Análisis de Halo 5 Guardians - 343 Industries encuentra su sitio

Es posible que lo mejor que podamos decir sobre Halo 5 Guardians es que pasados los doce primeros capítulos es fácil olvidar la obsesión que todos tenemos por apuntar qué Halo ha hecho Bungie, cuáles 343 Industries y cuánto se nota la diferencia entre los unos y los otros. En esta nueva entrega, esa discusión no tiene mucho sentido.

343 Industries ha conseguido que un Halo resulte ser un Halo a pesar de las muchas concesiones que han tenido que hacer de cara a la jugabilidad y de que las dos primeras horas de las diez que dura – esos capítulos que mencionamos – son una yuxtaposición de situaciones que no funcionan del todo bien.

Halo 5 Guardians es un grande dentro de la saga

Curiosamente, esto tampoco es algo bueno del todo. No es que estemos haciendo un tirabuzón maligno para volver a meternos con 343 Industries por hacer más de lo mismo con Halo 5 Guardians, es que pese a las innovaciones jugables en el control, parece que a nivel de diseño de enemigos y de táctica de combate se han quedado a medias.

No hay nada en todo Halo 5 Guardians que no se haya visto en el pasado en otra entrega: las mismas secciones con vehículos, las mismas combinaciones de Covenant atacando en esquemas similares... Aunque nos movamos igual, esos enemigos con escudo que van en parejas los hemos visto cientos de veces ya.

Si todo esto te parece fantástico, estás de enhorabuena: aunque tu conformismo es evidente, vas a pasártelo teta jugando y tendrás esa sensación de que realmente esto es un Halo, y así nos ha pasado a nosotros en ciertos momentos, pero no podemos dejar de pensar que esto podría haber sido aún mejor.

Da gusto pegar disparos

Parte de la gracia de Halo 5 Guardians está, pues, en que da gusto pelear. Aunque hay ciertos ataques especiales y movimientos que muchos puristas de Halo seguramente rechacen por principios más que por lógica, los jetpacks, los powerups y otros nuevos movimientos hacen que pegar tiros en este juego sea una delicia.

Puesto que los enemigos no son del todo brillantes en el apartado de los Covenant, esto empujará a los veteranos a probar nuevas cosas, y ahí nace una nueva satisfacción y una nueva sensación de redescubrimiento de la franquicia que nosotros hemos agradecido una barbaridad y que hace más llevadero el resto de problemas del juego.

343 Industries debe haber empleado mucho tiempo en refinar cómo se juega, pues aunque se hacen muchas cosas nuevas, las sensaciones a los mandos siguen siendo las que deben ser en un Halo: somos más ágiles, pero la sensación de contundencia y peso de los Spartan está ahí y es evidente y gloriosa.

Esta nueva manera de jugar cobra mucho más sentido cuando los Prometheans entran en juego. Gracias a unos muy necesarios cambios en su manera de combatir, es un gusto hacerlo en Halo 5 Guardians y es gracias a ellos que el juego remonta bastante pasadas las horas.

¿Mejor cuanta más gente?

No son pocos los que echarán de menos jugar con amigos, en el salón, a Halo 5 Guardians, pero a cambio han conseguido una buena experiencia cooperativa y que funciona muy bien, tanto si son otros jugadores como si la IA maneja a los personajes que falten.

Nos hubiera gustado que los escenarios, grandes y preciosistas, tan detallados que parece mentira que esto funcione a 60fps; estuvieran también construidos para dar cabida a mejores táctica de equipo, pero no es el caso. Además, la nueva mecánica de que te puedan revivir los compañeros es una jodiendia.

Lo es porque morir en Halo te enseñaba un lección, una que no aprendes en Halo 5 Guardians a menos que empieces la partiada directamente en heroico, donde tampoco la dificultad es precisamente una locura, o no lo es en comparación con pasadas entregas.

La historia es pasable

Somos conscientes de que todavía no hemos mencionado al Jefe Maestro en toda este análisis, y eso es porque Halo 5 Guardians se centra bastante más en el Team Osiris, el equipo de Spartan IV comandado por Spartan Locke, que en el Blue Team, el escuadrón de Spartan II llevado por el Jefe.

343 Industries ha conseguido intercalar una historia de duda sobre las motivaciones del Jefe con el nacimiento de un nuevo grupo de héroes que necesitan presentación, pero ha metido bastante la pata en esto último y, como consecuencia, la historia sufre bastante por ello. A nivel de trama, Halo 5 Guardians es regulero.

Se ha desaprovechado bastante la actitud de los secundarios – si tomamos a Locke y el Jefe como protagonistas – y se los ha convertido en meras máquinas de detallar los escenarios y el lore, algo que no está del todo mal en el fondo en una saga tan densa como Halo, pero que no debería haber sido el único papel.

Está claro que el Team Osiris tiene mucho futuro en tanto que este juego parece más una presentación de los personajes. Un desarrollo mayor de sus personalidades habría sido de agradecer, eso sí.

Huelga decir que la campaña mejora bastante hacia el final y que la dinámica de los dos equipos no funcina tan mal como nos imaginábamos que iba a funcionar en un primer lugar. Lástima que las mejores secuencias de ambos sean cinemáticas y no de gameplay.

No hemos jugado al multijugador

No nos atrevemos aún a ponerle nota al multijugador porque hemos tenido muchos problemas de conectividad y antes de su lanzamiento los medios solo iban a poder jugar en un entorno poco realista y que, dado los antecedentes de 343 Industries con los matchmaking de mierda, no hemos querido comentar aún.

En lo que pase de semana, iremos jugando a los diferentes modos con vehemencia y os informaremos un poquito mejor sobre ello, pero todo apunta a que la gran estrella es el modo Warzone, que mezcla ideas de Titanfall (enemigos controlados por la máquina) con conceptos más propios de los MOBA.

Lo dicho, dadnos algo de tiempo y hablaremos sobre el multijugador como dios manda.

No echamos de menos a Bungie

Así pues, en lo que a su campaña se refiere, Halo 5 Guardians puede sacar de quicio tanto a los más fanáticos como a los que buscamos algo nuevo. La historia está muy por debajo de lo que nos hubiera contado Bungie, pero no llega a ser mala y es mejor que la de Halo 4 con diferencia.

Hay muchas y buenas ideas en lo que a jugabilidad se refiere, y eso es lo que más importa después de todo. Ojalá sus personajes fueran más profundos y ojalá no hubiera una mecánica de revivir que estropea toda la importancia de tu estilo de juego, pero en general, jugar es un gusto.

A esto hay que sumar que el juego es bonito de narices y que sus 60fps son estables en casi todo momento, con bajadas inpercetibles en escenas de auténtico caos en sus inmensos mapas. ¿Qué más podemos pedir? De veras, no se echa de menos a Bungie en Halo 5 Guardians.