Dungeon of the Endless Análisis

    Dungeon of the Endless es una pequeña joya, preciosa, adictiva, pixelada y muy dífícil. La obra mezcla el rogue-like, la estrategia y una buena dosis de tower defense. La mezcla funciona pues está muy bien nivelada, pero no es para todo el mundo. Si no tienes paciencia, este juego no es para ti.

    Para resumirlo, podríamos decir que se trata de aparecer en un punto de un mapa que se genera aleatoriamente y está dividido en salas. Ahí donde aparecemos se encuentra a nuestro lado un cristal amarillo. Pues tenemos que recorrer todas las habitaciones hasta encontrar la salida, volver luego a por el vidrio y empujarlo hasta allí.

    Claro que la cosa no es tan sencilla. Cada cierto tiempo aparecen oleadas de enemigos que pueden matarnos si andamos despistados. Si no cargamos con el cristal amarillo podremos defendernos, pero no si lo arrastramos. Entra entonces en juego nuestro compañero de equipo y la posibilidad de colocar trampas en cada sala, para hacer de esta huida posible.

    Haz tuyo el escenario, prepara tus trampas y corre hasta la salida

    Dungeon of the Endless

    La acción no se desarrolla como puede parecer a simple vista. No apuntamos y disparamos a través de una perspectiva cenital, los personajes funcionan como una peón de un juego de mesa. Nosotros los movemos hasta la casilla-cuarto correspondiente y allí ellos disparan a placer.

    Lo que sí podremos hacer es pausar Dungeon of the Endless y emplear habilidades, o escapar y hacer pasar a los enemigos por los lugares que nos interesa; habitaciones en las que, evidentemente, hemos puesto trampas para rematarlos a placer.

    En Dungeon of the Endless la estrategia, la defensa, la acción y la gestión se dan la mano

    Dungeon of the Endless

    Empezamos con dos compañeros a elegir entre varios, cada uno con sus habilidades específicas; nosotros somos muy fans de la chica rubia que corre que se las pela y de la morena que actúa como un tanaque.

    Estos pueden morir y su defunción será permanente en la partida; pero tranquilos porque podremos reclutar a más a medida que avanzamos por los niveles de Dungeon of the Endless; en cuanto a las trampas, estas son variadas, tan amigas nuestras como nuestros propios compañeros (o más, incluso) y se disponen en puntos concretos de cada habitación.

    Tanto si hablamos de estos artefactos, de la gente a reclutar o de nuestro propio personaje, entra en juego la sección de gestión que presenta Dungeon of the Enless; sencilla pero perfecta para el modelo de juego. A medida que abrimos salas podemos encontrarnos elementos que nos suben distintos stats: ciencia, comida, etc.

    La gestión de los recursos que nos entrega Dungeon od the Endless es un placer

    Dungeon of the Endless

    Cada uno de ellos sirve para varias cosas: subir de nivel, comprar equipo, darle energia a las salas (fundamental para ubicar las trampas) y fabricar aceleradores de producción, que logran que nuestro equipo y habilidad mejore.

    Todo está relacionado, exploramos para mejorar y hacemos nuestras las salas tunéandolas contra los enemigos que se nos acercan. Y cuando tenemos el nivel adecuado, el mapa abierto y las trampas listas, corremos hacia la salida como podemos. Una frenética carrera cuyo éxito es la clave de Dungeon of the Endless.

    Gracias a la generación aleatoria de escenarios, la exploración gana enteros

    Dungeon of the Endless

    Dungeon of the Endless es complejo, difícil de comprender al principio, como un juego de tablero con demasiadas reglas; pero a poco que echéis un par de partidas, y lo comprendáis, encontraréis en él a amigo formidable. Cuenta con un magistral equilibrio entre todas sus partes y lo acompaña con un estilo gráfico pixelado bien animado, colorista y precioso.

    Eso sí, a veces se hace muy cuesta arriba. Nos ha costado lo nuestro pasar de la primera partida a causa de su acusada curva de dificultad y a partir del cuarto nivel el viaje se vuelve en una pesadilla. Es fundamental hacerlo bien desde el principio, puesto que los errores se acumulan y los éxitos previos favorecen nuestra misión.

    Eso sí, Dungeon of the Endless no es para todo el mundo. Exigente y en inglés

    Dungeon of the Endless

    Uno tarda en entender Dungeon of the Endless en toda su dimensión y es fácil caer en la desesperación por lo dicho: porque es muy difícil; pero si os engancha, como a nosotros, lo amaréis sin dudar. Eso sí, está completamente en inglés, y si no domináis el lenguaje, Dungeon of the Endless se os resistirá, aún más.

    9

    Pros y contras

    • La propuesta jugable
    • Sus elementos funcionan muy bien entre sí
    • Estupendo estilo artístico
    • Exigente y adictivo
    • En inglés
    • La música acaba por romper la cabeza
    • Curva de dificultad dura

    Dungeon of the Endless

    Disponible desde 27 october 2014

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