Análisis de Under ther Waves - Una gloriosa aventura bajo el mar

Quantic Dream, la compañía que nos trajo maravillas como Omikron: The Nomad Soul, Heavy Rain y Detroit: Become Human, da un paso atrás y nos trae una nueva gran aventura, esta vez como distribuidora bajo el sello de Spotlight. Un inmenso trabajo el de Parallel Studio como desarrolladora del que a continuación te hablamos en nuestro Análisis de Under ther Waves: Una gloriosa aventura bajo el mar que oculta mucho más de lo que parece a simple vista.

Análisis de Under ther Waves

El mar siempre ha tenido algo que llama y a la vez asusta al ser humano. No os hablo de ese mar calentucho de las costas de un Mediterráneo superpoblado de turistas en verano -y en primavera, y en otoño y hasta en invierno- con el agüita hasta las rodillas y las madres gritando a todo pulmón '¡A lo tapaito no!' mientras buscan al señor -o señora- que vende latas tirando de la clásica nevera. No. Me refiero al mar de verdad, al que se esconde una vez entras en él y pierdes de vista la línea de costa, las luces de la ciudad y, con suerte, la civilización.

El fondo de ese mar alejado, salvaje, con nombre propio, es fuente de sueños y pesadillas. Desde los míticos atlantes hasta los temibles horrores cósmicos de Lovecraft. Desde la amable Sirenita hasta el no tan amable Kraken. Los fondos marinos evocan belleza y paz, pero también un terror primigenio y una sensación de respeto que se acerca a ese vértigo que sentimos cuando tratamos de pensar en el infinito. Este es el mar que toma Parallel para su propuesta de aventura en Under the Waves. Un escenario único en el que la belleza, el misterio y el día a día sirven para crear una aventura tan maravillosa como cercana.

Pero... ¿De qué va Under the Waves?

Under the Waves nos pone en la piel de Stan, un trabajador que debe poner en marcha una serie de instalaciones submarinas mientras se mantiene en contacto con su antiguo compañero. Tras un tutorial en el que se mezclan varias mecánicas y tipos de jugabilidad, vamos haciéndonos con los diferentes controles del protagonista según vamos a pie por las distintas instalaciones, nadamos aprovechando la agilidad que nos da el equipo de buceo, o pilotamos a toda mecha nuestro pequeño submarino de profundidad: Moon. Tres ofertas de juego que luego van ampliándose según avanzamos en la aventura y descubrimos el hábitat de Sam y todo lo que tiene por ofrecer un mundo abierto que se hace cada vez más fastuoso.

Una vez pasado ese primer prólogo que a modo de tutorial irá poniendo los cimientos de la aventura, será el día a día de Sam el que vaya marcando la pauta y el ritmo de Under the Waves. Con un ojo puesto en el oxígeno, el combustible o la integridad estructural y mientras charlamos por la radio para superar la soledad del trabajo a gran profundidad, tendremos que recoger objetos, arreglar mecanismos y dispositivos y acudir a donde el trabajo llama mientras limpiamos la zona y tratamos de hacer del lecho marino un lugar menos detestable. Pronto la cosa irá creciendo y las mecánicas de crafteo y supervivencia harán su aparición mientras participamos en diferentes eventos. Poco a poco empezamos a explorar el impresionante escenario abierto de Under the Waves en busca de elementos que, al más puro estilo RPG, irán mejorando nuestra experiencia de juego. Elementos que apoyarán el crafteo y que se convierten en uno de los mejores alicientes a la hora de continuar nuestra gran aventura submarina en busca de ese algo más.

Under the Waves a los mandos

Jugado en Xbox Series X con una copia cedida por Zirán, Under the Waves choca al principio con un aspecto algo tosco pero cargado de personalidad. Un aspecto que poco a poco va ganando puntos según avanzamos en su propuesta y ascendemos a la enfurecida superficie del agua, descendemos a nuevas zonas de las profundidades abisales o buceamos junto a delfines, ballenas y hasta tiburones -cuidado con estos- en algunos escenarios cargados de gran belleza. Destaca la movilidad tanto de Stan como de su equipo de buceo y el submarino, Moon, con un control intuitivo y que responde bastante bien a los mandos en todas -o casi todas- las situaciones. De primeras se hace difícil 'aterrizar' en las zonas marcadas para acceder a los distintos edificios submarinos, pero pronto te encontrarás como pez en agua -ya, estaba a huevo-.

Sí, Under the Waves no es un triple A, pero tampoco necesita serlo para ofrecer todo lo que el estudio tiene preparado en su discurso. Hay algunos problemillas de rendimiento y algunas cosas que no funcionan tan bien cómo nos gustaría a nivel técnico, pero el excelente doblaje -en inglés con subtítulos localizados al castellano- la ambientación de sus múltiples localizaciones y el resultado general supera con creces las limitaciones de presupuesto de un título que no pretende ser la portada de todas las tiendas. En cuanto al rendimiento, Parallel supera el reto con nota con una ejecución limpia de todo lo que propone, sin dejar huecos en blancos y sin obligar al jugador a tomar otra ruta porque algo ha fallado en la actual.

Entonces... ¿Merece la pena?

Under the Waves se convierte en uno de los grandes tapados de esta año 2023 con una propuesta novedosa, muy diferente a lo visto en títulos como Subnáutica o Abzû. Un punto de vista personal y un discurso de juego que se aleja de lo visto en otros juegos que podríamos considerar que beben de ideas parecidas. Parallel ofrece una mezcla de mecánicas que apuntan a un mensaje único con una propuesta de aventura que, una vez conectas con ella, se siente increíble.

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La exploración, el día a día, los momentos en el hábitat y las largas conversaciones, los descubrimientos... Todo está ahí para ofrecer una experiencia completa al jugador, una en la que los añadidos informativos de la fundación Surfrider y los pequeños avances en la aventura se convierten en el empujón necesario para animarnos a continuar un día más y seguir sumidos en esa deliciosa y desquiciante soledad. Si buscas un título diferente que te permita tomarte tu tiempo y enfrentarte al mar, al de verdad, Under the Waves es tu juego. Si no... siempre puedes volver a ese agua calentucha superpoblada de guiris mientras la señora grita al niño que 'a lo tapaíto no', Tú decides.