Análisis de Tchia - Un gran videojuego imprescindible para 2023
Análisis de Tchia: una aventura en Nueva Caledonia que se convierte en un gran videojuego imprescindible para 2023 que vas a disfrutar seguro
Awaceb hace gala de una narración exquisita para traer un título que se atreve a mirar a la cara a la saga The Legend of Zelda sin tener que bajar los ojos. os lo contamos en nuestro Análisis de Tchia: Un gran videojuego imprescindible para 2023 que nos lleva a Nueva Caledonia en una aventura que se las arregla para destacar en un año de grandes lanzamientos.
Análisis de Tchia
Debo confesar que esperaba muy poco de Tchia. Lo imaginaba como un jueguecillo indie de farmeo y crafteo. Precisamente por eso me ha sorprendido tanto encontrar toda una aventura en la que no hay cultivos, ni tiendas donde vender tus objetos, ni siquiera monedas con las que pagar deudas. Tchia es un Videojuego en mayúsculas con una historia sobresaliente, una jugabilidad a prueba de bombas y una narración que debería ser estudiada en las universidades como ejemplo magistral de cómo debe ser tratado un juego. Una pequeña obra maestra llamada a entrar en el hall de la fama del videojuego, y a continuación voy a intentar contarte por qué sin spoilers.
Lo primero es pedirte de que olvides todo lo que crees saber sobre Tchia. No es un juego indie al uso. No es una experiencia para salir del paso con la excusa de contar la historia de una cultura. Y por supuesto no es una excusa para cobrar una subvención. lejos de todo eso, Tchia es una gran aventura en un mundo abierto, vivo, vibrante y plagado de posibilidades. Una mezcla de mitos, creencias y realidad moderna que crea su propio escenario plagado de elementos mágicos para contar una historia de gran belleza, altas dosis de sentido del humor... y malos que son realmente malos.
En un rincón de Nueva Caledonia
Awaceb aprovecha el mundo que conocen, Nueva Caledonia en el Pacífico Sur, para darle forma a su historia. El equipo, los artistas, la música, las leyendas y todo el acerbo cultural de las islas sirven para contar una historia muy diferente a la que estamos acostumbrados. A bordo de una barcaza acompañaremos a la joven Tchia en su viaje de descubrimiento en busca de su padre. Marismas, lenguas de agua, bahías, bosques y escarpadas montañas son el entorno natural en el que los poblados, las comunas, las fábricas y la gran ciudad aportarán el componente humano y demoníaco a nuestra búsqueda.
Un escenario único plagado de lugares de gran belleza y rincones arruinados por la presencia del ser humano. Lugares que podremos explorar a nuestras anchas bajo el agua, a bordo de nuestro barco, usando la paravela y hasta 'tomando en préstamo' a los diversos animales y objetos del archipiélago para lograr llevar la narración de la aventura y su entorno a cotas que no suelen alcanzarse en el mundo del videojuego.
¿Pero qué es Tchia?
Podríamos definir Tchia como una aventura en tercera persona que orbita en torno a su protagonista y sus capacidades. Lo que empieza siendo un juego de aspecto humilde pronto va ganando en profundidad según vamos avanzando en la aventura y descubriendo las habilidades únicas de la chica. Su capacidad de realizar saltos astrales y tomar en préstamo animales y objetos multiplican las posibilidades de nuestra protagonista y las opciones del juego ofreciendo una aventura con múltiples propuestas. Una historia que permite que seas tú, como jugador, quién decida qué paso dar a continuación y cómo solucionar sus múltiples retos.
La trama principal, una mucho más oscura de lo que podría parecer viendo sus bellas capturas, se da la mano con las posibilidades de su mundo abierto para que seas tú quien decida qué hacer a continuación. A esto se unen un montón de actividades, minijuegos, retos y hasta templos en forma de pequeñas mazmorras que te invitarán a superar objetivos tan dispares como ganar al 3 en ralla, tocar el ukelele con un coro de animales, llegar a un punto sin que te vean o alcanzar la meta mientras te disparan. Poseer animales para alcanzar ciertas zonas y mejoras, seguir las pistas de mapas para obtener cofres con recompensas y hojas de un diario, tallar tótems o participar en mil carreras son sólo algunas de las muchas posibilidades en tu gran aventura, una que, te aseguro, no vas a poder olvidar fácilmente.
