Persona 4: Golden Análisis

Como port, es fantástico. La pantalla de la PSVita vuelve a descubrirse como un escenario perfecto en alta definición para que los colores brillen, algo que le viene que ni pintado a los amarillos tan intensos de Persona 4: Golden.

Pero esta nueva edición Golden va más allá, ajustando elementos del guión que resultaban un tanto confusos en PS2, añadiendo un nuevo personaje y una mazmorra a la trama, y enriqueciendo el catálogo de una consola al que este Persona 4: Golden le hacía tanta falta como el agua a un pez.

Persona 4: Golden nos trae algunas novedades

Los JRPG siempre se han identificado, desde mediados de los noventa, por presentar aventuras basadas en el crecimiento de su héroe.



Final Fantasy fue el pionero en esta manera de entender un juego de rol con su Final Fantasy IV, que siguió hasta nuestros días; pero en el caso de Persona 4: Golden, la obsesión de Atlus por presentarnos un videojuego cimentado en sus personajes, sus emociones, sentimientos, miedos y dudas es el “todo” del título. Define, por supuesto, la trama general del juego.

Encarnamos a un chico que llega a una zona rural, a un pueblo de Japón. En él, en Inaba, se suceden una serie de terribles asesinatos que tienen un factor en común: el canal de Medianoche.

Corre un rumor que reza que si te quedas mirando la pantalla del televisor en una medianoche lluviosa verás al amor de tu vida, pero lo que en realidad se ve es a la persona que aparecerá muerta al día siguiente; y esta actúa de manera extraña en la emisión, del modo en cómo es ella realmente.

La cara que oculta al resto de la gente se revela en la pantalla con tanta fuerza que es capaz de crear una fortaleza para su corazón. Tras una serie de encuentros y desencuentros, tú y tus amigos deberéis internaros en el mundo televisado, superar las barreras y salvar a esa persona haciendo que se dé cuenta de que no puede vivir sin aceptar a ese ser que habita en su corazón.

La sociedad japonesa y su “qué dirán” escribe la trama de este juego.

Eso significa dungeons duras, exploración y combates por turnos contra enemigos que parecen salidos de una pesadilla extraña.

En estas luchas luce a gran nivel este Persona, entregando un buen número de posibilidades estratégicas que se fundamentan en averiguar la debilidad de nuestro enemigo, castigarlo y encadenarlos. Para pelear empleamos unas criaturas, a modo de Pokémon, llamadas, sí, Persona.

Estos seres son los que activan nuestros distintos poderes, los hechizos de viento, fuego, etc que tumban a los rivales si acertamos con su talón de Aquiles.

Lo interesante del título es como estos seres se integran en la trama y en su desarrollo. Cuando no estamos batallando o intentando salvar a algún alma desdichada, vamos al instituto, trabajamos, quedamos, ligamos o bajamos con los colegas a comernos un buen tepanyaki.

Los Persona que llevamos equipados mejoran en tanto que lo hagan las relaciones que tenemos con nuestros compañeros de clase, jefes o aliados. Así, tendremos que realizar un calendario, y respetarlo, para acudir al aula, escoger si quedamos con una o con otra, con un colega o con aquel. A medida que avanzamos en nuestras relaciones con distintos personajes seremos más fuertes, sí, pero también conoceremos en mayor profundidad la personalidad de quienes nos rodean.

Todos los elementos del juego: narración, combates, relaciones, simulador social... están fantásticamente hilados.

La trama se enriquece en función de nuestros decisiones, una de por sí fantástica y que oculta muchos secretos, varios finales por descubrir y más de 80 horas de diversión. En términos de accesibilidad, esta versión Golden resulta más fácil que su original de PS2. Antes, si caías en combate en el interior de una mazmorra, habías de regresar al último punto de guardado. Ahora, empiezas al principio del último piso en el que te encuentres.

También se ha añadido una funcionalidad online, puedes pedir auxilio a otros jugadores que estén disfrutando del Persona 4 y que estén en la mazmorra, te rellenarán un poco la vida y los puntos de habilidad y te darán mensajes de ánimo. Por supuesto, la mayoría de ellos son pregenerados por la máquina.

Persona 4 es un título imprescindible y su port a Vita no deja de confirmarlo. Largo, con contenido, con una trama soberbia, unos combates formidables y elementos de simulador social que alegran su desarrollo. Si tienes una Vita, tienes que tener Persona :4 Golden.