Análisis de Dead Island 2 - La muerte nos sienta taaan bien...

Tras una espera que se ha hecho muy larga y pasar su desarrollo por varias, demasiadas manos, la secuela del juego que inventó el género del RPG con zombis en primera persona vuelve de la mano de Deep Silver. ¿Ha salido bueno? Te lo contamos en nuestro Análisis de Dead Island 2: La muerte nos sienta taaan bien...

Análisis de Dead Island 2

Mucho ha llovido desde que el primer Dead Island saliera al mercado. Los supervivientes de los sucesos de Banoi hemos esperado mucho tiempo para poner nuestras manos en su secuela. Mientras sus creadores en Techland se dedicaban al parkour y las megaciudades, Dambuster optaba por recuperar la esencia original y desarrollar en silencio un título que al final, consigue mejorar la fórmula con un trabajo impecable.

Dead Island 2 nos lleva a Los Ángeles en su particular visión del apocalipsis zombi plagada de humor a raudales y ganas de pasarlo bien. Resulta sorprendente lo bien que le sientan los no muertos a los rincones idílicos de una ciudad cuyos barrios, separados por zonas para no abrumar al jugador, ofrecen una gran cantidad de oportunidades de combate en las que liberar estrés y descargar adrenalina a golpe de mazazo, corte de katana y disparo de arma de fuego.

Combate y posibilidades

Uno de los elementos que destacan en esta secuela es el combate y cómo se lleva a cabo en pantalla. La primera persona deja de ser un obstáculo a la hora de permitir bloqueos, esquivas y movimientos de remate. La localización de golpes se une a la detección del tipo de daño de cada arma para dar como resultado un espectáculo gore con unas animaciones muy conseguidas en los enemigos. Esquivar, bloquear y golpear es tan intuitivo como gratificante, especialmente una vez le cogemos el truco a sus mecánicas, que permiten mucho más que simplemente enarbolar nuestras armas contra los cadáveres andantes.

El combate a distancia no se queda atrás, consiguiendo al fin que usar armas de fuego sea tan gratificante en Dead Island 2 como en cualquier shooter bélico. Se acabaron las penalizaciones y la escasez de munición: HELL-A se convierte en una gloriosa galería de tiro en la que podrás volarle la cabeza a los zetas con el revólver pesado, quitarte de encima a la horda con la recortada, aniquilar zombis a distancia con el rifle y destrozarlos con la pistola de clavos, por poner unos pocos ejemplos. A esto se une una serie de objetos arrojadizos como shurikens, bombas y granadas, que en esta ocasión funcionan como habilidades con tiempo de refresco que no tendrás que reponer una vez los encuentres.

Usa el entorno

Una vez más podremos usar el entorno, pero si en juegos de zombis anteriores la cosa no quedaba muy allá, en Dead Island 2 han trabajado mucho para hacer que todo sea dinámico, intuitivo y funcione como toque. Los zombis son zombis, muertos vivientes idiotas, y esto nos va a permitir usar todo lo que encontremos en el entorno para acabar con ellos con facilidad. Usa el agua y la electricidad, prende fuego al combustible, aprovecha las alturas o derrítelos en un charco de ácido. la decisión es tuya.

Más allá de las zonas de peligro del escenario, podrás crear tus propias estrategias aprovechando bidones de agua, ácido y combustible, baterías eléctricas, barriles y el daño elemental de tus armas personalizadas. Apaga el fuego para llegar a nuevas zonas, usa el bidón de ácido para crear trampas, lanza la batería para electrocutar a los zetas... Dead Island 2 está hecho para disfrutar con la masacre de zombis, y estas posibilidades añaden un pequeño plus que te permitirá gozar como un enano mientras tratas de continuar tu lucha por ser la cura que la humanidad necesita.

Habilidades y personalización

La personalización y construcción de armas sufre una evolución seria con la inclusión de nuevas formas de mejorar tus armas, aplicarles daños elementales, ventajas de varios tipos e incluso 'efectos zombi' que aprovechen lo aprendido en tu lucha contra los no muertos. Todas las armas son personalizables, tanto las de cuerpo a cuerpo como las de fuego, aunque tendrás que explorar las distintas zonas y comprar en las tiendas para obtener todos los planos en tu aventura.

El árbol de habilidades también mejora, dejando a un lado las clásicas habilidades que se compran con puntos y modificándolas por un sistema de ranuras y cartas. Según subes de nivel y alcanzas ciertas partes de la aventura, desbloquearás ranuras y ramas de tu árbol de habilidades. En estas ranuras podrás equipar las cartas que consigas subiendo de nivel, realizando proezas, eliminando a determinados enemigos y explorando la zona.

La muerte nos sienta taaan bien...

Dead Island 2 no inventa nada nuevo, pero depura a la perfección todo lo que la saga ha intentado hacer en su primera entrega y en esos mundos de parkour y zombis de Dying Light. El escenario abierto por zonas limita su extensión para invitar a explorar libremente sus rincones sin sentirte abrumado por su tamaño, la campaña puede ser jugada del tirón sin necesidad de farmear experiencia en secundarias, y la jugabilidad va como un tiro, permitiendo que elijamos nuestra forma de luchar y, lo que es más importante, que esta funcione bien.

Más allá de lo bien que funciona la parte jugable, Dead Island 2 ofrece una buena historia plagada de personajes brillantes llevados al extremo. Los diálogos, las diferencias entre cada protagonista jugable y la cantidad de situaciones absurdas terminan por hornear un pastel en el que las guindas las ponen su modo cooperativo, sus extras y un post game que te invita a continuar explorando la zona consiguiendo llaves, cumpliendo secundarias y encontrando a los angelinos desaparecidos. Una propuesta que, si te van los juegos de zombis, posiblemente sea lo más divertido que vas a jugar esta primavera.