Análisis de Prince of Persia: The Lost Crown - El regreso de la saga a las 2D

    Analizamos Prince of Persia: The Lost Crown, un spin-off del clásico de Jordan Mechner que nos deja con muy buen sabor de boca con su regreso a las 2D

    Ubisoft

    Mucho ha llovido desde que en 1989 Jordan Mechner lanzara al mercado un título que llegaría a inspirar hasta a la todopoderosa Disney. Prince of Persia reescribía las reglas del género con un plataformas que iba mucho más allá de los cánones de la época y que establecería un nuevo estándar de animación y una primera piedra que formaría los cimientos del scroll laberíntico de futuros Metroidvania. 34 años después, la actual propietaria de la franquicia, Ubisoft, rinde homenaje a la saga con un nuevo lanzamiento ambientado en el universo creado por Mechner. ¿Ha salido bueno? ¿Merece la pena este regreso a las 2D? Te lo contamos en nuestro Análisis de Prince of Persia: The Lost Crown.

    Análisis de Prince of Persia: The Lost Crown

    Tras anunciar que el remake de Prince of Persia: Las arenas del tiempo sigue en desarrollo tras un reinicio forzado y con los ojos puestos en su próximo lanzamiento inspirado en el universo de Star Wars, Ubisoft se descuelga con un título de Ubisoft Montpellier que puede parecer secundario, pero oculta una auténtica joya de la jugabilidad. Prince of Persia: The Lost Crown bebe del trabajo de títulos como Celeste u Ori para ofrecer un metroidvania ambicioso, terriblemente fluido y que huye del RPG para permitir un acercamiento fluido y directo a su experiencia de juego.

    Ubisoft

    En la piel de Sargon, el nuevo protagonista de la aventura, tendremos que explorar a fondo los increíbles escenarios del monte de Qaf mientras nos enfrentamos a terribles enemigos, zonas de plataformeo plagadas de trampas y peligros, y un argumento en el que los giros de guion y la presencia de las arenas del tiempo marcarán la pauta de nuestra gesta. Prince of Persia: The Lost Crown toma el género metroidvania y lo amolda a la saga para tentarnos con una propuesta que entra bien por los ojos, y mucho mejor, a los mandos.

    Plataformas por bandera

    Aunque hay mucho más que simples saltos, lo que más nos ha llamado la atención de Prince of Persia: The Lost Crown es lo bien que funciona a la hora de establecer sus retos en lo que respecta a ir de A a B. Lo que empieza como una serie de pruebas de habilidad en las que deberemos aprender a saltar, rebotar, y un poco después proyectarnos, pronto se complica con la aparición de nuevos movimientos y herramientas. Las primeras pruebas, apenas zonas de salto con algún que otro pincho de por medio, da paso, según avanzamos, a auténticos retos en los que la sincronización y los reflejos son tan importantes como la capacidad de medir los movimientos al milímetro y la habilidad para ver patrones.

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    A la vez que las zonas de plataformas van incrementándose en dificultad y longitud, la exploración convierte algunos de estos tramos en auténticos puzles en los que tendremos que estrujarnos las neuronas para encontrar la ruta que nos lleve, sanos y salvos tras algún que otro accidente, a la zona objetivo. La curva de dificultad y aprendizaje es asombrosa, pero lo que consigue que el juego se disfrute más según va complicándose y rayando lo desesperante es la fluidez con la que los movimientos de Sandor en pantalla replican los de nuestras manos en el mando. Hacía mucho que no me maravillaba tras pasar una zona difícil de un juego que, de primeras, pensé que era imposible, pero Prince of Persia: The Lost Crown recupera esta sensación de logro y triunfo consiguiendo que conectemos movimientos en un auténtico combo de salto, rebote, salto, proyección, agarre a pared, lanzamiento de Chakram, proyección, salto y doble salto y vuelta a empezar. Un combo que poco tiene que envidiar a los de los mejores juegos de lucha, y eso que, todavía, no hemos llegado al combate.

    El combate en Prince of Persia: The Lost Crown

    El combate es la segunda joya de esta corona persa que, seguramente, perteneció al Rey Darius. Si moverte por el escenario según vas aprendiendo nuevos movimientos es toda una gozada, usar estos movimientos mezclados con el ataque, bloqueo, esquiva y lanzamiento de flechas y magias es igualmente satisfactorio. De primeras, bloquear y atacar con las espadas permite varias combinaciones contra los primeros enemigos del juego. Pronto, conseguiremos nuevas armas, herramientas y el movimiento de proyección que, unido a la posibilidad de congelar a Sargon en el tiempo, seguir luchando y luego volver a ese punto a voluntad, otorgan a cada combate de una gran cantidad de posibilidades. Opciones a las que se une, como no, el poder usar el escenario y sus trampas para darles punto y final a las vidas de nuestros enemigos.

