Análisis de Fallout 4 Far Harbor - El DLC más grande de Fallout 4
El análisis de Far Harbor desvela algo fundamental: que por fin Bethesda ha hecho caso a los fans. En el último DLC de Fallout 4 tenemos mucho contenido, armas geniales y lo más imporante: algunas decisiones brillantes.
Nuestro análisis de Far Harbor empieza en la agencia de detectives de Nick Valentine. A su mesa llega un nuevo caso, el de una chica desaparecida en un oscuro pueblo pesquero, sí, Far Harbor, así que ya sabéis a dónde acudir para iniciar el último de los DLC de Fallout 4. Como ocurre con la trama principal de Fallout 4 no todo es lo que parece, y lo que parece la búsqueda de una persona perdida acaba sirviendo como excusa para meternos de lleno en un conflicto mucho mayor.
Far Harbor es un hervidero de problemas, opiniones en conflicto y facciones enfrentadas. Los Hijos del Átomo, los propios habitantes de Far Harbor y una congregación de Synths comparten territorio y parece que necesitan un pacificador, sí, ya sabéis a quién le toca esta labor.
Far Harbor se convierte en el marco perfecto para una un videojuego de investigación, misterioso e intrigante. Una espesa niebla londinense lo cubre todo, protegiendo a monstruos y fastidiándo a los habitantes de este DLC y a nosotros mismos. A través de esa ambientación nos metemos de lleno en una sucesión de conflictos personales, decisiones y algo que echábamos mucho de menos: una profundidad moral que echábamos de menos desde incluso antes de Fallout 3.
Es un placer decir en nuestro análisis de Far Harbor que vuelven los personajes de moralidad poco clara
Los que habéis jugado a Fallout 4 y habéis protestado de que la conversación se haya dejado totalmente de lado, permitiendo solo soluciones violentas y poco elaboradas a través de la charla, estáis de enhorabuena, por fin podréis volver a disfrutar de personajes profundos, de las charlas que mantenemos con ellos y de las consecuencias que lo que decimos suponen.
Supone un gran avance con respecto a Fallout 4, vuelve la decisión intermedia a cada respuesta que damos, el gris, ya no solo tenemos contestaciones en valores de negro o blanco. De todos modos, y avisamos de ello en nuestro análisis de Far Harbor, no llega a las cotas de Fallout 2, pero es un placer ver que este concepto regresa aquí a las misiones principales de esta expansión.
El DLC de Fallout 4 más reciente en llegarnos tiene una gran duración, entre 15 y 20 horas en función de lo mucho que lo exprimáis. Como decimos, sus misiones principales ganan en profundidad con respecto a las del juego principal gracias a un planteamiento más acertado de las conversaciones y por una moralidad más neutra y afinada, nos costará elegir entre una de las tres facciones que habitan en Far Harbor para darles nuestro amor.
Far Harbor es largo, tiene mucho contenido y buenas misiones a realizar
Además del regreso de unas charlas empapadas de una moralidad más sutil nos encontramos con una novedad, una climática en forma de niebla constante. Este efecto meteorológico pretende ser un valor en la trama y en los combates, un guiño a las novelas londinenses de detectives e incluso a novelas gráficas como From Hell, sin embargo, molesta más que agrada. En ocasiones hace bajar el framerate del juego y no logra todos los momentos memorables y aterradores que parece pretender lograr.
Mientras que las misiones principales de juego están muy bien, con algunas formidables, las secundarias oscilan entre un puñado de ellas con buenas ideas y que nos permiten conocer más del lugar en el que nos encontramos, y otro buen montón que nos vuelven a obligar a ser el recadero oficial del pueblo. Por fortuna, realizarlas nos lleva a explorar más en profundidad el terreno de juego, encontrando nuevas armaduras y armas, en especial aquellas compuestas por arpones y lanza arpones.
El último DLC de Fallout 4 es una buena incoporación a su universo, el mejor de los tres
Para que le hubiéramos dado la máxima nota en nuestro análisis de Far Harbor le pediríamos a la expansión que quitara la niebla o más bien que la hubiera implementado de una manera más interesante, contar con secundarios más potentes pese a tener a un para memorable, y que las misiones secundarias no volvieran a estar metidas con calzador.
Por fortuna, una excelente duración, una maravillosa ambientación, algunas decisiones muy satisfactorias y un nuevo repertorio de armas y armaduras han logrado que este DLC nos haya encantado, ojalá hubiera más de los planteamientos que hemos visto en nuestro análisis de Far Harbor en el juego principal.
