Análisis de Warlander - Un nuevo juego gratuito de guerra medieval destinado a alcanzar la gloria
Plaion y Toylogic lanzan al mercado un nuevo juego gratuito de guerra medieval destinado a alcanzar la gloria: te lo contamos en nuestro análisis de Warlander
Toylogic y Plaion se descuelgan con un juego cooperativo online que nos invita a enfrentarnos a otros jugadores mientras defendemos nuestro castillo y asaltamos la fortaleza enemiga. Un título de aspecto senfcillo que oculta mucho más de lo que parece a simple vista y del que te hablamos en profundidad en nuestro análisis de Warlander: Un nuevo juego gratuito de guerra medieval destinado a alcanzar la gloria.
Análisis de Warlander: directo al grano
Warlander nos propone un reto sencillo: destruir la fortaleza enemiga y evitar que los enemigos destruyan el núcleo de nuestro castillo. Sin embargo, detrás de esa propuesta tan directa como comprensible, se oculta un free tu play multijugador con un montón de posibilidades. Toylogic demuestra haber estado muy atenta a la realidad del multijugador actual y añade los elementos que mejor funciona para crear un juego en el que cada batalla es toda una aventura.
Con dos modos de juego en los que lo que varía es el número de jugadores y ejércitos en pugna, Warlander parte de esa propuesta sencilla para aumentar la complejidad con cada nuevo paso que da. En el papel de un hechicero, una clériga o un soldado, seremos asignado a un pelotón dentro del ejército aliado. Cada pelotón tendrá una atribución especial: tomar las torres, eliminar el núcleo del castillo enemigo o defender el propio castillo. Y es aquí donde warlander empieza a coger carrerilla.
Un nuevo juego gratuito de guerra medieval destinado a alcanzar la gloria
Warlander llena del terreno de batalla de elementos que sirven para cumplir nuestros objetivos, cambiar las tornas de la batallay asegurarnos la victoria. Junto a las torres, que sirven de punto de Respawn y aumentan los puntos de valor para mejorar la categoría de nuestro personaje, encontraremos un montón de herramientas de asedio y defensa. Como defensores, tendremos que montar y fortificar las balistas para acribillar a los atacantes cuando lleguen. Como atacantes, podremos montar arietes y catapultas con los que derribar las murallas enemigas o llamar su atención mientras el batallón especial se infiltra usando escalas y ataca el núcleo enemigo.
Pero esto es sólo el principio. La aparición de unas fascinantes reliquias nos permitirán desatar distintos cataclismos sobre las fuerzas enemigas, facilitando nuestro trabajo: lluvia de fuego, meteoritos, terremotos... La vorágine se desata sobre el terreno de juego con cada nuevo cataclismo, lo que asegura que nada esté perdido - o ganado- hasta el último minuto. A esto se unen nuevos elementos que van apareciendo según subimos de nivel a nuestro personaje y conseguimos en batalla puntos de valor con los que desplegar a nuestras fuerzas más potentes.
Mazos, progresión y personalización
Como te contamos, Warlander ofrece mucho más de lo que parece a simple vista. Un plato de aspecto sencillo pero muy rico en el que podemos diseñar a nuestros personajes, subir su defensa y ataque con armaduras y armas, personalizar sus habilidades y mejorar con distintos talentos que ofrecen ventajas de todo tipo. La idea principal es que puedas crear un mazo con cinco personajes en distintos estados de evolución y aprovechando las tres clases que ofrece. De esta forma no estamos atados a una única clase y podemos cambiar usando las torres para adaptarnos mejor a la batalla y las necesidades de nuestro equipo.
Los soldados, como es de imaginar, están especialmente centrados en el ataque y la defensa. Armados con su escudo, su arma cuerpo a cuerpo y su ballesta, son ideales en el asalto y el combate de choque. Los hechiceros son ideales para defender el castillo, capaces de lanzar hechizos terribles desde las defensas del castillo y de acribillar a los enemigos con todo tipo de fuerzas elementales. Por último, la clériga se centra en el apoyo con hechizos de curación y mejora de atributos, aunque también resulta letal con su mazo y su ballesta de un solo disparo. Todos estos personajes pueden ir evolucionando según subes de nivel, y ser equipados con un montón de nuevas armas, armaduras, anillos y mejoras que conseguirás al terminar cada batalla.
¿Merece la pena?
Confieso que empecé a jugar a Warlander un poco obligado por el trabajo, y he terminado muy contento con su propuesta de juego. No es un RPG ni un título de aventuras tradicional, pero su forma de enfocar cada partida ha hecho que pase algunos de los mejores momentos que he pasado nunca jugando a un multijugador. Su enfoque de las batallas y la gran cantidad de posibilidades que pone al alcance del jugador para que se monte su propia aventura es muy divertido, y sin tener un gran motor de combate ni nada espectacular, consigue funcionar en lo que debe imperar en todo videojuego: la diversión.
Warlander consigue convertirse en un título sencillo pero a la vez complejo y tremendamente divertido gracias a su forma de hacer que goces de cada momento de la partida. Su diseño de niveles es muy inteligente, y a eso se une un planteamiento que no te pide que estés todo el rato correteando por el mapa sin encontrar acción. Lejos de ello, Warlander ofrece acción en cada metro cuadrado de su escenario con un planteamiento tan claro que todos los jugadores lo entienden y convierten sus escaramuzas, enfrentamientos y duelos en una grata experiencia. Sigue nuestro consejo, aprovecha que es un juego gratuito y pruébalo. Supera el tutorial y tus dos primeras batallas, personaliza tu mazo y vuelve a jugar. A partir de la tercera partida Warlander despliega toda su magia y consigue atraparte con su propuesta, sencilla, sí, pero muy divertida.
