The Banner Saga Análisis

    The Banner Saga es un juego de estrategia lleno de melancolía y belleza, como un atardecer de invierno. Y no hay mejor metáfora para definir este juego. Este es nuestro análisis

    Los juegos de tomar decisiones están de moda, pero ninguno lo hace como The Banner Saga, donde eso de que “cada decisión importa” es una cruel realidad. Y no hablamos de un juego puramente de rol ni nada por el estilo: si el juego de Stoic se parece a algo sería a un juego de estrategia donde los fríos datos de recursos y de moral están arropados por la calidez humana durante la larga travesía de unos pobres nórdicos.

    En The Banner Saga cada muerte es una tragedia

    Pocos juegos pueden hacer que el jugador se sienta culpable por entablar una batalla que no era del todo necesaria: un error y habrás perdido a un personaje al cual probablemente conocías bastante bien y que te importaba hasta cierto punto. Es una versión al 11 de lo que ocurre en XCOM o Fire Emblem, juegos con los que The Banner Saga comparte cierto gusto por los escenarios en cuadrícula y lo turnos de ataque.

    Le cogeremos cariño enseguida a estos adorables vikingos


    Stoic se ha sacado de la manga un juego por turnos que a su vez te lleva a pensar en cuestiones de poder y liderazgo dentro de tu grupo de guerreros: cada paso que se da, acertado o en falso, afectará a la biografía del pueblo que te sigue por el mundo. The Banner Saga se esfuerza en que cada consecuencia te afecte emocionalmente además de jugablemente, y lo consigue prácticamente siempre.

    ‘Winter is coming’

    La primera entrega de la trilogía de The Banner Saga (que por fortuna se va a realizar le guste o no a los fascistas de King) empieza tras el fin del mundo. El Ragnarok, por ser precisos. El Sol está parado en el cielo y los Dredge, unas criaturas malignas, descienden desde el norte para acabar con el hombre. Y la aldea protagonista del juego decide emigrar al sur en busca de la esperanza. Así de triste y de sencillo.

    Por momentos nos recordará a Game of Thrones

    Lo que sucederá a continuación, sin embargo, no será fácil sino que será posiblemente todavía más triste: como protagonista de la historia, el jarl Rook tendrá que guiar al pueblo por una lineal progresión por el mundo, que rápidamente se muestra peligroso, no solo por quienes lo pueblan sino por el hambre y la difícil supervivencia en el clima. Es una mezcla perfecta de Juego de Tronos y The Walking Dead, efectivamente.

    Casi como en casa

    Los días pasarán, la comida se agotará y los Dredge atacarán, mermando tus tropas. Cada poco tiempo, la moral de la caravana decae y hay eventos: personas perdidas, emboscadas enemigas… y la decisión de qué hacer recae en el jugador y en su alter ego en el juego, que se juega el cuello siempre y que pagará las consecuencias a corto o largo plazo, eso dependerá del viaje.

    The banner Saga

    Y de cuando en cuando, será necesario hacer un campamento para mejorar a los guerreros o, si hay algún sitio civilizado cerca, comprar más recursos. Es en estos momentos donde más avanza la historia: los pueblos y ciudades tienen cierta vida y plantearán acontecimientos con una buena carga moral que, sin embargo, ocultan perfectamente sus consecuencias.

    Es impresionante cómo los cambios en la gente y en la historia van sucediendo y sorprendiendo, todo es tan inesperado como la vida real. La obsesión y el cariño que se le coge a la tribu pesará tanto en la balanza de las decisiones como la necesidad racional de hacer sacrificios.

    Estrategia, pese a todo

    Contado así, es fácil olvidar que, ante todo, The Banner Saga es un juego de estrategia con cuadrículas y retículas. No es realmente complejo, pero tampoco tan sencillo como para no llamar la atención de un aficionado al género. Y si hay que destacar un elemento innovador, éste será que todas las unidades cuentan con armadura y fuerza. La primera es el umbral de daño que cada personaje absorbe por impacto y la segunda determina la vida de la unidad y su capacidad para hacer daño.

    The Banner Saga es un juego de cuadrículas


    Con cada ataque, primero hay que decidir qué se ataca, si armadura o vida y fuerza. Atacar la armadura supone llevarse un golpe importante a cambio. Herir la vida y la fuerza suele evitar este problema, pero el daño infligido puede ser minúsculo si la armadura del enemigo es pesada. Por último, es posible hacer uso de un recurso muy escaso, la fuerza de voluntad de las tropas, para hacer más daño y tener movimiento. En definitiva: son todo decisiones que importan, y mucho.

    El nivel de riesgo y de satisfacción solo ahonda más aún en lo potente que es The Banner Saga como juego de moral y de personajes. El combate es rico y entretenido, aunque se agote al final con la repetición y con los constantes enfrentamientos contra los Dredge, que acaban siendo todos unos enemigos clónicos y aburridos.

    The banner Saga

    Perfecto para quienes busquen algo diferente

    The Banner Saga es un juego tan raro como bonito, hecho artesanalmente por un grupo de fans de la estrategia y con un grupo de guionistas bastante inteligente detrás. Es un juego con personalidad y que da mucha calidez a un género donde se juega con un grupo de cifras con patas. Hay ganas de que la trilogía avance rápido, ciertamente.

    9

    Pros y contras

    • Un gran sistema de combate
    • Cada decisión pesa y te sientes cerca de los personajes
    • Preciosista, su apartado gráfico no te dejará indiferente
    • Que te dé rabia quedarte a medias de la historia
    • Que no te guste el género de estrategia
    • A veces es repetitivo

    The Banner Saga

    Disponible desde 14 january 2014

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