BoxBoy Análisis - Qué gusto cuando todo encaja

Oh, sí: por fin otro juego mono para Nintendo 3DS. Es algo que ojalá jamás pierda Nintendo, pues mientras otros se dedican a hacer la sangre más abundante o los headshots más realistas, ellos prefieren hacer juegos de setas aventureras o de, como es el caso, cuadrados que resuleven puzles mientras bailan con sus patitas.

BoxBoy es un juego encantador, y aunque a primera vista pueda recordar a esos juegos sin alma que empiezan a plagar preocupantemente la eShop de Nintendo, en cuanto se le pone la mano encima, salta a la vista que hay mucha miga. No esperábamos otra cosa de los creadores de Kirby, HAL Laboratories.

BoxBoy tiene un planteamiento directo

Es muy sencillito entender BoxBoy: eres una caja, pero en 2D, por lo que la representación gráfica es un simple cuadrado blanco con ojos y patitas. Te puedes mover por el escenario, activar botones, saltar y recoger las coronas dispersas por los escenarios con las que recibes más punto al entrar por la puerta que da por terminada cada fase.

Ahora bien, casi nunca podrás resolver una pantalla moviéndote sin más, pues los obstáculos de altura, de rayos láser o de huecos en el suelo te lo impiden. ¿Cómo vas a resolver esto? Con tu poder de multiplicar tu cuerpo y crear formas diferentes con las que, por ejemplo, puedes crear una escalera y superar una altura que antes era imposible.

Otras veces, tendrás que usar esos mismos cuadrados para protegerte, y aquí ya hay más complejidad, aunque nunca se vuelva loco. Quizá los puzles más difíciles son los que implican crear formas concretas por espacios cerrados o los que tienen un límite bajo de cajas que puedes usar antes de ser penalizado.

Esta es la única limitación que pone el juego: si quieres sacar todos los puntos y hacer un perfect, algo que por lo general no cuesta mucho, nunca has de pasarte del número de cajas que aparece en la pantalla inferior de la 3DS. ¿Es fácil pasarse de cajas en BoxBoy? Solo si actúas inconscientemente.

Lo sencillo no tiene por qué ser simple

Esto suena sencillo, y en el fondo lo es, pues solo hay que tirar un poquito de ingenio para saber qué forma crear para superar el siguiente obstáculo. El juego se complica, obvio, a medida que se suceden los niveles, pero nunca llega a ser un reto absurdo de estos con los que te atrancas durante minutos.

El objetivo de BoxBoy no es tanto crear un aventura de puzles imposible como disfrutar con la resolución constante y más o menos fluida de sus escenarios. Esto puede engatusar a quienes disfruten de las experiencias ligeras, pero seguro que un jugador versado en el género de puzles no encuentra su reto a la altura.

Eso no significa que esta clase de jugador no pueda disfrutar de la genial estética, de la cantidad de desbloqueables que hay en el juego y del carisma que destila un cuadrado con ojos y patas, que parece mentira pero es adorable. Y disfrazarle con los trajes que desbloqueas solo aumenta el cariño por esta mascotita.

Es fácil para un experto en juegos de puzles

BoxBoy, dentro de su sencillez, al menos consigue contagiar de ritmo cada fase y hacer que el más tonto de los retos sepa a gloria por lo imparable de su jugabilidad y los retos que se pueden comprar, resolver en el menor tiempo posible o con la mayor puntuación y que alargan su vida más allá de la campaña principal.

Por 5 euros, BoxBoy es con diferencia uno de los mejores juegos actuales de la eShop y uno de los mejores diseñados. Puede que peque de lo que más se reprocha a los juegos de puzles, pero es tan impecable en todos los aspectos que solamente se le puede querer. Es un Kirby cuardado y en blanco y negro