Análisis de Call of Duty: Modern Warfare III - Campaña, Multijugador y Zombis
Sledgehammer ofrece el resultado de 12 meses de trabajo en Call of Duty: Modern Warfare III ¿Merece la pena esta nueva entrega? Campaña, Multijugador y Zombis en nuestro análisis del nuevo CoD
Lo mejor de lo mejor, el grupo de élite formado por el Capitán Price, Soap, Ghost y el resto de la compañía, regresa junto a viejos amigos y enemigos en una entrega que parece a caballo entre la anterior entrega de la saga y un futuro lanzamiento. Lo que empezó planteado como un DLC de Modern Warfare II coge peso y se presenta con algunos aspectos sobresalientes y otros no tanto, tal y como te contamos en nuestro análisis de Call of Duty: Modern Warfare III: Campaña, Multijugador y Zombis.
Una campaña justita
No creo que sorprenda a nadie si digo que hace ya muchas entregas que la campaña se convirtió en la envoltura de regalo de Call of Duty. Un imán para atraer a los usuarios menos dados al multijugador y darles un par de lecciones de combate antes de soltarlos en el verdadero núcleo duro de la experiencia: el pase de batalla y los mil modos PvP y PvE de la saga. Sin embargo, hemos tenido campañas y campañas, algunas mejores y otras peores, y la de Modern Warfare III, a pesar de pertenecer a uno de los arcos argumentales más queridos por los seguidores de Call of Duty, no se encuentra precisamente entre las primeras.
El planteamiento deja claro que esto estaba pensado para servir de DLC, como capítulo intermedio entre Modern Warfare II y un futuro Modern Warfare III al que le han quitado el nombre. Teniendo esto claro, vamos a encontrar una serie de misiones que respetan la estructura clásica de Call of Duty con múltiples propuestas y experiencias que se ven limitadas por mapas ya conocidos y una historia algo descafeinada en ocasiones que tira demasiado de tropos ya vistos en la franquicia.
Hay momentos espectaculares, curiosamente los protagonizados por nuestras heroínas femeninas Farah Karim y Kate Laswell en dos misiones de infiltración que se hacen demasiado cortas. El resto de la campaña, la más breve que recuerdo de la franquicia, ofrece acción y diversión pero se queda lejos de resultar memorable. Se convierte en una propuesta que se disfruta pero no deja poso más allá de lo aprendido -o recordado- antes de saltar a los modos multijugador. Ni siquiera el final, que ofrece una baja importante y deja con ganas de más -de mucho más- logra causar ese impacto que sentimos en las campañas de los primeros Modern Warfare y del sobresaliente Black Ops: Cold War.
Cambios en el modo Zombis
El segundo modo que hemos apurado en Modern Warfare III ha sido la nueva propuesta de zombis, que bebe más de la cuenta de lo hecho en Warzone y cambia las reglas de un modo que, hasta el momento, había estado inspirado en las oleadas y los espacios cerrados. El nuevo planteamiento del modo zombis nos propone un PvE contra zombis y mercenarios de todo tipo en un escenario abierto. Deberemos cumplir varios contratos para solicitar la extracción, y por el camino podremos mejorar nuestro equipo, lootear piezas, nuevas armas, blindajes y petates, y conseguir monedas con las que comprar nuevo equipo. No faltan las zonas sensibles, con zombis más poderosos y enemigos temibles que suelen protagonizar el último contrato para poner las cosas difíciles antes de volver a casa con todo lo conseguido.
El cambio es grande y el nuevo modo zombis podrá no gustar a todos, pero debo confesar que se ha convertido en una de las partes que más he disfrutado de este nuevo Modern Warfare III. Jugado tanto con amigos como con jugadores desconocidos, Sledgehammer ha logrado poner las piezas necesarias para forzar la colaboración y consigue convencer con una propuesta que nos aleja de terrenos ya conocidos y juega con lo ya hecho para modificar las reglas. Caminar por las calles eliminando zombis y cubriendo las espaldas al equipo, entrar en determinados edificios a eliminar a infectados especialmente poderosos y entrar en las zonas peligrosas a por el botín modifica la sensación de Call of Duty con una propuesta que se siente refrescante después de la campaña y unos modos multijugadores más en la estela del cine bélico estadounidense.
Multijugador a prueba de balas
La joya de la corona para la gran mayoría de los jugadores sigue siendo el modo multijugador tradicional, que incluye todos los modos ya conocidos con algunos cambios para justificar la entrega. No faltan las listas de partida rápida con las que liberar estrés y subir las armas y el pase de batalla sin mucha complicación. También se mantienen los modos 'largos' con mapas extensos, y siguen funcionando tan bien como siempre con ofertas multijugador como Guerra Terrestre e Invasión. Modern Warfare III funciona donde debe, y lo hace con un matchmaking sin tiempos de espera y con un rendimiento sólido sin problemas de conexión.
Como novedades, una de las que más me ha gustado ha sido el aumento de salud de los operadores, una excelente medida anti-campeo que permite resistir los primeros disparos a traición, buscar cobertura y dar la réplica apoyando al jugador que mejor juega, y no al más oportunista. Los genios de la estrategia y del campeo deberán volcar sus empeños en otros modos de juego como el de partida rápida extrema, donde la salud baja de forma drástica y los puestos más altos de la clasificación se reservan para los jugadores más ágiles y de tiro rápido. Un campo abonado para amantes de la MP5 y la Fennec 45.
Modern Warfare III en lo técnico
Sledgehammer bebe de Warzone para ofrecer su nueva propuesta dentro de la saga, pero lo hace con un rendimiento y un aspecto visual a la altura de lo que esperamos de Call of Duty. En lo técnico, el nuevo Modern Warfare de 2023 funciona sin despeinarse con entornos muy cuidados, una iluminación a la altura y algunos parajes que cortan el hipo. No faltan el doblaje localizado al castellano con las voces ya conocidas de los personajes -que alguien le de una leche calentita con miel al pobre Ghost- ni las melodías que se adaptan al momento para potenciar la acción y la sensación de estar dentro de una película bélica o un capítulo de The Unit.
A los mandos en la versión probada en PS5 destaca por encima de todo el rendimiento del DualSense y sus gatillos hápticos que cambian la sensibilidad según el arma que estemos usando y la personalización de gatillo que hayamos equipado. La vibración 3D termina por poner la guinda a un pastel que se siente igual de bien al disparar ya sea en campaña, luchando por objetivos en el multi o volándole la cabeza a esos molestos infectados en el modo zombi.
¿Merece la pena?
Puede que Call of Duty: Modern Warfare III no cuente con la mejor campaña de la saga y que el modo zombi haya cambiado las reglas, pero sigue siendo un call of Duty más que digno y que hará las delicias de los que juegan para disfrutar los modos online y liderar los puestos de la clasificación. Es indudable que podría haber dado más de sí, pero sigue siendo disfrutable en todos sus campos, con un modo zombi que, sí, ha cambiado, pero aunque pueda hacerse algo repetitivo sigue ofreciendo una experiencia de juego que se siente fresca y diferente tras la campaña y los modos multijugador más tradicionales.
