Análisis de Battlefield 1 - Por fin llega el cambio a la guerra
La ambientación no es el único cambio que notaremos en Battlefield 1. La Gran Guerra sirve como escenario a uno de los mayores espectáculos vistos en la generación, y también a un estilo diferente de multijugador online. Lo vemos en el análisis de Battlefield 1.
El cambio de ambientación era la gran esperanza para que Battlefield 1 consiguiese por fin crear un FPS diferente dentro de una década de estancamiento y hastío, de una competición que no era tal ya que todos los contendientes avanzaban en direcciones diferentes. Pero este año, Battlefield 1 se desmarca con un giro interesante, un giro hacia la gran escala.
El número de Battlefield 1 no nos lleva a rememorar el primer Battlefield ni tiene nada que ver con la última consola de Microsoft, Battlefield 1 es un juego que se ambienta en los compases finales de la Primera Guerra Mundial, entre Centroeuropa y el por aquel entonces llamado Imperio Otomano, pero la forma en que nos lo cuenta es muy diferente a otras veces.
La campaña de Battlefield 1, todo un acierto
Uno podría sentirse un tanto estafado al ver que después de tanto revuelo como se montó en el anuncio de Battlefield 1 por lo de su protagonista afroamericano (la imagen de portada del juego), al final sólo es protagonista de una de las seis historias diferentes, y de la más corta, para más inri, pero no por ello la menos importante.
La campaña de Battlefield 1 se divide en seis historias diferentes, únicas y autoconclusivas que nos narran las historias de varios personajes o batallones históricos de importancia vital en el devenir de la Gran Guerra, y la variedad sirve también para darnos un paseo por todo tipo de localizaciones y conocer todo tipo de mecánicas de juego.
En efecto, la campaña hace las veces de tutorial de cara al multijugador de Battlefield 1, teniendo una historia centrada en los carros de combate, una centrada en la aviación, una en las monturas,... No es un recorrido demasiado difícil y da lo justo para incluso probar alguna de las clases especiales en las que podemos convertirnos temporalmente en el online, pero sin duda da para momentos impresionantes.
Ficción y realidad
Y decimos momentos impresionantes, pero tanto en el buen sentido como en el no tan bueno. La campaña de Battlefield 1 hace mucho hincapié en los horrores de la guerra, en sacrificios por unos ideales o una bandera, en recuerdos, en compañerismo,... Y cada una de las historias tiene un toque diferente, unas narradas en pasado, otras vividas desde ese presente.
Y en algún caso puede llegar a 'impresionar' en el sentido de dejar mal cuerpo, a pesar de que todo esté ligeramente endulzado con ficción, heroicidad y patriotismo, algunas estampas de campos arrasados, de villas en pleno proceso de destrucción o de barrizales repletos de trincheras, cadáveres y chatarra en llamas nos han llegado a impresionar, como decíamos, para bien y para mal.
Battlefield 1 es una bestia en cuanto a lo audiovisual se refiere. En más de una ocasión nos alcanzaron por quedarnos embobados con la maravilla de los escenarios, por lo desconcertante de un cambio de clima o por lo abrumador de un cambio total del mapeado.
Battlefield 1 y la guerra de guerrillas
Pero los grandes cambios de Battlefield 1 no sólo han llegado en la forma de contarnos una historia sobre guerras, también cambia en cómo nos lleva a vivir esas pequeñas grandes guerras online, y esta vez la escala parece insuperable.
Si bien hay ciertos modos de juego online que parecen mantenerse por compromiso, ya que no hay mucha diversión en matar y morir repetidas veces sin mayor objetivo que puntuar en un juego que busca ser más pausado, esta vez al clásico Conquista se le añade una interesantísima vuelta de tuerca en el modo Operaciones, un modo en el que no existe la partidita rápida, pero la intensidad se mantiene.
Operaciones nos lleva a una serie de mapas gigantescos que se diviven en sectores, y la misión como atacante es capturar puntos en un sector para hacer retroceder al enemigo al siguiente sector, volver a capturar puntos, hacer retroceder,... Y así hasta llegar a conquistar la base enemiga, todo esto evitando que el rival, en el puesto de defensor, alcance un número total de bajas durante un par de rondas, de las cuáles la segunda es especialmente dura.
El modo Operaciones, donde cada vida cuenta
Operaciones es un modo de juego espectacular donde los haya, y al hacer que cada uno de esos respawns se tenga en cuenta, cada baja aquí es de vital importancia, y así se vuelve mucho más importante la compenetración entre compañeros y la existencia y buen aprovechamiento de diferentes clases.
Y tan importantes son las diferentes clases como el saber aprovechar cada pequeño recurso que nos brinda la partida. No es un modo en el que lanzarse de cabeza al primer carro de combate que veas para que te lo destrocen tras un par de bajas. Un tanque puede ser un recurso valiosísimo en el momento en que un zepelín o un tren acorazado entran en batalla, así que conviene no ir a lo loco.
Battlefield 1 es un cambio, pero sigue siendo Battlefield
Si bien es cierto que hay más cambios que la ambientación y que sí se notan, la sensación de estar jugando a un Battlefield se mantiene, el feeling de Battlefield 1 es similar al de otros shooters de DICE, pero aquí el armamento y la disposición de los escenarios es la clave para darse cuenta de que no es más que un simple skin de otro Battlefield.
En general, Battlefield 1 ha conseguido cautivarnos como hacía mucho que no lo conseguía un título de la saga más allá del esplendor gráfico. Battlefield 1 ha sabido diferenciarse en el momento justo, y ha sabido aprovechar bien la oportunidad para darnos una de las mejores campañas de la saga y una mejora necesaria para el multijugador, con algo que sabe clásico pero que a la vez hace evidente la mayor escala de Battlefield.