Moviéndote por su mundo
Una de las cosas que mejor hace Tchia es convertir el viajar por las islas que conforman su mundo en todo un reto que deberás ir aprendiendo a dominar. El mapa no marca la ubicación de la protagonista, y tendrás que aprender a usar la brújula y los postes de información junto a la chincheta marcador para ir avanzando. A esto se une la barca, que te obligará a ir pasando del puesto de la vela al timón, y de este al ancla, para ir navegando sus distintos mares y ríos, sobre todo en sus primeros compases de juego.
Una vez le vas pillando el truco al juego, la movilidad se convierte en una de las mecánicas más deliciosas de su propuesta. Catapultarte en un tronco de bambú para luego deslizarte montaña abajo por la ladera de una montaña, saltar al aire, girar tu cuerpo a voluntad antes de abrir el paravela, soltarte a cientos de metros del suelo y dar un salto astral a un ave para sobrevolar un risco antes de caer al mar y pasar al cuerpo de un tiburón o un delfín con el que realizar cabriolas sobre las olas... Tchia da una nueva definición al concepto de libertad en los videojuegos y consigue que pronto, muy pronto, moverte por su escenario sea una de las cosas más divertidas e imaginativas que hayas hecho jamás con un mando en las manos.
Hermoso y único
Estoy siendo muy vago en este análisis porque no quiero destriparos nada de la experiencia de juego, pero Tchia ofrece una propuesta tan interesante como hermosa. Jugado en PS5, su mundo es de una belleza increíble, con unos colores e iluminación únicos en los que destacan los atardeceres, los efectos del agua y una lluvia que hace que sientas frío cuando empieza a caer en los momentos más crudos del juego. La flora y la fauna es una réplica de la belleza de Nueva Caledonia convertida en videojuego con algunos elementos estéticos que beben de la tradición Kanak y que trascienden las leyendas conocidas para contarnos una nueva mitología desconocida por estos lares.
En lo técnico, Tchia se salda con un rendimiento sobresaliente que incluye compatibilidad con los gatillos hápticos del DualSense y un doblaje dual en Drehu y Francés con subtítulos localizados al castellano y personalizables en tamaño para cegatones como yo. La música, compuesta e interpretada por nativos de Nueva Caledonia, acompaña de lujo al juego, sobre todo en los momentos más importantes. Además incluye una gran cantidad de secuencias de percusión y ukelele que puedes interpretar por tu cuenta o dejar en automático para disfrutar del vídeo musical y la traducción de la letra. Una gran variedad de temas cantados con sus propios bailes y secuencias que crean momentos únicos alimentando la aventura.
Un gran videojuego imprescindible para 2023
Tchia es un juego indie de bajo presupuesto que se las arregla para sentirse como uno de los aspirante a GOTY más fuertes de este año 2023. El mimo de Awaceb por ofrecer un juego para todos los públicos se nota a cada minuto que pasamos en Nueva Caledonia gracias a sus múltiples posibilidades en la personalización de la accesibilidad y su propuesta de jugar a tu ritmo. Detalles como ver a Tchia con los carrillos hinchados al bucear, la cuerda que une el ancla a la barca y que queda tirante al soltarla y visible bajo el agua, así como las divertidas oportunidades que ofrecen la fauna local y los objetos, dan forma a un producto redondo que mañana mismo podrás jugar en PC y consolas Playstation, gratis sin coste añadido para los usuarios con PS Plus Extra o Premium en sus versiones para PS4 y PS5.
Tchia ofrece una de las experiencias más completas del catálogo actual del videojuego con una aventura sobresaliente cargada de belleza y posibilidades. Su estilo de combate único, su excelente narración y todo lo que consigue ofrecer añadiendo sorpresa tras sorpresa en su proceso lo convierten en uno de mis aspirantes a GotY en un año que viene plagado de grandes lanzamientos.
