Análisis de Assassin's Creed Syndicate - Ubi por el buen camino
Temíamos que Assassin's Creed Syndicate volviese a repetir los errores de su antecesor ambientado en París por tratarse de otra entrega tras menos de un año de diferencia, pero finalmente Ubisoft ha obrado muy bien.
Assassin's Creed Syndicate ha sido toda una sorpresa para nosotros. No porque no esperásemos nada bueno de él, ni mucho menos, sino porque tras Assassin's Creed Unity, no esperábamos que Ubisoft hubiese respondido tan bien ante las necesarias críticas, y el resultado del cambio de rumbo ha resultado ser muy bueno.
En esta ocasión no controlamos a un sólo asesino, sino a dos, los hermanos mellizos Evie y Jacob Frye, respondiendo así a la falta de personajes principales femeninos en la saga, y la acción nos lleva a la espectacular Londres de 1868, con sus bellísimos edificios y sus amplias carreteras llenas de carruajes de caballos.
Assassin's Creed Syndicate es el juego más grande de la saga
¿Cómo soluciona Assassin's Creed Syndicate estas grandes distancias? Sólo con el parkour habitual se quedaría corto, y constantemente tendríamos que bajar a pie de calle para cruzar, pero el gran nuevo añadido, el gancho, nos soluciona la papeleta y agiliza muchísimo la navegación, todo un acierto para la ciudad más grande jamás creada en la saga.
Además del gancho, también se introduce la conducción por primera vez, y aunque los carruajes de caballos se manejan exactamente igual que los coches de otros sandbox, la conducción resulta natural y se agradece que haya estas nuevas herramientas tan bien integradas para recorrer una ciudad tan inmensa.
Sigue habiendo problemas, pero nada grave
Por supuesto, aunque Assassin's Creed Syndicate haya solucionado muchos problemas de anteriores entregas, no es un juego perfecto. Sigue habiendo bugs, algunos graciosos, otros menos graciosos que te impiden avanzar por el comportamiento de los NPCs, pero nada sin una solución rápida como una vuelta al anterior checkpoint.
Tampoco se ha solucionado mucho sobre la 'vida' de la ciudad, los personajes que pueblan las calles que interrumpen toda actividad en cuanto te acercas, o la inteligencia artificial de los enemigos, que brilla por su ausencia. Al menos el sistema de combate es mucho más organizado y cabal que en el anterior juego, aunque no tan perfecto como resultó el de las primeras entregas.
Rooks contra Blighters, Asesinos contra Templarios
La base de este Assassin's Creed Syndicate es que, como recién llegados asesinos, tenemos que retomar el control de la ciudad y liberarla de la opresión. La banda rival, los Blighters, dirigidos por Templarios, tienen el control de determinadas zonas que tenemos que liberar acabando con objetivos clave, saboteando mercancías o liberando a niños de la esclavitud de trabajos forzosos en fábricas.
Una vez que una de las siete gigantescas zonas está libre, comienza la guerra de bandas donde tenemos que acabar con el (o la) cabecilla de la zona, y a partir de ahí podremos hacer más acciones, búsquedas y misiones secundarias por esa zona sin la molestia de la banda rival.
Mientras retomamos Londres, la sensata Evie busca un artefacto del Edén para hacerse con él antes que los Templarios y arregla los disparates de su hermano Jacob, con quien debemos abatir a los grandes Templarios que controlan la ciudad pero que, en cierta medida, también la mantienen a flote. Una doble moral interesante que hacía mucho que no veíamos en la saga.
Además, a la hora de estos grandes asesinatos, el juego nos propone multitud de alternativas para afrontar la misión, y se trata de alternativas reales (aunque no con consecuencias diferentes, claro), donde cambia mucho la forma de llegar al objetivo sin ser detectados, bien secuestrando a un personaje clave, escondiéndonos en alguna zona o robando algún plano o llave que nos dé alguna vía adicional.
Assassin's Creed Syndicate se ve (y se escucha) de lujo
La ambientación de esta Londres es una de las claves más importantes del juego. Podemos ver desde las zonas más pobres y marginales a las zonas industriales, o lo más pomposo de la época en los alrededores de Westminster, y todo con un acabado impresionante y una iluminación que recrea a la perfección la luz tan característica de Londres.
Mientras subimos a los puntos clave de la ciudad suenan melodías que acompañan a la perfección la situación, y cuando combatimos suena una tonada que recuerda mucho a cualquiera de las encarnaciones más recientes de Sherlock Holmes. Tanto la parte más sucia como la más brillante cuentan con una ambientación excepcional, y eso ayuda, y mucho.
Assassin's Creed Syndicate es un juego por el que apetece pasear por el puro placer de disfrutar de las vistas, pero también está perfectamente equilibrado para que queramos recoger todos los coleccionables, liberar todas las zonas y realizar todas las misiones secundarias con invitados de excepción como Charles Darwin, Karl Marx, Florence Nightingale, Charles Dickens o la mismísima Reina Victoria.
Más de 30 horas, y subiendo
Puede que Assassin's Creed Syndicate no tenga los componentes para estirar la vida del juego que tenían otras entregas, como el cooperativo o el competitivo online, pero cuenta con una duración más que suficiente y en ningún momento se hace pesado.
Hemos jugado más de 30 horas hasta completar la campaña de Assassin's Creed Syndicate y una gran parte de las misiones secundarias y todavía nos quedan muchos clubes de la lucha en los que romper brazos ajenos, muchas carreras que ganar y muchos coleccionables por recoger, y todas estas búsquedas van acompañadas de sus justas recompensas en forma de nuevas armas y equipamiento.
Un mundo abierto gigantesco, precioso y con mucho sentido, grandes personajes (tanto masculinos como femeninos, sin distinción) y mucho más, nos llevan a ver que Assassin's Creed Syndicate ha resultado ser un gran juego como los que hacía mucho que no veíamos en esta saga.
