Análisis de Star Fox Zero - El viejo zorro

Star Fox Zero es, 19 años después de Star Fox 64, algo que se agradece mucho. El trabajo que han hecho en conjunto Platinum Games y Nintendo brilla por el mimo con el que se ha tratado el mundo de Fox McCloud y compañía, pero como juego deja mucho que desear y nos parece una oportunidad perdida.

Star Fox Zero sobrevuela lo brillante y lo frustrante por igual

Nos sabemos muy bien quién tiene la culpa, si Nintendo que no ha dejado que Platinum Games obrara como quisiera o que Platinum no ha sabido pillarle el punto al control aéreo y las transformaciones de la nave de Fox, pero una cosa está muy clara: manejarse en Star Fox Zero es un auténtico delirio infernal.

No es solo una cuestión del control, que es muy malo. Por alguna razón, Star Fox Zero nos obliga a mirar a dos pantallas: a la tela cuando queramos tener una vista en tercera persona y avanzar más o menos en general; y a la pantalla del GamePad cuando queramos disparar con precisión.

El problema es que la mayoría de las veces queremos ahcer las dos cosas a la vez, y aunque al final es posible conseguir esto solo con el GamePad, acostumbarse a ello y a las combinaciones extrañas de botones requiere mucho tiempo y no es una experiencia para nada placentera.

Parece que no, pero es francamente importante que un videojuego tenga un esquema de control que obedezca a cierta lógica y que no nos oblige a estar un par de horas reaprendiendo ciertas normas básicas que Star Fox Zero se empeña en romper – ¿por qué no se salta con la A?.

Las primeras horas son un caos por culpa del control

Una vez te has hecho más o menos al control de Star Fox y vas por la quinta pantalla, pero repites todas las anteriores, te empiezas a dar cuenta de algunas de las bondades que tiene. Casi todos los niveles tienen algún camino secreto o truquito a descubrir que le da mucha profundidad y rejugabilidad.

En la primerísima pantalla, acabar con una nave al meterte en su núcleo o solamente dañarla gravemente antes de que huya determina un futuro enfrentamiento o un cambio en la trayectoria del juego. Con los caminos secretos, algo similar, pues descubres pantallas nuevas o alternativas muy curiosas.

Como la dificultad tampoco es baja, conseguir todo esto se siente como un reto – a veces frustrado por el control, una vez más insistimos en lo malo que es – y puede llegar a satisfacer a los fans de la saga sin problema. El espíritu de los viejos juegos está muy presente en Star Fox Zero, y eso es un logro de Platinum y Nintendo que no vamos a negar.

Demasiado familiar en ocasiones, aunque hay cosas nuevas

El problema es que a veces Star Fox Zero es demasiado familiar, en un mal sentido. Nintendo no nos ha dado un remake de Star Fox 64 de milagro, pues el arranque del juego es excesivamente parecido y la constante sensación de déjà vu no ayuda a disfrutar del todo el juego.

Por fortuna, los momentos de densidad de enemigos, de esquivas, de estar al límite de vida y encontrar un aro que nos cure un poquito hacen que la acción se disfrute y que se eche mucho de menos la popularidad de los shooters de este estilo en las consolas de hoy.

Y sí, claro que hay novedades. Ademáde del Arwing de siempre, Platinum se ha sacado de la manga tres vehículos: el Landmaster que ya conocemos de Nintendo 64 y un helicóptero y un vehículo bípedo que, si no nos falla la memoria, iban a estar en el cancelado Star Fox 2.

Su control, una vez más, no es perfecto y rompe con las pocas ideas que funcionan a la hora de disparar con el giroscopio o de movernos con precisión en el GamePad. El pollo sin cabeza, como hemos denominado 'cariñosamente' al vehículo bípedo es el peor de todos, y eso nos pone bastante, bastante tristes.

Star Fox Zero es torpe, pero hay que quererle: es Slippy

Sin embargo, con todos estos errores, hay que querer a Star Fox Zero un poquito. No es un gran juego, desde luego, pero trata con mucho cariño a unos personajes añorados y realmente clava la ambientación y el tono de un juego donde luchamos contra un dictador racista del espacio.

Es francamente extraño que Platinum Games nos haya dado un juego que se siente torpe y que tiene graves problemas para hacerse entender a la primera, algo que lo lastra durante el resto de la partida cuando intenta aprovechar ese esquema de pantallas divididas en sus controles para hacer algo diferente.

Como fans de la saga, vamos a seguir jugando a Star Fox Zero porque tiene mucho contenido y hace mucho que no volamos con este escuadrón de gente maja; y como fans de Wii U, seguro que muchos pecan y compran el juego; pero como vuelta a la escena de la saga, quizá no es el juego que debería haber sido.