Análisis de Assassin's Creed Chronicles: India
Ubisoft continúa con su conocida saga en esta nueva vertiente en 2,5D. Assassin's Creed Chronicles: India nos vuelve a traer una interesante mecánica de juego, aunque a muchos les resultará familiar. Lo vemos en este análisis.
Assassin's Creed Chronicles: India es el segundo de la trilogía que Ubisoft plantea como alternativa para traer el universo expandido de su popular saga al formato videojuego. Tras ver a Shao Jun en Assassin's Creed Chronicles: China y antes de ver a Nikolai Orelov en Assassin's Creed Chronicles: Russia, nos toca el turno de encarnar a Arbaaz Mir en su peculiar lucha contra los templarios.
Y a quien ya haya jugado al primero de esta trilogía, todo en Assassin's Creed Chronicles: India le resultará muy familiar, ya que la mecánica de juego es exactamente la misma, sólo que aquí se introducen ligeros cambios como el Chakram (un arma arrojadiza que rebota en las paredes) y las situaciones son completamente diferentes.
El análisis de Assassin's Creed Chronicles: India podría ser el de China repetido
Y es que prácticamente no hay cambios entre las habilidades de Arbaaz Mir y las de Shao Jun. En un escenario en el que sólo hay scroll lateral, tendremos que utilizar todo el entorno y nuestras habilidades para seguir adelante en cada situación, bien de forma sigilosa, de forma eliminadora no letal, o como un buen asesino, acabando con todos los enemigos.
Pero la realidad es que en Assassin's Creed Chronicles: India, al igual de lo que ocurría en la anterior entrega, en combate somos muy vulnerables contra un gran número de enemigos, así que lo mejor es tomar una aproximación sigilosa hasta que tengamos los potenciadores suficientes para resistir el cuerpo a cuerpo. Además, las herramientas de sigilo son mucho más divertidas de utilizar.
Mucho que hacer a partir de una mecánica bien simple
Los enemigos de Arbaaz Mir tienen unas rutas de patrulla prefijadas que podemos contemplar con la Vista de Águila, y dentro de esas rutas, su cono de visión nos indica hasta dónde podemos avanzar sin que nos vean. A partir de ahí, tenemos que avanzar, reptar y trepar por donde podamos para evitar que nos vean y pasar a la siguiente zona, o bien podemos abordarlos por la fuerza, aunque como decíamos, mejor evitarlo siempre que se pueda.
Como todo buen Assassin, Arbaaz Mir dispone de una gran habilidad para escalar paredes, edificios, árboles y todo lo que se proponga, y además, al igual que Shao Jun, cuenta con una cuchilla con cuerda que le permite encaramarse también a los techos de ciertas estancias, lo que ayuda en las aproximaciones sigilosas y se hace fundamental en según qué situación.
Pero hay que tener cuidado si queremos ser sigilosos, ya que los enemigos también detectan el ruido, y todo está perfectamente representado en pantalla con unos círculos que aparecen determinando hasta dónde llega el ruido de nuestras acciones, que también se puede evitar.
Cinco horas de campaña para Assassin's Creed Chronicles: India, pero hay mucho más
Todo esto lo realizaremos de muchísimas maneras durante aproximadamente cinco horas hasta superar la campaña principal en la que nos contarán (muy por encima, todo sea dicho) la trama de Arbaaz Mir, Pyara Kaur y el Koh-i-Noor en un momento de guerra contra la colonización británica de la India.
Quizá el mayor problema de Assassin's Creed Chronicles: India es precisamente el pasar tan por encima de toda esta trama, que junto a la ambientación única de cada localización son los motivos principales por los que Assassin's Creed tiene tanto encanto y que aquí se echa tan en falta.
De todos modos, más allá de la campaña o la historia, en Assassin's Creed Chronicles: India hay mucho que hacer, y es que con la simpleza de esa mecánica de juego y tal diversidad de situaciones, también hay que contar con varios modos de dificultad y la consecución de determinadas puntuaciones basadas en nuestro estilo de juego, que hacen que dominarlo sea a la vez un reto y un placer.
Assassin's Creed Chronicles: India es simple, pero funciona
Quizá no llegue tan alto como un maestro del género como es Mark of the Ninja, y quizá haya cierta carencia de explicaciones en todo lo que se puede llegar a hacer en Assassin's Creed Chronicles: India que tiene como base lo ya aprendido en la anterior entrega (en ocasiones da por hecho que ya hemos visto algo similar antes).
Assassin's Creed Chronicles: India es un juego sencillo, pero tiene mucho que hacer hasta llegar a conseguir todo lo que tiene que ofrecer, y si eres de esos que van a por el 100% de un juego, te gustará saber que aquí hay mucho que rejugar.