Shadow Warrior Análisis
Flying Wild Hog nos presenta una oda de amor a los FPS de los 90 en Shadow Warrior, esta versión remasterizada de su exitoso remake del año pasado en PC. Nostalgia pura de un género que perdió su "inocencia" hace ya muchos años entre tanta seriedad y complejidad
El Shadow Warrior original de 3D Realms data de 1997 y se encuadra dentro de la edad de oro de los primera persona en los que el humor descabellado, el sexo y la violencia más absurda se combinaban con un estilo de juego simple, rápido y que mantenía al jugador en control completo en todo momento (cinemáticas las justas y nada de quick time events.
En Shadow Warrior correrán ríos de sangre por una espada
La historía siempre ha sido lo de menos en los shooters en primer persona y ha servido siempre como un mero vehículo para lanzarnos a la acción. Ni Duke Nukem, ni Blood o Doom se convirtieron en leyendas gracias a sus historias bien elaboradas, si bien el atractivo de algunos de sus personajes bien les hizo ganar muchos enteros. En ese sentido la historia de Shadow Warrior contiene todos los elementos necesarios para montarnos en una auténtica montaña rusa. Ni un solo intento de realismo y condición sine qua non que el cerebro lo dejemos bien guardado en el cajón.
La trama de Shadow Warrior la podemos resumir en tres palabras: katanas, demonios y viajes dimensionales. Encarnamos la figura de Lo Wang, un matón que se cree con estilo de gran destreza para eliminar molestías a tajo limpio de katana o fuego de arma automática si fuese menester. El juego comienza con Lo Wang viajando en coche con el encargo de su jefe multimillonario mafioso de cerrar la compra de una misteriosa y valiosa espada.
Por supuesto las cosas no salen como estaban planeadas y Wang se ve envuelto en una trama sobrenatural de demonios, monstruos y traiciones por conseguir esta espada, la Nobitsura Kage, que resulta ser un arma que concede poderes casi ilimitados a su portador, En los primeros compases de Shadow Warrior a Wang le ayuda Hoji, un demonio enmascarado de dudoso sentido del humor que le ira guiando en su carnicería al por mayor contra las fuerzas de la oscuridad.
La jugabilidad de Shadow Warrior al estilo Fast and furious
Shadow Warrior es rápido, visceral, efectista y no muestra piedad ni con el jugador ni con los enemigos. El desarrollo es muy lineal y aunque existe una cierta evolución del personaje al poder cambiar puntos de karma por nuevas habilidades y ataques las mecanicas del juego y el diseño de los niveles hace que tengas la sensación de estar jugando a un juego que es sota, caballo y rey (un poco al rollo Ryse:Son of Rome).
El eje central del combate es la katana y se nota que se ha puesto mucha atención en esta mecánica. Ni que decir tiene que es divertidísima y tremendamente satisfactoria (los movimientos especiales no son de pega y resultan imprescindibles a la hora de sobrevivir y avanzar). Desgraciadamente este nivel de refinamiento viene al coste de las otras armas del juego (ballestas, armas de fuego o nunchakus como armas secundarias entre otras) y estas ni poseen la misma riqueza ni cuentan con la misma evolución de progreso.
El sistema de apuntar y fuego es correcto aunque no esperes la precisión y caña de Destiny. Existe un modo de apunte automático/zoom al presionar a medio camino el gatillo derecho dejando el gatillo izquierdo para otras acciones especiales (como recuperar energía vital de los cadaveres de los enemigos caidos). Hubiese estado mejor usar el método moderno del gatillo izquierdo para apuntar ya que este "presiona a medio camino" no siempre funciona y terminas ignorándolo un poco.
El diseño de los niveles es bastante simple y consiste en ir del punto A al punto B eliminando todo lo que se mueva aunque en algunas ocasiones la estructura es un pelín más compleja y tendremos que desandar camino para abrir un portal o usar esa llave que has encontrado en una puerta cerrada que dejaste atrás. Los entornos varían entre escenarios rurales japoneses a fábricas o mundos infernales muy al estilo de los clásicos anteriormente mencionados.
Un apartado técnico de nueva generación
La principal excusa para el lanzamiento (o relanzamiento mejor dicho) de este Shadow Warrior es la aparición de las consolas de octava generación y de la posibilidad de conseguir técnicamente el mismo nivel de la versión original en PC de 2013. Y en ese sentido hay que decir que Shadow Warrior es, en términos generales, una buena remasterización. Gráficos a 1080p en PS4 y unos estables 60 fps, con alguna ralentización puntual cuando el caos en pantalla es completo (sobretodo en lo relativo a los efectos de luz más que por el número de personajes simultáneos).
Shadow Warrior presenta unos gráficos muy coloristas y vistosos que ayudan junto al diseño de personajes y objetos a crear una gran ambientación. No obstante, no todo está al mismo nivel y en algunos momentos ciertos niveles y algunas texturas de baja calidad hace que el apartado gráfico no luzca de forma consistente siempre (algunas habitaciones y calles desiertas son un poco sosas la verdad). La suavidad y la rapidez de los 60 fps le confieren a Shadow Warrior un ritmo endiablado.
En cuanto a la música y los diálogos Shadow Warrior presenta una curiosa mezcla de música y sonidos más propios de la cultural oriental más clasica junto a canciones y voces de doblaje completamente absurdos y con un marcado tono humorístico. No hay interpretaciones dignas de un Oscar aquí pero son perdonables debido al tono de serie B general del juego. El humor irreverente se agradece por la intensidad de la violencia en pantalla (preparate a ver sangre a borbotones) aunque no todas las bromas son graciosas y a veces te deja más bien frío.
Diversión de calidad sin pretensiones
Shadow Warrior es un título sin pretensiones que solo quiere transportar al jugador a un mundo de acción a raudales mas propio de la mente de Quentin Tarantino con 30 red bulls encima que de cualquier otro intento más serio y elaborado de entretenimiento.
Shadow Warrior sabe lo que es, lo que quiere y esto lo ejecuta de manera efectiva y con soltura. ¿Podría tener un poco más de variedad en su desarrollo y haber pulido algunos detalles técnicos? Claro aunque su propuesta sigue siendo robusta y merecerdora de tu tiempo si te gustaban los first person shooter clásicos o tienes curiosidad por saber qué bien se te da lo de callar demonios a katanazos.