Análisis No Man's Sky - El universo a nuestra disposición

Era uno de los títulos más esperados del año y no hace falta ni saber por qué: la campaña de márketing ideada por Hello Games, desarrolladores del juego, y Sony, distribuidores, no ha podido tener más éxito. Gracias a su ambigüedad, no hemos sabido prácticamente hasta el día de su lanzamiento lo que íbamos a poder realizar en No Man's Sky.

Un universo con 18 trillones de planetas que visitar, todos ellos generados de forma procedural, para que todos sean distintos y no haya sensación de repetición. Desde luego, No Man's Sky apuntaba maneras con sus cifras, pero lo importante y lo que mucha gente se pregunta es: ¿Qué podemos hacer en tal cantidad de espacio y merece la pena recorrer esta propuesta?

Análisis No Man's Sky - Somos minúsculos

Vamos a empezar nuestro análisis de No Man's Sky por el lado bueno, ya que os adelantamos desde ya que hay unas cuantas cosas que nos han decepcionado bastante. Por una parte, se cumple con creces una de las metas que tenía en mente el estudio desarrollador: hacer que el jugador se sintiera totalmente minúsculo en comparación con la grandiosidad de toda la galaxia.

No tardamos demasiado en darnos cuenta de lo pequeños que somos y de lo grande que es el mundo que No Man's Sky plantea cuando estamos en nuestro primer planeta y nos damos cuenta de que ya de por sí, solo esa localización es totalmente inabarcable. Es loable que un estudio independiente del tamaño de Hello Games haya conseguido crear una galaxia de tal proporción.

Análisis No Man's Sky - No cumple con las grandes expectativas

Sin embargo, no cumple la otra parte de las dudas generadas y que tienen que ver con la propia experiencia de juego en sí. Tenemos un universo entero a nuestra disposición en No Man's Sky, por supuesto, ¿pero qué podemos hacer en él? Por desgracia, unas pocas horas después del inicio nos empezaremos a dar cuenta de que no hay demasiado.

Podemos recorrer los planetas en busca de recursos para poder tener combustible en nuestra nave, reparar nuestros escudos, recargar nuestra arma... además de poder craftear ciertos elementos. El problema es que los elementos más necesarios siempre están a mano y prácticamente no hace falta salir a explorar, mientras que los más complicados no sabemos dónde están y casi es pura cuestión de suerte encontrarnos con ellos.

Más allá e la exploración en busca de recursos, llegaremos a ciertas zonas en todos los planetas donde encontraremos nuevos planos de tecnologías que podremos construir y que mejorarán nuestro traje, nuestra nave o nuestras armas.

Análisis No Man's Sky - Avanza por la galaxia... y sigue avanzando

No podemos hacer mucho más en No Man's Sky. Una vez que aprendemos a craftear los elementos necesarios para que nuestra nave pueda viajar entre sistemas solares (ya que los planetas están dividos en ellos, no es que podamos ir a cualquiera desde cualquier punto en el que nos encontremos) todo nos empujará a avanzar.

Tenemos libertad para hacer lo que queramos en No Man's Sky, incluidos algunos objetivos principales bastante interesantes, ya que nos llevarán a distintos escenarios muy interesantes y a conocer a algunos personajes no jugables. Pero más allá de eso, todo consistirá en seguir crafteando los mismos objetos una y otra vez para seguir avanzando por los sistemas solares.

En los planetas hay animales y fauna, y podemos recolectar la información hayada en nuestro diario. Sin embargo, tampoco encontramos muchos motivos para coleccionar, ya que es imposible que lleguemos a tener todo lo que esté disponible en la galaxia, así que la sensación de que nuestro impacto en el mundo es mínimo aburre un poco.

Análisis No Man's Sky - Nuestra presencia no importa

En No Man's Sky todos los jugadores comparten el mismo universo, pero no existe un modo multijugador como tal. Es decir, no vamos a poder encontrarnos con otro jugador. Sí que existe la remota posibilidad de que lleguemos a algún planeta que ya haya sido colonizado por otro usuario, pero las posibilidades son prácticamente nulas.

Esto provoca otra sensación algo negativa: que da igual lo que hagamos. Si encontramos un planeta que nos encante a nivel visual, no podremos crear una base y quedarnos a vivir allí, por ejemplo, y es muy probable que jamás volvamos a ver ese planeta nunca más por el tamaño de la galaxia y nuestros continuos viajes.

Todo, al final, se resume en seguir avanzando entre los distintos planetas encontrando materiales de crafteo para conseguir mejoras en nuestra tecnología, volver a obtener el elemento necesario para seguir avanzando entre sistemas y vuelta a empezar. El planteamiento es ciertamente monótono y a la larga llega a cansar en exceso.

Análisis No Man's Sky - Viajeros y cultura

A pesar de que no vamos a poder encontrarnos nunca con otros jugadores reales, sí que encontramos a varias especies alienígenas de diferentes maneras. En los planetas podremos encontrarlos en distintos asentamientos (todos exactamente iguales entre ellos) y podrán proporcionarnos nuevos elementos tecnológicos si respondemos bien a alguna pregunta.

Lo bueno del asunto es que cada raza tiene una lengua propia, y nosotros podemos ir aprendiendo palabras de diferentes maneras, aunque la principal es a través del descubrimiento de piedras especiales desperdigadas por todos los planetas. Una vez conocemos la lengua de una especie, se hará más fácil saber qué quiere de nosotros y así podremos llegar a caerles bien.

Pero tampoco tiene una excesiva importancia la búsqueda de estas palabras, ya que en cuanto volvamos a cruzar hasta otro sistema solar es muy probable que nos volvamos a encontrar con otra raza que hable otro idioma totalmente diferente... y vuelta a empezar.

Análisis No Man's Sky - Una experiencia original, pero algo decepcionante

Al final, con las propias expectativas creadas por ellos mismos, es imposible no sentirse algo decepcionado con el resultado de No Man's Sky. Aún así, es increíble visitar diferentes planetas, comprobar cómo cada uno de ellos siempre es distinto al anterior y maravillarnos visualmente con las estampas.

En ese sentido, sí podríamos justificar la compra del juego y No Man's Sky merece la pena ser experimentado por lo menos una vez por todo el mundo, para llegar a comprender precisamente ese mensaje que sí llega a transmitir tan bien: qué pequeños somos y qué poco sabemos sobre el universo.

Pero nunca antes un espacio tan grande había tenido tan pocas cosas que hacer en él en un videojuego, y es imposible obviar lo monótono que termina siendo No Man's Sky, al que no le habrían venido nada mal muchos más y mejores elementos jugables.