The Wolf Among Us: Faith Análisis
Había muchas ganas de comprobar cómo la fórmula de The Walking Dead era capaz de adaptarse a otras series, más si pensamos que Lee y Clementine son una invención de Tell Tale Games; pero ¿qué ocurre si se nos concede el azar de un tipo con una personalidad ya formada? Con esa duda por resolver, nos embarcamos en el primer capítulo de The Wolf Among Us: Faith
Si habéis leído o coqueteado con el trabajo de Bill Willingham, sabréis que hay material de sobra para que la desarrolladora proponga su narativa basada en decisiones morales. Los hijos de los cuentos populares, desde uno de los componentes de Los Tres Cerditos hasta Ricitos de Oro, todos, tienen algo que ocultar; como poco: un pasado siniestro que han arrastrado a nuestro mundo.
Desterrados de la tierra de Las Fábulas por un misterioso y cruel enemigo, El Adversario, se ha decidido hacer borrón y cuenta nueva, el pasado, pasado está. También para Bigby, el lobo feroz; pero aunque gracias al hechizo conocido como “glamour” ya no muestre dientes, cola ni patas, nadie ha olvidado lo que le hizo pasar a Caperucita Roja y a tantas otras fábulas.
En The Wolf Among Us: Faith nos convertimos en el lobo
Nosotros lo encarnamos a él. Odiado por muchos y amado por unos pocos, Bigby es el sheriff del lugar y se ha producido un asesinato. La víctima no es cualquier persona, es una fábula, un ser procedente, como el mismo lobo, de los cuentos de hadas. Y eso que matar a una de estas criaturas no es nada fácil, son eternas y duras, más que un vampiro; claro que, como a ellos, el destino fatal les llega si les separa la cabeza del resto del cuerpo.
La investigación no se presenta como una tarea sencilla, todo aquel a cuya puerta llamamos nos recrimina nuestras acciones del pasado, “Bad Big Wolf”, nos llaman entre burlas. Lo interesante es que ellos son débiles, nosotros no ¿Nos tomaremos la justicia por nuestro mano o apelaremos al diálogo?
TellTale Games nos lleva a preguntarnos qué haríamos si fuéramos todopoderoso, y lo supiéramos.
Pero romperle la cara a alguien porque no colabore acarrea consecuencias. Él y otros tantos sufrirán por lo que hemos hecho, dejarán de confiar en nosotros y eso afectará a sucesos futuros. Este trabajo está llevado con elegancia y buen hacer, pero se nota que es un testeo de lo que se querrá mostrar en el futuro. Si habéis jugado a la primera temporada de The Walking Dead ya lo sabréis: TellTale Games mejora con cada nueva entrega de su serie. Saben aprovechar la naturaleza capitular de la misma, y aunque apunta maneras nuestra relación con Bigby, falta trabajo en la escala de grises que debería haber entre estrellarle la crisma a alguien o ser un maldito pusilánime. El juego nos pide rolear, preguntarnos qué tipo de Bigby queremos ser y actuar en consecuencia. Si obramos de manera errática, obtendremos una conducta de similar condición.
Si optamos por la vía violenta, a veces no dependerá de nosotros, descubriremos unas escenas de acción pulidas con respecto a lo que la desarrolladora nos tiene acostumbrados. Siguen siendo QTE, pero funcionan, se hacen la mar de entretenidos y son un alivio entre tanta tensión. De todos modos, lo que sí que hay que castigar es la desastrosa interfaz. Más de una vez he perdido por no saber qué stick debería haber pulsado, si el izquierdo o el derecho.
Una maravilla a nivel técnico
Técnicamente el videojuego es hermoso, con un tono cartoon oscuro, de colores cargados y contrastes, generando una acertada atmósfera de detectives y misterios a resolver a su alrededor. Sin embargo, es todo altamente sencillo, no se muestra en pantalla ningún prodigio técnico. Por este motivo, no se entiende lo mal que rinde el juego en videoconsolas, con tiempos de carga excesivos, ralentizaciones, melodías que entran tarde, etc.
The Wolf Among Us: Faith va cortito de duración, apenas un par de horas que se transformarán en diez cuando alcancemos el final de la serie, uno al que querremos llegar, sin duda, ya que pese a los fallos y a la necesidad de apuntalar mejor al personaje principal, se acaba formando una aventura de investigación muy atractiva, con un cliffhanger magistral.
En futuras entregas tocará, eso sí, librarse de los clichés de las películas de detectives: prostituta muerta, humo, la noche; y añadir más del mundo en el que se inspira. Pero lo visto aquí: el acabado de sus personajes, la trama que se inicia y los combates, convence como para afirmar que es un buen comienzo, y un muy buen digno sucesor del excelente trabajo que fue The Walking Dead.
