The Walking Dead: Amid the Ruins (Temporada 2 - Episodios 4) Análisis

Amid the Ruins ya está disponible para su descarga y disfrute. Con él, nos acercamos a uno de los desenlaces más esperados: aquel que transformará a Clementine en algo totalmente distinto a lo que conocemos: quizás en una adulta, quizás en una despidiada superviviente, quizás...

Clem ya no es una niña, es algo obvio. Las decisiones se suceden, cada vez son más crudas, pero a la vez el videojuego se empeña menos en hacérnoslo obvio; y es que Clem está ya más que acostumbrada a dejar gente atrás, a no poder hacer avanzar a aquellos que se han rendido o que, simplemente, ya no pueden más.

El peor enemigo ya no es tampoco el hombre, sino uno mismo

Dos personajes que destacan por encima de todo: la propia niña, ya adolescente, y Jane: una mujer pasada de todo aunque con una herida que no cicatriza. Ella se descubre como la nueva mentora de Clem, tras Lee, se acaba la esperanza de un mañana mejor. Jane te enseña a aprovechar el hoy, a ser consciente de la realidad devastada de la vida, aconsejándole a Clem cómo sacarle partido.

En este Amid the Ruins se mantiene la idea del anterior: el mundo no es de los viejos, porque ellos piensan que algo cambiará y que todo será como antes. Es de aquellos nacidos con la sangre zombie empapándoles la cara.

Craster lo sabía, Jane lo sabe y ahora Clem también. El videojuego encierra una de las secuencias más duras de la temporada, y se desarrolla de una manera casi aséptica. Apenas hay duelo, ni dolor, ni trauma. Sucede, y a otra cosa. Los mayores empiezan a ver en la muerte un dulce descanso, los jóvenes comprenden que los demás son una carga... ¿Cómo acabará esto?

El cambio generacional es la premisa de toda la temporada

A nivel jugable, el juego mejora. Lo hace con estilo. Las enseñanzas de Jane se traducen luego a la jugabilidad, ella la ordena. The Walking Dead peca de no tener muy claro cómo llevar a cabo sus combates: dispara aquí, golpea a eso que se mueve... No acaba de concretar unas rutinas claras, para eso está Jane.

Nuestra mentora introduce algo muy interesante en lo que a QTE se refiere: si alguien te dice que ejecutes un movimiento de una manera concreta para acabar con un zombie, es lógico que esa acción se produzca con dicho modo de interacción. Así, el Quick Time Event se revela como la mejor manera de reproducir una acción concreta.

Una de las pocas veces que vemos un QTE con sentido

Parece una tontería, pero consigue sacudirse esa cosa tan horrorosa de “ponen QTE porque no se les ocurre una manera mejor de representar esa acción”. Ojalá continúen por este camino, de modo que Clem, al principio tenga movimientos erráticos, decisiones dentro del QTE que no son las mejores para, poco a poco, ordenarse hasta ser unas concretas que funcionan.

Amid the Ruin deja muy claro quienes son pastores y quienes son borregos, saca lo peor de ti, te hace dejar de sentir pena o culpa, te enseña a ser la persona que tienes que ser para sobrevivir y menosprecia a los que siguen preocupándose de estúpideces que ya no son propias de este mundo.

Y tiene un cliffhanger soberbio. Esta segunda temporada demuestra que aunque en The Wolf Among Us la división en cinco capítulos lastró la experiencia final, aquí la mejora, porque acentúa los hitos y las etapas del crecimiento de Clem, que se traduce en el jugador convirtiéndose este en un lobo que solo piensa en la supervivencia.

El final de esta temporada te va a dejar con la boca abierta

Con Amid the Ruin, Telltale Games nos descubre que las decisiones no están ahí para tejer ninguna historia, sino para que seamos nosotros los que pulsemos el gatillo, para que el jugador se vea a sí mismo como ese malnacido que siempre criticó en las películas de supervivencia. Ese “capullo” es el que sobrevive. Clem está de camino de serlo, y es fantástico, más con una tercera temporada ya anunciada.

En conclusión, si todavía no os habéis comprado esta temporada, ya debéis saber que merece mucho la pena, y sin duda, más que la primera. Aunque, bueno, a la primera también le llega... Que os compréis las dos, demonios. Lo peor es no tener todavía fecha para la emocionante conclusión de esta second season.