Análisis de Dynasty Warriors 9 - ahora, con mundos abiertos

Algo que no tenía mucho sentido en anteriores Dynasty Warriors era su diseño de escenarios, demasiado rígido y artificial, excesivamente preparado para que el ritmo de juego fuera frenético. Dynasty Warriors 9 transforma esas fortalezas en amplios espacios de juego.

Lo que perdemos es, evidentemente, el frenetismo descerebrado propio del musou. Ahora las peleas son más contenidas, más repartidas en el tiempo e intermediadas por la resolución de misiones secundarias, tareas de recolección, de infiltración, de caza y de pesca.

Dynasty Warriors 9 sacrifica ritmo de juego a cambio de ofrecernos un mundo abierto con mucho por hacer

Dynasty Warriors 9 coge un poco de los grandes referentes de los mundos abiertos que hemos tenido en esta generación. Es fácil ver destellos de The Witcher 3, de Assassin´s Creed Origins o de Horizon Zero Dawn, pero nunca nada está resuelto con el mismo talento. La novena entrega numerada de este musou presenta problemas en todos y cada uno de los frentes que abre con la decisión de ser un mundo abierto, pero eso no quiere decir que escoger serlo sea una mala idea.

Dynasty Warriors pierde en ritmo, pasa de ser un desternillante videoclip a una película de aventuras en la que pararnos, subir de nivel, mejorar a nuestro personaje y luego ir a masacrar a nuestros enemigos, lo que se agradece. La historia se comprende mejor porque el escenario acompaña y poder entrar en las fortalezas a asaltar desde donde queramos también es un plus. Es decir, la idea es buena y nos entrega otro musou divertido con algo fresco que no teníamos, pero se le puede pedir más.

La idea de incluir un mundo abierto es interesante, pero le falta mucho trabajo para brillar

Entendemos que la IA de los enemigos tenga que ser baja para que los combates multitudinarios tengan sentido tal y como este género necesita, pero no que la inteligencia o comportamiento de los habitantes de las ciudades sea tan poco creíble. Tampoco está bien resulta la navegación por los escenarios, haciendo que la exploración sea floja y poco apasionante.

Lo peor de que el mundo de juego no funcione como tal por sí solo es que solo querremos subir de nivel rápido para llegar a nuestro siguiente destino, donde se encuentra lo mejor de Dynasty Warriors 9.

En definitiva, la inclusión de mundos abiertos a la serie es una buena idea, hay detalles que consiguen que este Dynasty Warriors sea mejor que otros e, indudablemente, es un videojuego divertido, pero hay mucho que arreglar en su parte de sandbox para que Dynasty Warriors pueda brillar verdaderamente.

Si vais a empezar a jugarlo, aquí os dejamos con una guía para que lo hagáis con buen pie.