Análisis de Pacific Drive – Una gran aventura cazafantasmas
Fantasmas, carreteras y muchas ganas de enamorar al público. Te lo contamos en nuestro análisis de Pacific Drive: Una gran aventura cazafantasmas que va directa a nuestro top.
Pacific Drive es el nombre del nuevo
título publicado por Kepler Interactive. Un juego desarrollado por
la buena gente de Ironwood Studio y que resulta un soplo de aire
fresco dentro de un catálogo de videojuegos cada vez más encorsetado. Si quieres
saber más de él, te lo contamos en nuestro Análisis de Pacific
Drive: Una gran aventura cazafantasmas al volante de un coche muy
peculiar.
Análisis de Pacific Drive
La propuesta de Ironwood se podría definir como una aventura de conducción y supervivencia en primera persona, pero nos estaríamos dejando mucho, pero mucho en el tintero. Pacific Drive nos invita a conducir y tiene elementos de supervivencia, pero afortunadamente es mucho más que eso. Una gran aventura cargada de personalidad en la que la auténtica protagonista es una station wagon de los 70. Un vehículo con mucha personalidad propia y que se convertirá, por méritos propios, en la compañera perfecta para sobrevivir a esta aventura paranormal con toques de Alan Wake, Cazadores de Tormentas, Regreso al Futuro y Cazafantasmas.
Pacific Drive nos cuenta la historia de
una mensajera enviada a un rincón perdido del noroeste del Pacífico.
Tras verse envuelta en una extraña tormenta, nuestra protagonista
aparece dentro de la zona de exclusión Olímpica, una región que
lleva décadas en cuarentena y en la que la actividad paranormal
alcanza cotas alarmantes. Tras encontrar una station wagon de los 70,
ambas consiguen ponerse a salvo y refugiarse en un taller
aparentemente abandonado y plagado de extraños aparatos. Con la
ayuda de varias voces que suenan a través de la radio, tendrás que
explorar el terreno, realizar distintas incursiones en busca de
recursos y avanzar por la trama mientras mejoras las herramientas
del taller, investigas nuevos repuestos y aparatos, y armas tu
vehículo con los mejores avances para regresar al mundo real.
¿Te gusta conducir?
Sobre el papel la propuesta de Pacific Drive suena a ya conocida, pero oculta muchos y muy jugosos ases en la manga. En primer lugar, la conducción de nuestra station wagon no se limitará a la mera pulsación de botones, sino que tendremos que interactuar con cada elemento enfocándolo y activándolo mientras conducimos. La llave de contacto, la radio, el freno de mano, las luces y el limpiaparabrisas son elementos independientes que deberemos accionar según vamos conduciendo, lo que convierte la experiencia en algo orgánico y tremendamente divertido. A esto se une el mapa, colocado en el asiento del copiloto, y los distintos medidores de actividad que nos obligarán a girar la cámara para seguir la ruta o comprobar la actividad paranormal de la zona, colocar marcadores y buscar una ruta de escape.
La necesidad de apagar el motor y las
luces para no gastar baterías cuando bajemos del coche para
explorar, o de activar el frenmo de mano antes de bajar del coche si
no queremos que nuestra station wagon se vaya cuesta abajo, se une a
las inclemencias del terreno, los tipos de suelo, la inclinación y
hasta el clima para afectar a la conducción. Por si esto fuera poco,
el estado de los neumáticos también influirá en la fluidez de la
conducción, por no hablar de las distintas anomalías que moverán
nuestro coches, apagarán las luces, encenderán la radio o moverán
nuestro volante.
El resultado final es que todos los
elementos están perfectamente integrados para conseguir que la
experiencia de conducir sea muy potente de por sí, y más aún
gracias a las características propias de este juego de fantasmas. En
primer lugar, nuestra station wagon es mucho más que un simple
vehículo, y pronto comenzará a mostrar su personalidad enviándonos
mensajes a través de una pantalla situada junto al volante,
ayudándonos en la conducción o pidiéndonos ayuda con las luces y
el claxon si se siente amenazada. En segundo lugar, las distintas
anomalías y manifestaciones paranormales afectarán a nuestra
conducción interactuando con los dispositivos, tratando de parar el
motor y haciéndonos colisionar para frenar nuestro avance.
Poniendo tu equipo a punto
Todo esto nos obligará a contar con
las mejores piezas y recambios para nuestra station wagon, lo que se
traduce en la necesidad de viajar a nuevas zonas y conseguir recursos
ya sea desguazando coches abandonados, desvalijando casas y buscando
en laboratorios y caravanas. Pacific drive establece así un sistema
de viaje automático que nos obligará a marcar la zona de destino,
salir en coche y viajar automáticamente hasta dicha zona, que
podremos explorar libremente al volante de nuestro coche o a pie. La
gracia del sistema radica en que el viaje es de sentido único:
podemos ir y visitar los puntos intermedios o incluso elegir el
camino, pero para volver necesitaremos tomar energía de los orbes de
anclaje y abrir un portal de regreso, lo que desatará una
inestabilidad en la zona y aumentará la presencia de anomalías.
Una vez de regreso en nuestro taller podremos usar la energía para inmvestigar nuevas puiezas, aparatos del taller y tecnologías, usar los recursos para construirlas y desbloquear nuevas investigaciones escaneando las manifestaciones paranormales y las distintas anomalías que iremos encontrando en la ruta. No faltan las misiones 'directas' en las que las voces nos pedirán que vayamos a determinados puntos o investiguemos ciertos fenómenos, siendo estas las misiones que hacen avanzar la historia y nos llevarán al final de juego.
Una gran aventura cazafantasmas
Pacific Drive sorprende con un título
sólido y muy completo con una personalidad desbordante y muchas
ganas de hacer las cosas bien. A nivel técnico no parece un juego
desarrollado por un pequeño estudio indie, ya que cuenta con un buen
apartado gráfico y una banda sonora a la altura que ambientará cada
nuevo paso en nuestra ruta. Las voces, lamentablemente, sólo en
inglés, hacen un gran trabajo junto a los subtítulos, estos sí, en
castellano, cuya lectura nos llevará a darnos más de un tropezón.
Sin embargo, si algo destaca en lo técnico es el excelente trabajo
que han realizado con el DualSense en PS5, consiguiendo que sintamos
gracias a la vibración y los gatillos hápticos hasta la última
piedrecita que encontremos en nuestro camino.
En definitiva, Pacific Drive es una gran aventura cazafantasmas con una estética retro que nos recuerda a los grandes estrenos cinematográficos de los 80 y muchas ganas de encantar al jugador. Su gran carisma se une al sentido del humor de las distintas anotaciones, la personalidad de nuestro coche y la locura de las distintas anomalías para dar forma a una obra que sin duda te sorprenderá si decides dedicarle tu atención.