Call of Duty Infinite Warfare Análisis - Paso adelante y paso atrás

Es una de las franquicias más importantes de la historia de los videojuegos, y es una de las pocas que aparecen anualmente pero desarrolladas por equipos distintos. Infinity Ward llega con Call of Duty Infinite Warfare y la difícil tarea de intentar superar a Treyarch y su Call of Duty Black Ops 3, un título que llegó a contentar a la mayoría de su público. ¿Lo habrá conseguido?

Ahora vamos a desgranar todo poco a poco, pero podemos resumir un poco las impresiones generales: Call of Duty Infinite Warfare da un paso adelante en lo que respecta a su modo Campaña, que por fin vuelve a tener importancia en la saga, pero da pasos atrás bastante obvios en su modalidad mutlijugador.

Call of Duty Infinite Warfare Análisis - Por fin una campaña importante

Es fácil decir que la campaña de Call of Duty Infinite Warfare es la mejor que hemos podido disfrutar en la saga en los últimos años, porque los últimos ejemplos han sido bastante horripilantes. Eso no quiere decir que no destaque por su calidad, pero también queremos dejar claro que no es mejor que la de otros exponentes del género recientes, como es el caso de Titanfall 2.

Se nota que Infinity Ward ha tenido acceso a un buen montón de recursos para tratar de crear un espectáculo visual a nivel individual fuera de toda duda. La campaña de Call of Duty Infinite Warfare destila escenarios espectaculares y momentos memorables a nivel visual, siendo el gran punto fuerte. Otro aspecto es el mecánico, claro.

Es una pena que después de unas pocas horas el factor sorpresa decrezca y la campaña se vuelva algo repetitiva, con copia de situaciones jugables. Mención aparte tienen también los combates con naves espaciales, que aunque son espectaculares visualmente (como todo en el juego) son aburridas a más no poder, sobre todo al final del juego, cuando nos enfrentamos a un montón de enemigos.

Un control similar al de Black Ops 3

El sistema de control de Call of Duty Infinite Warfare es prácticamente calcado al de Call of Duty Black Ops 3, la entrega anterior, por lo que os sentiréis como en casa en caso de que también hayáis jugado a ella. Los saltos serán muy importantes, al igual que el dominio de otras técnicas como el wallrunning, pero los disparos seguirán siendo lo más importante.

Es una pena, precisamente, que no se aprovechen tanto las mecánicas de movimiento. Es decir, que los disparos siempre son protagonistas en el juego, dejando de lado los saltos y otros elementos como puros complementos. Si quieres, los usas, y si no, el juego tampoco te obliga a hacerlo, aunque en el multijugador es importante si queremos llegar a lograr algo.

Un paso atrás a nivel multijugador

La exquisita propuesta multijugador de Call of Duty Black Ops 3, para nuestro gusto, da un paso atrás en Call of Duty Infinite Warfare. Ni las armas resultan tan características ni diferentes entre ellas, ni los mapas están tan bien diseñados ni se ha sabido evolucionar el sistema de Especialistas, más bien todo lo contrario.

Seguro que recordáis con cariño a los Especialistas de Black Ops 3, ya que visualmente, incluso, podíamos saber qué movimientos especiales podrían utilizar contra nosotros. En Call of Duty Infinite Warfare todos somos robots, con diferentes habilidades configurables, lo que resta bastante al conjunto.

Pero el problema no solo está ahí, sino que también se ha perdido su utilidad. Los Especialistas se recargan lentos y no son tan determinantes en el devenir de las partidas como la entrega anterior. Habrá quien lo prefiera así, pero nosotros seguimos pensando en que no están tan bien pensados como en el juego de Treyarch y en que se ha dado un paso atrás, en general, en el modo multijugador.

Los micropagos vuelven a tomar el control

Como no podía ser de otra manera, la política de pagos adicionales en Call of Duty Infinite Warfare vuelve a ser muy agresiva, y encima afectando de forma directa al modo multijugador. ¿Os acordáis de Call of Duty Advanced Warfare y de sus terribles modelos de arma? Pues vuelven, aunque algo menos desesperantes.

Todas las armas del multijugador cuentan con distintos modelos, a cada cual mejor. Podremos desbloquearlos con piezas (jugando muchísimo) o través de los suministros, que podremos abrir jugando como si no hubiera un mañana o con dinero real. Esto nos dará acceso a estos modelos de armas.

A nosotros nos parece algo injusto, a nivel competitivo, que un usuario con el mismo arma que tú te pueda ganar un cara a cara aunque empiece a disparar más tarde porque tiene un modelo superior. Y también resta enteros a la experiencia global con Call of Duty Infinite Warfare.

Una buena semilla, pero con aspectos a mejorar

Infinity Ward ha plantado una semilla muy interesante con la campaña de Call of Duty Infinite Warfare, que ojalá las futuras entregas de la saga sepan tomar. Sin embargo, no consigue mejorar en el terreno multijugador a la entrega del año pasado. Y es una pena.

Aún así, obviamente, se trata de un juego increíblemente divertido y muy disfrutable a nivel competitivo, si sabes perdonar su política de monetización y la presencia continua de micropagos.