HearthStone: Heroes of Warcraft Análisis

HearthStone es, básicamente, un regalo para el usuario amante de las cartas y los videojuegos. Por ese orden. No es ningún secreto que en Blizzard son unos grandes fanáticos de Magic: The Gathering, muchos documentos a lo largo de su dilatada historia lo han acreditado, llegando a hacerse famosas imágenes de sus grafistas y desarrolladores jugando con los cartones ideados por Richard Garfield a principios de los noventa en los suelos de su oficina americana a mediados de los noventa. El homenaje es lícito, y además, excelente en su ejecución.

Todos los clichés del famoso juego de cartas están presentes, pero en su facilidad de acceso y en su forma de presentar el producto a los jugadores que, quizás, no estén tan familiarizados con el concepto casi matemático de un título de las presentes características está su éxito. No necesitas muchas partidas para entender y comprender la mecánica de HearthStone, y el tutorial te guía durante cinco partidas para que veas todos los elementos que podrían complicar el devenir de la partida. Al final, sin desmerecer la creación de Blizzard, viene a ser un Magic venido a menos. Y como digo, eso no es necesariamente negativo.

HearthStone: Heroes of Warcraft es mucho más que Magic

El acceso al free to play invitará a jugadores de todo el mundo a echar unos cartones con otros usuarios de la producción, y gracias a su simpleza podrán sacar partido a unas partidas de fácil comprensión y ágiles como el rayo. Cada contienda de Hearthstone no ocupa más de 10 minutos, por lo que los entuertos son divertidos de jugar y también de ver, algo que en Blizzard han detectado rápido y de lo que páginas como Twitch o YouTube ya han podido dar fe. Los campeonatos, los tutoriales o las partidas libres campan por la red, y son tan jugadas como seguidas, por lo que se avecina un futuro competitivo brillante para el juego, pero de eso tocará hablar más adelante.

La interfaz es sencillamente fabulosa. Todo responde a la perfección y cada turno y jugada es fácilmente entendible. A pesar de ser un juego de cartas similar a Magic, no hay nada más allá de lo que ves en pantalla, el pool, por ejemplo, ha sido erradicado de HearthStone. No lo descartéis en el futuro, pero apostar por mecánicas más fáciles actualmente es la opción más inteligente ahora, y más dedicándose a un público tan exigente como el del F2P. La andadura ha comenzado en ordenadores de todo el mundo, pero todo apuntaba a que el verdadero encuadre del juego iba a estar en las tabletas de Apple y Android, y así será en las próximas fechas.

Toda la diversión completamente gratis.

Toda la facilidad de acceso del juego de ordenador, todas las posibilidades jugables que ofrece el título y todo el factor de ver y observar el buen arte impreso en cada naipe del juego, elevado a la potencia de una plataforma que se abre como un libro a un juego así. Motivos para creer en un futuro mejor para HearthStone una vez entre en el campo de las tabletas: nula exigencia de conexión para poder jugar online, incluso con 3G; el mejor control que puedas imaginar para el título; partidas rápidas a cualquier hora y en cualquier lugar.

Puedes acceder a nuevos sobres de cartas con los puntos del juego o pagando dinero físico, pero la suerte de los sobres es honesta, y el hecho de que inviertas dinero en el juego no significa que vaya a ser más certero a la hora de que toquen mejores o peores cartas. En mi caso, no necesité mucho para que a las primeras de cambio, primer sobre en mano, me tocase una legendaria. Toca tirar de suerte y de paciencia para acabar conformando y coleccionando las cartas que componen los primeros meses de HearthStone.

Creo que no somos conscientes de lo que se avecina con el presente título, y que la fiebre que ha levantado en los últimos tiempos no es más que la punta del iceberg de lo que se avecina en los próximos meses.