágil y no importa que pierdas o ganes porque te lo pasas bien.

Quizá sea mucho pedir que las partidas sean justas y equilibradas, pero a medida que ganes y desbloquees mejoras, que te aprendas los mapas y que domines ciertas combinaciones de habilidades, podrás entretenerte y matar a gente como te han matado a ti cientos de veces.

El modo zombies sigue siendo fabuloso

Por último, pero no menos importante, el modo Zombies de Call of Duty Black Ops 3 es otra pieza fundamental del juego, una tercera columna en toda regla a estas alturas de la saga. Ambientado en 1940, su planteamiento a medio camino entre lo absurdo, lo noir, lo terrorífico y lo directamente estúpido es divertidísimo.

El modo Zombies tiene su propia campaña y vuelve a tener un modo Dead Ops, pero lo mismo de siempre con esta variante: si te ha gustado otros años, este año te fascinará más que nunca. Si siempre te ha parecido un añadido que no aporta nada más que un modo horda algo más trabajado, mejor que pases de él.

Al menos, el modo pesadillas es un añadido gracioso, pues mete zombies en la campaña principal y modifica algunos aspectos de la misma. Es una buena idea, aunque parece haberse ejecutado a mucha prisa y sin tener en cuenta todas sus posibilidades. ¿Quizá en otra entrega lo hagan algo mejor?

Un buen capítulo para la saga, pese a ser conformista

Y como siempre con la saga, Call of Duty Black Ops 3 tiene un porrón de contenido que lleva semanas o meses conseguir, ya sea subir de rango online o conseguir ciertos perks. De tener un rango alto en el online o de llegar a ser un buen jugador ya mejor no hablamos, porque eso no está en la mano de cualquiera.

Treyarch ha vuelto a darnos un buen juego y un entretenimiento palomitero que puede alargarse todo lo que uno esté dispuesto a soportor en el multijugador. Y como siempre, habrá DLCs a punta de pala y todo eso. Los fans de Call of Duty no podrán quejarse, tampoco es como si fueran a hacerlo.

Es fácil disfrutar con la maniobrabilidad de Call of Duty Black Ops 3 en su multijugador y en su campaña, pero nos hubiera gustado que el juego fuera menos complaciente y que hubiera aprovechado algo mejor todo el trasfondo a lo Deus Ex, pero es un COD: sabemos que tiene que llegar a todo el mundo, así que nada más.