South Park: La Vara de la Verdad Análisis
South Park: La vara de la Verdad es algo más allá de la propia serie de animación y la enorme cantidad de shows que han intentado pasar del entretenimiento televisivo al interactivo, , es algo nunca visto: cambiar el medio y no morir en el intento.
Parecía que Obsidian estaba teniendo más problemas de los esperados. Probablemente por el juicio con Ubisoft tras la desgraciada desaparición de THQ o por los diferentes retrasos del juego para intentar buscar un lugar privilegiado en el calendario sin chocar con los gigantes absorbe-ventas de cuyos nombres no quiero acordarme. El caso es que algo olía a chamusquina en las oficinas del estudio de desarrollo. ¿Han acabado proliferando esas sospechas? En absoluto: La Vara de la Verdad ha terminado siendo una de las más agradables sorpresas del recién comenzado año 2014.
Bienvenido a South Park
Eres el niño nuevo del barrio, y nada más llegar haces amistad con el siempre querido Butters. A partir de ahí, sin comerlo ni beberlo, entrarás en una historia llena de amistad, traiciones, relaciones anales censuradas y un montón de enemigos que no merece la pena que os cuente para no chafaros la sorpresa. El bautismo del protagonista o sus distintas acciones para hacerse un hueco en uno u otro bando de la comunidad de niños del pueblo ficticio más importante de Colorado serán algunos de los grandes momentos de los primeros compases del videojuego.
Un RPG por turnos fabuloso. Simple pero que acaba siendo satisfactorio en sus mecánicas. Verosímil con el universo en el que se ambienta. No solo eso: los personajes disponibles ofrecen elementos distintos entre sí y acaban aportando un punto en clave humorística que te invitará a llevarlos a todos para escuchar sus chascarrillos. Puntos de magia, ataques físicos y canciones atragantadas. Grandes poderes, mejores efectos. Multitud de elementos para cambiar la apariencia y poderes de nuestro protagonista y un buen puñado de secretos escondidos por toda la ciudad, que por cierto, está recreada con gran maestría.
South Park: La vara de la verdad es el mayor insulto a un país hecho videojuego
Y ese es uno de los grandes logros de Obsidian: el haber sabido capturar con esa perfección el universo de South Park: cada personaje y localización conocida de la serie está insertada con maestría, dando un sentido y aportando contenido al propio juego en sí. Al contrario que en otros juegos de similar índole, el homenaje es vehículo del título, no una obligación absurda que se acaba cargando la jugabilidad en pos del chistecito aleatorio. No, aquí todo tiene sentido, todo está relacionado con la propia aventura, y si no cabía o parecía relleno, directo a las aventuras extra, que no deberías obviar si no quieres visitar a cierto zurullo animado.
Las manos de Trey Parker y Matt Stone se notan desde el primer paseo con el bueno de Butters. A partir de ahí, fiesta: sabes que estás en South Park, y que prácticamente ningún juego basado en esos personajes, que no han sido pocos, han logrado plasmar con tanta fidelidad lo que suponía ser uno de esos niños de South Park. De hecho, hasta el propio apartado técnico emula la animación de la serie de televisión a la perfección. Sus voces, americanas, también han respetado a la serie original, incluso en algunos puntos que ni llegarías a imaginar, garantizando así una muy agradable sorpresa.
¿Es South Park: La Vara de la Verdad solo para fanáticos? Sí, pero…
Como habrás deducido siendo un grandísimo juego de rol, es un juego sobre South Park, por lo que seguramente, si no has visto la serie, la experiencia no estará al mismo nivel que la de la gente que sí ha disfrutado de las aventuras y desventuras de Stan, Kyle, Kenny y Cartman. La cuestión es que además es una gran parodia al género del rol en sí, y eso abre más el abanico de cara a los usuarios que sencillamente quieran disfrutar de un juego de ese género con el aquí presente. Desgraciadamente, hay una motita molesta en el camino de La Vara de la Verdad, y esa es la tonta censura sufrida en el continente europeo.
Resulta lamentable, ya que realmente no hay ni un solo motivo que pueda llegar a justificar tal desbarajuste. Ni una de las escenas vistas en el juego debería escandalizar al espectador de South Park, ya que prácticamente todo eso se ha visto ya en la serie, y si no se ha visto, se han llegado a ver cosas peores. En todo caso ésta es una de las únicas pegas, por no decir la única de un software repleto de buenas intenciones y digno aspirante a bis (si a los que han estado detrás se les enciende la bombilla y vuelven a llevar a los chicos de South Park a una nueva aventura, claro).