Metro: Redux Análisis

    La saga Metro es una franquicia de shooters diferentes, a medio camino entre la supervivencia y el terror, y se merece más atención de la recibida. Este es nuestro análisis de la rematerización de Metro 2033 y Metro: Last Light.

    Sabemos que a estas alturas todo el mundo está cansado de las remasterizaciones, pasadas y futuras, de juegos de la anterior generación, pero nos cuesta no defender el caso de Metro: Redux, que incluye versiones mejoradas, en gráficos y en jugabilidad, de Metro 2033 y Metro: Last Light, dos juegos de 4A Games.

    ¿Por qué queremos defenderlos? Porque es una grandísima saga que, por el simple hecho de no llamarse Call of Duty, no tenía un gran marketing y no recibió toda la atención que se merecía su atrevida propuesta de mundo postapocalíptico, dificultad elevada y supervivencia extrema que tan bien funcionan en conjunto con el sigilo y el acento ruso cerrado.

    Metro: Redux, una digna remasterización

    Ponerse a jugar a Metro: Redux es un ejercicio complicado, tal como hemos hecho. Por un lado, no se nota el salto gráfico que sí pudimos ver en otra sesión de hands-on en PlayStation 4 y Xbox One: las texturas, la resolución, los efectos de luz, todo cuanto puedas nombrar está mucho mejor que en las versiones de ambos juegos para PS3 y Xbox 360.

    Es un salto estratosférico en esos casos, pues el juego tiene casi 3 veces más resolución. En PC, la cosa es diferente: los juegos se ven casi igual, incluso a pesar de que Metro 2033 se ejecute sobre el motor de Metro: Last Light, que tiene efectos más avanzados y todo eso. Gráficamente, en todo caso, sigue siendo sobrecogedor.

    El mundo es tu enemigo

    Los páramos de la Rusia postapocalíptica están helados, tomados por la naturaleza tras ser destruidos por el hombre, y cada esquina esconde una pequeña parte de toda esa historia. Y todo ello está al servicio del terror y de la jugabilidad, de hacer cada encuentro con el enemigo una trampa mortal, sobre todo si juegas en un modo difícil.

    Pero el exterior es solo una parte de los juegos: los canales subterráneos que antes alojaban trenes, ahora dan cobijo al hombre, hundido en su miseria y que tiene que sobrevivir al hambre, la escasez y a los líderes políticos de todos los bandos, tanto nazis como comunistas.

    Dificultad y ambientación se dan la mano

    Si decimos que la saga Metro es diferente a otros juegos del mismo género es porque se juega bastante distinto a, por ejemplo, un Call of Duty. La infiltración es clave y siempre es la mejor opción para evitar el malgasto de balas, que son un bien escaso (sobre todo las balas sin reciclar, las nuevas, que hacen mucho más daño), además de la más divertida.

    Es verdad que Metro 2033 no tenía ni tiene la infiltración tan desarrollada como Metro: Last Light, que hasta modifica su final en relación a esto, y que podía desesperar un poco, pero más de uno diría que eso forma parte de la peculiar dificultad del juego, que está más presente en lo difícil de sobrevivir, curarse y conseguir balas que en el daño que hace el enemigo.

    Cuenta las balas

    Obviamente, las bestias del juego aguantan las balas como campeonas y hay momentos donde lo difícil es sobrevivir a un combate, pero en el mayor de los casos es la tensión constante, el sentir que no tienes las herramientas necesarias para seguir jugando lo que más crea esa idea de que estos juegos son difíciles de narices.

    Esto es evidente porque no te curas automáticamente, sino con botiquines, o porque, cuando sales fuera de los raíles del metro, el aire está contaminado y tienes que usar una máscara de gas cuyos filtros se cambian cada 5 minutos (y se agotan) y que te pueden romper si te golpean muchas veces. En definitiva: hay que sobrevivir al mundo tanto como al enemigo.

    Que sí, que hay cambios

    Ya hemos dicho que las sensaciones de terror, tensión y dificultad son las mismas que antes en ambos juegos, pero ahora hablemos de los cambios. Lo más importante son el nuevo menú radial que hace más fácil el acceso a las diferentes armas, balas y objetos así como los modos de supervivencia y dificultad.

    Por un lado, hay que elegir el tipo de juego que se quiere: de supervivencia, donde todo escasea y el sigilo es más importante; o de espartano, donde la acción predomina y hay más munición. Y elegido el modo, hay otros cuatro tipos de dificultad, que van quitando munición, vida y elementos del HUD cuanto más dificultad se escoja.

    Ciertamente, en el modo supervivencia con la mayor dificultad, el juego es extremadamente difícil, pero también muy satisfactorio. Ahora bien, no se lo recomendaríamos a nadie que no haya jugado previamente a estos juegos, la primera partida mejor con elementos del HUD presentes y algo de munición y algunos botiquines.

    Una perfecta introducción a la saga Metro

    Gracias a los cambios que se pueden introducir en la jugabilidad, que son estupendos aunque siempre accesorios – es posible jugar tanto Metro 2033 como Metro: Last Light, tal y como fueron concebidos en su día – Metro: Redux es ahora mismo la mejor manera de introducirse en esta estupendísima saga.

    Quienes busquen un FPS diferente, lo han encontrado. Y quienes ya lo hayan jugado previamente, tienen la oportunidad de jugarlo mejor si lo hiceron en PS3 y 360 o pueden directamente obviarlo si lo tienen en PC, aunque los cambios en Metro Last Light que imitan el estilo de Metro 2033 pueden picarles un poquito.

    Sea como fuere, si podéis, jugad a la saga Metro, tanto si es con Metro: Redux como si es cada juego por separado.

    9

    Pros y contras

    • Un FPS diferente
    • Ambientación sublime
    • Gráficos mejorados en comparación con PS3 y 360
    • Los nuevos modos de dificultad
    • Los aliados, aunque escasos, son muy tontos
    • Que ya los hayas jugado ya o los tengas en PC

    Metro Redux

    Disponible desde 29 august 2014

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