Análisis de Nuclear Throne - El roguelite definitivo

Nuclear Throne es un juego que muchos hemos visto crecer a lo largo de sus dos años en Steam Early Access. Vlambeer optó por lanzar un juego en bragas, donde la jugabilidad era lo único completo y donde ni tan siquiera había un final al uso, pero ya con eso consiguió conquistarnos a muchos.

Así de buena es la jugabilidad de Nuclear Throne: te engancha hasta un punto que no consigues comprender y puede ser tremendamente variada a pesar de que el camino y el destino es siempre el mismo: matar enemigos, acabar con los jefes y conquistar el trono nuclear al final del juego.

Nuclear Throne es un imprescindible de 2015

Nuclear Throne empieza de manera sencillita. Solo tienes dos personajes, Fish y Crystal, y te embarcas en una aventura que no sabes hacia donde te lleva. Pronto aprendes que te lleva a una muerta segura frenta al primer jefe, porque no estás preparado y porque no entiendes las mutaciones, sus efectos y cómo va cada fase.

Poco a poco, vas enterándote de todo esto: sabes que hay un jefe en el tercer nivel de cada mundo completo – a excepción de los mundos de transición –, sabes que puede atacarte una policía del futuro si te cargas un portal interdimensional – que luego sabes que sirve para conseguir coronas que modifican tus drops– y un largo etcétera de circunstancias.

Pero vayamos por partes. Lo primero que aprendes es que puedes cambiar de armas al vuelo, que estas están constantemente apareciendo de cofres o de enemigos muertos y que la munición, aunque se puede conseguir a menudo, es mejor conservarla a base de tiros precisos.

Cada arma de Nuclear Throne tiene un estilo y respira carisma, y aunque no te apañes con algunas de ellas, encontrarás tarde o temprano EL ARMA PERFECTA con la que siempre intentarás hacerte lo antes posible para llegar lo más lejos antes de morir y tener que empezar de nuevo otra partida.

Shooter arcade, alma de roguelite

Sí, efectivamente, si palmas, empiezas de cero. Al fin y al cabo, esto es un roguelite, un juego que ha asimilado principios de los roguelike y que los aplica bajo nuevas reglas. Las normas de Nuclear Throne son bastante lógicas: hay munición limitada, hay puntos de vida que recuperas con botiquines y subes de nivel consiguiendo radiación de los enemigos y de contenedores verdes.

Con cada nivel que subas, podrás elegir una entre cuatro mutaciones aleatorias que van mejorando tu personaje. Escoger las mejores para tu personaje será fundamental, pero en cierto modo la suerte, que te salgan mutaciones adecuadas, determinará también parte de tu destino en el juego.

Empezar siempre desde el principio puede parecer una perrería, y a veces te sentará tan mal perder cuando ya estabas muy avanzado y con mutaciones fantásticas, pero es parte del proceso de aprendizaje del juego y es la mejor manera de conseguir experiencia con cada criatura que manejas.

Los efectos de sonido se te quedarán dentro

Junto con armas y mutaciones, lo siguiente más importante es el personaje que elijas al empezar cada partida. Se van desbloqueando a medida que superas fases y cada uno tiene una habilidad pasiva y otra activa de gran importancia. Si el Crystal tiene más vida y un escudo que repele balas, el Robot obtiene mejores armas y puede zamparse las que no use para recuperar munición y vida.

Elegir tu favorito no será fácil, motivo por el cual lo más recomendable en Nuclear Throne es siempre jugar en random, dejar que el juego elija un personaje por ti y conseguir experiencia con todos ellos por igual hasta que sepas cuál es el mejor para tu manera de jugar. Personalmente, servidor es fan del Robot y del Rebel.

¿En PC o en consolas?

Todos estos elementos sumados no serían nada si el control, los gráficos, el sonido y la experiencia en general de Nuclear Throne no fuera fantástica. No hemos hablado de los enemigos, pero son un punto fundamental en este sentido, no solo por su variedad y su inteligencia, sino porque están muy bien diseñados.

La manera en la que atacan, ya sea errática o fija, cuerpo a cuerpo o en persona, apuntando muy bien o creando un bullet-hell de shoot'em up; enfrentarse a ellos es una delicia que suma más capas de gloria sin adulterar a la ya de por sí bien planteada jugabilidad de armas, mutaciones y clases.

Vlambeer se ha coronado

Nuclear Throne es una obra maestra del diseño de videojuegos que es muy consciente de todas la capas jugables que alberga y que las combina, una encima de otra, para crear uno de los mejores juegos de 2015. Es gracioso, porque por aquí llevamos jugándolo desde 2013 y no ha envejecido ni un poquito.

Ya se con partidas de horas en las que te enfrentas a un jefe que vas a superar por tus narices o en sesiones breves de 5 minutos para ver hasta dónde llegas en esa ocasión, Nuclear Throne nos parece un imprescindible para despedir el año y uno de los juegos que mantendrán vivos a PS Vita.

Porque esa es otra, ¿dónde jugarlo? En PC se maneja mejor, pero el gustito de poder tenerlo en PS4 y PS Vita para jugarlo en cualquier parte es también algo a tener muy en cuenta. Os dejamos a vosotros esa dura decisión, pero hacednos caso: este juego merece mucho, mucho, mucho la pena.