Profesor Layton vs Phoenix Wright : Ace Attorney Análisis

Resulta que Japón está algo fastidiado en lo que a su industria del videojuego se refiere, pero ahí está Level 5, capitaneado por Akihiro Hino, un señor que se está dejando la vida probando diferentes mezclas de ideas para tirar para adelante él solo con toda la isla. Bueno, quizá estamos exagerando, pero es que somos muy fans de su trabajo y de su obsesión por no ceder a intereses occidentales como otros (ejem, ejem, Resident Evil 6, ejem, ejem).

Tras darse un revolcón con el estudio Ghibli y cosechar otros cuantos millones con Inazum Eleven 3, se lanzaron a una nueva aventura: mezclarse con Phoenix Wright. ¿Por qué? Pues a ver, ¿por qué no? Tuvieron que ceder el control creativo al padre de la saga del abogado, pero eso también les pareció una buena idea.

El Profesor Layton vs Phoenix Wright nos presenta un híbrido como pocos

Tras cuarenta horas de puzzles, chistes blancos, cuestiones morales, lecciones infantiles sobre la vida y un montón de cosas más, podemos decir tranquilamente que agradará a los fans de ambas sagas por igual. No es la experiencia más purista de ninguno de los dos juegos, pero funciona todo bastante bien porque, vaya, las dos experiencias nunca se terminan de mezclar del todo.

Como juntar sus dos mundos sería algo estrambótico por la diferencia de tono de fondo, el estudio ha creado un tercer lugar ajeno a los dos: se llama Labyrinthia y es algo así como una Atlántida medieval.

Juntos, que no revueltos

Así, durante todo el primer acto, el juego es un clásico Layton: con sus puzzles, sus lecciones, sus explicaciones para tontos, sus cinemáticas bellísimas y todo eso. Pero en cuanto se salta al segundo, la dinámica cambia y el juego funciona como un Phoenix Wright al que se alternan fases de exploración con Layton y Luke.

Los juicios son especialmente graciosos porque Wright no tiene ni una sola de sus herramientas habituales, aunque al menos podrá usar los picarats encontrados por el dúo de detectives para hacer más sencillo el trance. En cierto modo, el abogado tiene que ceder su mecánica a los jugadores de los Layton, pero no pasa nada: estamos seguros de que participar en este juego le beneficiará y dará fama entre jugadores que ni lo conocían.

Pasado el ecuador del juego, los dos juegos se revuelven y mezclan con suficiente tino. Es una puñeta tener que esperar tanto para que el juego sea lo que promete el nombre, pero al menos demuestra tener más opciones y un ritmo que va acelerándose y evolucionando muy bien. Y la interacción de los personajes es lo más, por supuesto.

Pero no todo es perfecto

No sabemos exactamente por qué, pero el entorno fantástico esta vez no funciona tan bien como en otros juegos. Quizá es porque es un mundo extraño a ambos o porque a Wright no le pegan ciertas cosas, pero Labyrinthia no va a ser de esos lugares que los fans de la saga albergarán en su memoria.

La ausencia de secundarios de ambas sagas también se hace notar, incluso si es algo comprensible dada la colisión de mundos y que habría muchos implicados si se empezaran a lanzar secundarios sobre la parrilla, pero qué menos que algún cameo.

La trama tampoco es todo lo ingeniosa que cabría esperar y se convierte más que nunca en un trámite para enlazar puzzles o pistas. Siempre ha sido así en ambos juegos, pero el toque de misterio que une a ambas franquicias, cada uno en su tono, no está presente ni consta de la misma calidad que tienen por separado.

Un notable crossover

Al intentar ser fiel a ambos juegos, Shu Takumi, el director del proyecto y padre de la saga Phoenix Wright; ha conseguido un juego más descafeinado de lo que le caracteriza. Pero aún así, los puzzles y los juicios son lo suficientemente entretenidos para paliar el resto de aspectos menos brillantes. Los fans de ambas sagas están de enhorabuena.