Super Mario 3D World Análisis
Super Mario 3D World es el primer gran imprescindible de WiiU. La primera matrícula de honor. La primera sorpresa. El primer motivo para pensar en dar el salto a la nueva generación que proponen en las tierras de Nintendo. Y no es que sea una tontería: pasará mucho tiempo hasta que la nueva gen pueda decir que tiene un juego a la altura de algunos de los apartados de 3D World.
Lo de Super Mario 3D World es de traca. Cuando todos parecían desprestigiar la obra y demandar Galaxy 3 como única opción válida para el futuro cercano de Nintendo y su mascota, resultó que WiiU recuperó un título importante que impulsó, además, a muchos escépticos a pensar en la máquina como una opción válida. Esperamos con impaciencia que próximamente empiecen a llegar nuevos videojuegos interesantes en exclusiva para ella, pero sin duda, 3D World abrió la veda para muchos, y es desde ya uno de esos videojuegos all-green que tanto caracterizan a los de Kyoto.
Super Mario 3D World vuelve a aportar frescura a un título ya por todos conocido
Parecía imposible crear una experiencia multijugador óptima con la tesitura de las tres dimensiones de Mario, pero lo lograron; lo más difícil es que esa misma experiencia resulte satisfactoria en solitario. Todos los apartados del juego se conjugan en la excelencia de uno de las más agradables sorpresas que se han vivido en una plataforma de Nintendo en los últimos tiempos, y a pesar de lo complicado que parece a día de hoy, capturar algo de frescura en una serie tan vetusta, debería ser motivo más que suficiente para reconocer su mérito. Repleto de coleccionables, largo y desafiante en su justa medida, todo esto (y algo más) es Mario 3D World.
¿Doki Doki qué?
Tras conocer que Mario, Luigi, Peach y Toad serían los protagonistas de la nueva aventura de Nintendo, era inevitable recordar la alargada sombra de Super Mario Bros. 2, y preguntarnos si esta nueva entrega podría estar a la altura de ésta. Por suerte, nada que ver con los peores temores que algunos teníamos: lejos de anclarse en modelos tridimensionales como el de Super Mario 64 o el anhelado Galaxy 3D World ha sido capaz de tirar por el sendero de la entrega portátil Super Mario 3D Land y convertirla con suma maestría en una plataforma doméstica. Y lo tenían fácil: podrían haber apostado por continuar lo que ya conocían y nadie se lo habría echado en cara, al contrario. La cuestión es que su osadía nos ha deparado una gran aventura exclusiva que es la envidia de la nueva generación.
¡Muchas novedades!
Puede que estemos ante el videojuego del fontanero con más ítems jamás vistos, y aunque disponemos de algunos clásicos imprescindibles de la mitología Mario, el disfraz de gato es el que ha caracterizado a la presente aventura. No es la primera vez que en un título de la franquicia se apuesta por acomodar los escenarios a los diferentes accesorios a los que accede al protagonista, pero aquí esa decisión viene acompañada de una serie de circunstancias que invitan al jugador a explorar y encontrar los diferentes recovecos de cada escenario a base de zarpazos y maullidos. Ágil y útil, el cascabel es muy probable que haya venido para quedarse.
No serán los únicos: en Super Mario 3D World unas frutas duplican a los protagonistas por el escenario y se crean situaciones del todo absurdas e desternillantes que harán que en la cara de los jugadores se dibuje una sonrisa en más de una ocasión. La llamada sonrisa Nintendo, esa experiencia que parece que únicamente saben provocar los hombres de Iwata se repite con cada escenario y con cada tono musical. Dicho apartado brilla, y ha deparado ya algunos temas memorables que difícilmente serán olvidados por los que disfrutaron de la obra a los mandos de WiiU. Todas y cada una de las canciones que componen la banda sonora del juego son absolutamente deliciosas, y deja algunos temas que ya son prácticamente historia de la música de Mario.
Genial en solitario, mejor acompañado
La modalidad para cuatro jugadores es, como decíamos en líneas superiores, espectacular, pero desde Nintendo se ha apostado por crear experiencias cooperativas que nos arranquen, de nuevo, alguna de esas sonrisas míticas o que, en definitiva, nos impulsen a colaborar entre jugadores para avanzar en la partida. Una de esas características es la del nuevo amigo de la familia, Nessie, un dragón que permite que nos subamos a su lomo y que es controlado simultáneamente por los cuatro jugadores.
En el campo de lo competitivo, la batalla por la corona de cada jugador llevará a perder vidas y tiempo de forma apasionantemente absurda: cada vez que nos dañen perderemos la corona, al acabar el nivel, el que tenga más puntos se verá coronado. Acabar la pantalla con el adorno puesto supone un gran bonus que te convertirá prácticamente en el ganador. Explicado así te dará igual, pero una vez te pongas a jugar, no sabrás cómo, habrás perdido una vida importante tras ver la corona sin vigilancia junto a un precipicio. Entonces entenderás a qué se debe tanto amor por un multi de Mario, algo que para muchos se antojaba casi absurdo cuando supimos qué tenían entre manos en las oficinas niponas.
Super Mario 3D World es, en una palabra: incombustible
Mario es Mario, y muchos nos equivocamos al valorar con demasiada alegría y poca lógica esos primeros vídeos que se mostraron del juego. Nintendo nos ha dado un guantazo en la cara, y si va a seguir pegándolos así, estaré encantado de poner la otra mejilla cuantas veces sea necesario para llenar la ludoteca de su nueva máquina de obras como ésta.
En resumen: ¿Tienes WiiU? Debes tener Mario 3D World. Sin más. Y si el próximo es Galaxy 3, nos vamos de peregrinaje a Kyoto y por el camino, de risas, sin problema.
