Análisis de Pentiment - la nueva obra maestra de Obsidian y el maestro Sawyer

Tras profundizar en el formato más ambicioso de las 3D con Fallout new vegas, The Outer Worlds o Grounded, los padres de Avowed se atreven con una propuesta tan peculiar como rica en todos sus aspectos. Te lo contamos en nuestro Análisis de Pentiment: la nueva obra maestra de Obsidian y el maestro Sawyer que llega mañana a PC, Xbox y Game Pass.

Análisis de Pentiment

Obsidian se está convirtiendo en una de las compañías más prolíficas de Microsoft Studios. Mientras trabajan en el prometedor Avowed y en la esperada secuela de su RPG espacial, The Outer Worlds 2, aún tiene tiempo para crear pequeños grupos con los que lanzar al mercado maravillas como Grounded, uno de mis Goty de 2022, y esta nueva propuesta: Pentiment. Un juego que mezcla elementos de aventura gráfica, RPG y aventura conversacional para hacernos vivir una historia de forma tan original como única.

En un catálogo, el del videojuego, que parece obsesionado con los graficazos 3d inmersivos o el pixel art, Josh Sawyer opta por un estilo muy diferente, que podríamos bautizar como medieval monacal art, para convertir sus gráficos en ilustraciones de manuscritos iluminados entre finales de la baja edad media y el renacimiento. Pentiment crea un hermoso retablo en el que las marionetas dan paso a los personajes ilustrados a mano para contarnos una historia que tiene lugar en el paso de la edad media a la edad moderna. Cimentando su relato sobre los pilares de la ascensión de Carlos V, la reforma luterana, la contrarreforma y la revolución de los comunes, Obsidian nos invita a vivir nuestra propia aventura en este convulso periodo mientras pone de manifiesto temas universales que siguen de actualidad medio siglo después.

Maestro ilustrador

Comenzamos nuestra aventura en la piel de Andreas Maller, un hombre ilustrado en todos los sentidos que está ultimando su obra maestra antes de volver a Nuremberg, casarse y poder convertirse, al fin, en maestro ilustrador. Su trabajo en el Scriptorium del monasterio de Kiersau, en la localidad de Tassing en la alta Baviera, lo mantiene en contacto con el clero, mientras su cama en la humilde granja de Peter y Clara hace que pases sus días alternando con los campesinos, el carbonero y las buenas gentes de la comunidad rural.

Tras unos inicios algo confusos en los que iremos creando la historia de Maller y su trasfondo, como si de un juego de rol de ficha y dados se tratara, la vida bucólica entre Tassing y el monasterio sufre una ruptura y nuestro personaje tendrá que convertirse en todo un detective renacentista para descubrir al culpable de un horrible crimen para exculpar al principal sospechoso, su amigo y mentor. Sin combates, sin inventario y sin mecánicas superfluas, Pentiment se las arregla para que este principio digno de una obra de Umberto Ecco se convierta en el pistoletazo de salida de una experiencia tan grata como intensa en la que iremos conociendo a todos los personajes, sus inquietudes y miedos, mientras los acompañamos en una historia que abarca varias generaciones de Tassing con alguna que otra sorpresa.

El maestro Sawyer depura la fórmula

Confieso que de primeras no sabía que esperar de Pentiment, pero es sorprendente cómo una vez empiezas a jugar y pasas ese confuso comienzo, las piezas empiezan a caer por su propio peso configurando un tapiz tan bien diseñado como inteligente. Sawyer depura la fórmula más purista de Obsidian y la reduce a sus elementos más sencillos para crear una trama que oculta una gran complejidad bajo su aparente simplicidad. Jugablemente parece que todo se reduce a caminar y elegir opciones, decidir dónde ir en este mundo pintado en 2D y aprovechar el tiempo de la mejor manera. Pero como te decimos hay más, mucho más que eso.

Pronto irás descubriendo que detrás de las palabras que aparecen escritas en los bocadillos de los personajes a golpe de pluma se oculta una jugabilidad que traspasa la pantalla y te invita a investigar cada frase en busca de pistas. Mediante el uso de distintas tipografías, gazapos que se corrigen, manchas de tinta, colores y movimientos, Obsidian nos transmite la emoción del hablante, si dice la verdad, si miente y lo que oculta o tratan de ocultar sus palabras. A esto se une una ausencia total de medidores de amistad y empatía, avisos de decisión importante y demás elementos gamies. Esto consigue que Pentiment se sienta siempre como una aventura propia en la que damos forma a los acontecimientos que vivimos como Maller y que afectan al presente y al futuro del pueblo y todos sus habitantes.

La naturaleza humana y la divina

Pentiment dibuja su historia en un momento de cambios y disputas, trazando una fina línea entre lo humano y lo divino que nos sirve para escuchar las distintas voces que participan en el juego con el fin de sacar nuestras propias conclusiones dentro y fuera del juego. Una apuesta por la historia en mayúsculas en la que tomaremos parte activa de los momentos claves que llevarían al nacimiento de la sociedad moderna. La elección del marco histórico y de las formas crean una oferta que se siente madura y diferente y que me ha mantenido pegado a mi Xbox los seis días que he estado jugando de forma casi ininterrumpida a esta invitación al pasado que ayuda a entender nuestro presente.

La presencia de nombres como Santo Tomás de Aquino y San Agustín, Leonardo da Vinci, Luthero o Carlos V va delimitando el discurso. Nos permite escuchar todas las opiniones acerca de las distintas creencias cristianas, ortodoxas, romanas y paganas, que han ido dando forma a la auténtica protagonista de la historia: la localidad de Tassing. Pentiment invita a indagar y a crear un debate moral interior en el que no faltan arengas como las del papel del campesinado en el sistema feudal, la dura situación de la mujer y la acomodación de la burguesía, protegida por los dueños de las tierras, el clero y la nobleza.

La obra maestra de Obsidian

Es difícil, muy difícil hablar de Pentiment sin destripar mucho de lo bueno que tiene por ofrecer y que se potencia cuando sorprende al jugador dentro de su propuesta. Por eso, antes de realizar una autopsia que deje al descubierto muchos de sus secretos prefiero aconsejaros que le deis una oportunidad y lo probéis por vosotros mismos. Una vez superados esos primeros minutos de desconcierto vais a descubrir toda una experiencia que se siente como un soplo de aire fresco tanto por sus elecciones como por la forma en que plasma su intención, dejando todo en manos del jugador y optando por una sencillez que se ve y suena de lujo, sobre todo a la hora de hacer que su historia cobre vida en nuestras percepciones como jugador.

No temáis y sumergiros en lo que Obsidian propone con Pentiment. Comed con los campesinos y los monjes, escuchad a todos los personajes, los amables y los insufribles, y sacad vuestras conclusiones mientras seguís escarbando en la historia y en lo que el juego no nos cuenta esperando a que los descubramos en compañía de Maller. Os garantizo un final apoteósico con una música de lujo, de esos que hacen que sueltes el mando y disfrutes de cada segundo de esa animación más que merecida que termina con la sensación de decir adiós, más bien hasta luego, a todas las personas que has conocido en tu aventura.