Análisis de Return to Monkey Island - El regreso que Guybrush merecía
Análisis de Return to Monkey Island: Ron Gilbert demuestra que sigue siendo uno de los mayores talentos del videojuego con el regreso que Guybrush mereceía
La espera se ha hecho larga pero a pesar del miedo por ese nuevo aspecto, la duda por el tiempo pasado y el terror a encontrarnos ante un reboot sin alma, Ron Gilbert sale airoso con la nueva entrega de una de las sagas más queridas por los amantes del videojuego. te lo contamos en nuestro Análisis de Return to Monkey Island: El regreso que Guybrush merecía.
El secreto de Monkey Island
Hablar a día de hoy de Monkey Island como saga es hablar de la historia de historia del videojuego en su sentido más puro y luminoso. Pocos videojugadores hay que no conozcan un título que a pesar de ver la luz hace varias décadas en 1990, sigue muy presente no sólo en el recuerdo de los más veteranos, sino también en el de las nuevas generaciones que se han preocupado por saber más de cómo eran los videojuegos a principios de los 90.
De la mano de Lucasfilms, el padre de Maniac Mansion y Zack McKracken se descolgaba en 1990 con una aventura gráfica original que tenía todos los elementos necesarios para convertirse en todo un clásico. Secret of Monkey Island tenía un gran sentido del humor, esa pasión noventera por el absurdo y la firma especial de Ron Gilbert que imbuía los diálogos, las situaciones y esos giritos de guion que eran los pilares de una enorme aventura.
Análisis de Return to Monkey Island
Con estos antecedentes, Return to Monkey island lo tenía muy difícil para contentar al público, Corría el riesgo de estrellarse, no habría sido el primer ni el segundo reboot que colisiona de frente con las expectativas de un público que tiende a romantizar e idealizar su memoria. Afortunadamente Ron Gilbert y su equipo han superado el reto de forma sobresaliente ofreciendo una aventura épica a mayor escala que sus anteriores capítulos y que sabe recopilar el buen hacer de toda una carrera para ofrecer lo mejor en cada uno de sus elementos.
A nivel jugable Return to Monkey Island es lo que las aventuras gráficas de los 90 siempre quisieron ser. Una experiencia cercana que nos hace sentir dentro de una animación de calidad en la que todos los diálogos están medidos al milímetro para que encajen unos con otros. La sensación de que todo tiene coherencia, de que interactúa varias veces con una persona u objeto no se traduce en escuchar una y otra vez la misma frase, se une a una narración en la que parece que todo es posible yendo más allá del simple point and click a través de un sencillo motor de point and click.
El regreso que Guybrush merecía
Return to Monkey Island es el regreso que los amantes de la saga esperábamos ver. Su polémico apartado visual ha terminado demostrando ser la mejor decisión gracias a una animación impecable y un trabajo artístico sobresaliente que se plaga de lujo al absurdo de sus situaciones. El doblaje, a pesar de no estar en castellano, funciona muy bien con los subtítulos, estos sí localizados a nuestro idioma y que puedes personalizar con varias opciones.
Jugado en un PC de gama media a través de Steam, Return to Monkey Island funciona de lujo en los visual y en lo sonoro con un rendimiento sólido que acompaña la aventura en todo momento. A esto se unen un montón de detalles que demuestran el cariño por el jugador en forma de tarjetas de trivial, álbum de recuerdos, comentarios del director y constantes guiños a historias anteriores. Un abrazo al jugador de toda la vida que no puede evitar emocionarse al recorrer de nuevo antiguos escenarios conocidos y reencontrarse con los viejos amigos de esta saga.
Lo mejor para el final
Todo funciona de forma sobresaliente en Return to Monkey Island, pero si algo destaca por encima de todo es la historia y cómo Gilbert estructura la narración de principio a fin convirtiendo la experiencia de juego en un constante goce para el jugador. Desde el preludio, que sirve de tutorial a la vez que nos pone en situación de cara a la gran aventura que vamos a vivir hasta el final, que cierra la saga de forma magistral en un brindis memorable por el tiempo que hemos pasado junto a sus personajes.
Es difícil explicar todo lo que Return to Monkey Island hace bien sin destripar algunos de los mementos más delicados que, estamos seguros, querrás descubrir por ti mismo. Para no estropearte la experiencia sólo podemos decirte que lo juegues. Pocos títulos son tan recomendables a día de hoy como este regreso del autor a su obra con todo el mimo y el cariño que podíamos esperar de semejante reboot. Volver a Return to Monkey Island hoy es tan maravilloso como lo fue descubrir Secret of Monkey island hace 32 años. Una experiencia que hace que nuestra afición, los videojuegos, sea algo más que una afición.