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    Si luchar contra los enemigos normales ya es trepidante, los enfrentamientos contra jefes y enemigos gordos alcanzan un nivel épico en el que la experiencia se convierte en algo casi intuitivo. Sin tiempo para pensar, nos vemos pulsando botones a toda velocidad, encadenando bloqueos con esquivas y ataques en cuestión de segundos mientras elegimos el mejor movimiento para frenar el ataque enemigo o la magia más óptima para ese combate en concreto a la vez que analizamos los patrones para establecer nuestra estrategia en el siguiente intento. Todo esto funciona especialmente bien gracias a los poderes temporales, que nos permitirán realizar devastadores ataques, crear zonas de curación y llevar a cabo contrataques letales; y a los amuletos. Estos amuletos, que iremos encontrando y comprando en nuestra aventura, nos permitirán personalizar la experiencia con distintas bonificaciones, ventajas y hasta nuevos movimientos que se ajustan mejor o peor a cada nuevo enemigo grande del juego.

    Un juego que entra por los ojos, pero no por los oídos

    El trabajo artístico de Prince of Persia: The Lost Crown ofrece un resultado irregular con elementos sobresalientes y otros que no pasan de estar bien. En lo que respecta a las voces, el juego viene doblado y localizado al castellano por intérprete de gran talento, aunque llama la atención la repetición de voces en un juego con un casting de personajes más bien limitado. No tan perdonable es el apartado musical, que se salda con temas generalmente insulsos que acompañan pero poco más la aventura. Hay algunas excepciones, pocas, en determinadas localizaciones y combates finales, pero por lo general nos quedamos con una banda sonora que no pasará a la historia del videojuego.

    Ubisoft

    Es en lo visual donde Prince of Persia: The Lost Crown desata todo su potencial con un diseño de escenarios muy potente, a la altura del de personajes y enemigos. La gran variedad de localizaciones y biomas, cada uno con sus propios enemigos, trampas y peligros, ofrece algunas zonas memorables como una batalla naval congelada en el tiempo o unas cloacas plagadas de misterios y que parecen sacadas directamente de las primeras películas de Alien. Un gran trabajo que tampoco se libra de las pegas con unas ilustraciones estáticas en los múltiples diálogos del juego en los que se echa en falta alguna animación.

    Un juego para todos los públicos

    Prince of Persia: The Lost Crown es retador, en ocasiones desesperante y muy exigente, pero sabe abrir la mano cuando toca para solaz de los jugadores menos hábiles en el género de las plataformas y el combate. Nada más empezar podemos adaptar el juego a nuestras necesidades con un modo exploración sin indicadores ni marcadores, o un modo más tradicional con marcadores y ayudas a la exploración. A su lado, contamos con varios modos de dificultad que definen parámetros como el daño enemigos, la vida de nuestro personaje y el marco temporal del rendimiento del bloqueo. Para terminar, podemos activar la ayuda con las plataformas en el menú de Accesibilidad. Esta ayuda establece una serie de portales que nos ayudarán a superar las zonas de plataformas más exigentes del jeugo, aunque eso sí, sólo están en la ruta de la campaña principal y no afectarán a coleccionables, secundarias y demás extras.

    Todo esto de las ayudas y niveles de dificultad pueden resultar blasfemas para los más puristas, pero tras terminar la aventura y habiendo tenido que usar dos veces esta ayuda a las plataformas para llegar con el análisis a embargo, me parecen un gran acierto por parte de Ubisoft. Prince of Persia: The Lost Crown sigue siendo retador, exigente y casi desquiciante, dejando estas ayudas para jugadores con prisas o con más ganas de disfrutar la aventura, que ya tiene reto de sobra, que de terminar tirando el mando al suelo por quedarse atascados en una zona concreta del juego.

    Motivos de sobra para disfrutarlo

    Mientras esperamos la llegada de ese remake de Las Arenas del Tiempo que suena a muy rico, Prince of Persia: The Lost Crown consigue ofrecer una experiencia de juego sólida y sin fisuras que cumple de sobra como nueva entrega y homenaje al primer juego de la franquicia. Su movimiento fluido, su inteligente diseño de niveles y la gran cantidad de secretos, atajos y sorpresas se une a un combate trepidante y unos puzles muy potentes para terminar por ofrecer un metroidvania tan bonito como jugable y satisfactorio.

    8

    Pros y contras

    • Fluido, enorme y muy ambicioso
    • Diseño de niveles sobresaliente
    • Combate muy rápido
    • Melodías poco memorables
    • Las ilustraciones estáticas en los diálogos resultan chocantes

    Prince of Persia: The Lost Crown

    Disponible desde 18 january 2024

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