Forza Horizon 2 Análisis
Forza Horizon no sólo nos trae la primera gran experiencia de conducción en mundo abierto de la nueva generación, sino que lo hace de una forma impecable y en una localización inmejorable.
El primer Forza Horizon llegó como un soplo de aire fresco a la saga de Turn10 para darle un giro más arcade y más alejado de los circuitos convencionales, pero aún siendo fantástico, le faltó algo de atractivo. El atractivo justo que tiene Forza Horizon 2, con una mayor libertad y un escenario en el que da gusto simplemente estar.
Forza Horizon nos lleva al sur de Europa
De las carreteras de escasa vegetación y el paisaje árido de Colorado nos vamos la zona fronteriza entre Italia y Francia, una localización inmejorable para que Xbox One enseñe músculo y nos muestre efectos climáticos en tiempo real, vegetación por doquier y, cómo no, cochazos con todo el nivel de detalle que sólo pueden tener en Forza.
Carreteras costeras, colinas y montañas, ciudades y pequeños pueblecitos,... Y a todo esto se le suma todo lo que ahora podemos recorrer campo a través. Nada nos obliga a seguir la carretera mientras que en los eventos de carrera pasemos por los puntos de control, con lo que ahora, la libertad de Forza Horizon 2 tiene menos límites aún.
Y miles de campos de cultivo fueron arrasados
No es más que una pequeña tontería, pero choca el concepto del juego. Horizon es un festival que mezcla musicote y todo tipo de coches en carreras más o menos ilegales (hay radares, pero te puntúan por cruzarlos cuanto más rápido, mejor, claro), y en la puntuación entran extras como chocar con farolas, desmontar terracitas de ristorantes o arrasar viñedos franceses. Choca con el tono classy-cool general que pretende tener Forza Horizon 2.
Salvo por esta nimiedad (que no por ello deja de ser divertido), quizá sólo sea un problema ese tono de festivaleo light, los comentarios del coleguilla organizador Ben, o la actitud de la chica que te tunea los coches y te repara las antiguallas. No hacía falta darle el tono macarrilla de DiRT 2 a una saga que siempre se ha caracterizado por su clase.
Forza Horizon 2 es mucho más que ir de un lado a otro
Pero estos problemillas sólo funcionan como un enlace de un lugar a otro, es cuestión de tutoriales y de conexiones entre pruebas bien planteados que nos hacen querer explorar todo el gigantesco mapeado poco a poco para que no nos sintamos abrumados ante un plano inmenso lleno de iconos. Poco a poco.
Forza Horizon 2 suena a evolución de los juegos de conducción. Ya no es que sea sólo 'un toque más arcade' como el del primero. Esta nueva entrega es tan personalizable y adaptable como Forza Motorsport 5 y puede ser tan simulador como arcade o, si queremos, podemos encontrar un punto intermedio más similar a los Colin McRae o los Project Gotham Racing. Y cuantas más ayudas quitemos, mayores serán los premios.
Más de 200 coches, y querrás unos cuantos
No sólo por el lujo de detalles de cada uno de ellos o por sus grandes diferencias al manejarlos. Forza Horizon 2 nos ofrece más de 200 vehículos y querremos usar muchos por sus diferentes pruebas que nos harán ganar recompensas sin parar, algo que han mejorado con creces con respecto a Forza 5.
Ya no hay micropagos, ya no hay posibilidades de DLC mezcladas entre tu garaje, ya no hay grindeo excesivo para ahorrar para un bólido,... Si nos animamos a ir compitiendo y descubriendo el mundo de Forza Horizon 2, los coches irán llegando sin necesidad de repetir pruebas hasta la extenuación. Volver por el buen camino, todo un acierto.
Experiencias vitales al volante
Además, querremos probar muchos vehículos porque determinadas pruebas nos dejarán con la miel en los labios al hacernos cumplir un objetivo con un vehículo en concreto que luego tenemos que devolver. Experiencias vitales, que llaman, algo que grandes apasionados de la conducción como quienes sueñan con ir al Nordschleife de Nürburgring a pisar a fondo entenderán bien.
Atravesar un bosque de noche en un Lancia Delta, poner un McLaren P1 o un LaFerrari a más de 350 km/h o pasar por delante de un radar en un Pagani Huayra a todo lo que da son algunas de estas experiencias vitales que nos propone Forza Horizon 2, y tras poder catar algunas de esas máquinas... Como para no querer ahorrar unos cuantos créditos y sumarlas a nuestro garaje virtual.
Forza Horizon 2, mejor en club, mejor con amigos
No hay problema en jugar a Forza Horizon 2 en solitario. La mayoría de las competiciones con las que desbloquear novedades en el juego tendremos que correrlas en solitario frente a los Drivatares (IAs que recrean la forma de conducción de un jugador real) de nuestros amigos y otras elecciones de la consola.
Pero Forza Horizon 2, desde sus concentraciones, te anima a que te conectes online, a que formes un club o te unas a alguno como el [XBSP] de Xbox España, y disfrutes viendo mundo con amigos, con o sin competición de por medio, y compartiendo recompensas con todos los miembros de tu Club. Cuanto más conectado, más se disfruta.
Y claro que también cuenta con varios modos de juego online competitivos que van más allá de la simple carrera, como el Modo Infectado, una 'patata caliente' que nos hace tener que tocar a los rivales para pasarles 'la bomba' que detonará sobre quien la tenga cuando se acabe el tiempo. Realmente divertido.
El juego de conducción del momento
Cuesta pensar en cómo se podría mejorar Forza Horizon 2. Quizá los eventos interurbanos y las ciudades en sí no están tan bien trabajadas como en un Project Gotham Racing 4 que compartía espíritu, claro que en aquel las ciudades y los eventos no estaban interconectados por un gigantesco mundo abierto.
Si podemos obviar el tono festivalero, que tampoco molesta, Forza Horizon 2 respira clase y buen hacer. Lejos de la conducción como deporte de Forza Motorsport 5, Forza Horizon 2 es el mejor juego del momento que nos ofrece conducción como pasión. ¿Te gusta conducir?
