Bloodborne Análisis - Dentro del terror cósmico

    From Software y Japan Studio han regalado al mundo otra obra maestra que deberían estudiar todos los futuros profesionales de este medio. Este es nuestro análisis de Bloodborne.

    ¿Cómo juzgar un juego que sabes cuyo máximo potencial está en las horas y horas que quieras invetirle y en lo que estés dispuesto a sumergirte en su mundo? Analizar Bloodborne es acotar sus significados, así que no toméis nuestra palabra como un veredicto final sino como un "esto es" más que como un "esto significa".

    Es algo que comparten todos los juegos de la saga Souls, a la cual indudablemente pertenece también este juego. Por mucho que la palabra no aparezca en su nombre, el legado es evidente en esta nueva criatura de la noche y el terror, que brilla tan fuerte como los anteriores, si no más en determinados momentos.

    Bloodborne

    Todo arranca en la ciudad maldita de Yarham, que ha sucumbido a la bestialidad de la noche y de sus habitantes sedientos de sangre, pero también temerosos de su poder. Tú eres un cazador extranjero que ha acabado inmerso en semejante movida por avatares del cruel destino. Y poco más se puede contar de la trama de Bloodborne.

    Cualquier otro cosa que os expliquemos es mera especulación nacida de las pistas, los susurros y las imágenes que pesentan sus escenarios. Sabemos que hay otros cazadores, no precisamente amistosos, sabemos que hay seres humanos en alguna parte y sabemos que la sangre es lo que da poder al hombre.

    Necesitaremos del líquido rojo, o de los ecos de la sangre, para subir de nivel y comprar objetos. Son las almas de Bloodborne, los puntos que tanto cuesta conseguir y por los que la maldecimos cada muerte que pone en riesgo el avance de nuestro personaje. Perderás ecos de sangre y repetirás secciones muchas veces, te vamos advirtiendo, asçi que tampoco les cojas mucho apego. Son un medio, no un fin.

    Bloodborne

    El objetivo de Bloodborneno es otro que seguir vivo, avanzar matando bestias inmundas diseñadas con maestría y abatiendo presas demoníacas engendradas por el terror cósmico de H.P. Lovecraft, la niebla victoriana y gótica del Drácula de Bram Stoker y el sentido del misterio de El Rey Amarillo de Robert William Chambers.

    Es algo que se podría decir de Demon's Souls y Dark Souls, pues en verdad no hay una gran distancia conceptual entre estos juegos y Bloodborne, sino un espejo deforme que expone las mismas ideas a puntos de vista diferentes. Es un reflejo que no vemos solos, pues From Software ha vuelto a darle ese toque social pero aislante de su multijugador.

    Bloodborne

    Al margen de los inmundos gritos de los seres que habitan Yarham, hay muchas voces en la armonía de Bloodborne, algunas que ayudan con pistas, otras con bromas pesadas y otras con su propia figura invocada para ayudar en determinados combates. Y también hay invasores que se cuelan y profanan tu realidad, por supuesto.

    No hay grandes avances en este sentido, aunque existe más cooperación gracias a las mazmorras procedurales pensadas para resolver con amigos y que van subiendo de dificultad dependiendo del valioso objeto que sacrifiques para acceder a ellas.

    Es un añadido paralelo a la experiencia de juego y nos gustaría que fuera más integral con la aventura, pero son entretenidas, difíciles y aislan a la perfección todo lo que convierte a Bloodborne en lo que es: un juego de terror con un sistema de combate perfecto y sin una sola grieta.

    Bloodborne

    Suponemos que ya estáis enterados de que los escudos son algo secundario en Bloodborne y que todo gira, a veces literalmente, en torno a tu capacidad de esquivar los ataques de los enemigos y jefes. Tu cazador o cazadora es ágil y puede esquivar todo lo que se le eche encima si te sincronizas bien con sus piernas.

    Y como podréis imaginar, esto cambio por completo cómo se juega: Bloodborne es un juego mucho más reactivo que sus hermanos, que permitían esa actitud desafiante y arriesgada, pero no la potenciaban del todo ni daban ventajas suficientes en comparación con el típico personaje lento y pesado.

    Esto se consigue, en primer lugar, por la facilidad para enlazar combos entre los dos modos del arma que empleamos. Estas armas con truco están pensadas para manejar la distancia y los espacios casi al milímetro, y en combinación con la nueva esquiva, convierten a Bloodborne en un toma y daca velocísimo por momentos.

    Bloodborne

    Luego, en segundo lugar, está la recuperación de vida, más generosa pero también porque los enemigos hacen mucho daño y porque juegas a atacar, no a huir. Por esta razón hay un tiempo de recuperación de vida tras cualquier golpe: si hieres al enemigo según te ha herido este, recuperas un poco de vida. Y si sigues golpenado, puedes hasta recuperar todo lo perdido.

    Y por último, el arma secundaria, el arma de fuego, rematan este conjunto de por sí fortísimo. Aunque sí se puede hacer daño desde lo lejos, la cantidad es anecdótica en la mayoría de armas, motivo por el cual Bloodborne tiene preparda una función mucho más estructural para las pistolas y escopetas: el parry.

    Prácticamente todos los enemigos se pueden inmovilizar en un momento dado de casi todos sus patrones de ataque, y esto incluye a los jefes finales, lo que te confiere un poder inmenso si sabes usarlo bien. Y deberás usarlo bien: un jefazo que te hace temblar por lo poco que quitas y lo mucho que él te destroza puede morir de cinco parries.

    Bloodborne

    Todo está tan bien engrasado en Bloodborne que parece imposible que esta máquina vaya a pararla alguien en algún momento: pelear es un gustazo, moverse por su mundo laberíntico pero perfectamente conectado es una experiencia en sí misma y sobreponerse al terror más absoluto sobrecogedor con cada jefe es casi una prueba vital.

    Pocos juegos aceleran el corazón como Bloodborne y pocos cerebros alcanzarán a comprender la majestuosidad de su mundo, de sus realidades paraleles justificadas con el multijugador y de su nuevo sistema de combate. Nos cuesta creer que exista un juego que no está a la altura de todos sus predecesores sino que casi los supera.

    No podemos afirmar esto con total rotundidad pese a que muchos es lo que os preguntaréis con tanta comparación con Demon's Souls o Dark Souls. ¿Es mejor que ellos? No lo sabemos, es imposible contener la bestia inquieta que es Bloodborne y resumir con un sí o un no, o con un bueno o un malo, todo lo que nos hace sentir.

    Preferimos, pues, contemplarlo hipnotizados y sumergirnos en él con la ingenuidad de quien cree que encontrará la luz en al otro lado de la oscuridad más profunda. Pero no es así: entrar en Bloodborne es dar un paso en el abismo más complejo y profundo para fundirse, para ser uno más de los que no pueden dejar de pensar en él.

    9.9

    Pros y contras

    • Un diseño de escenarios, ambientes y personajes que se estudiará en las universidades
    • Largo, complejo, completo y digno del más hábil de los jugadores
    • Sus conectividad online es algo de otro mundo (literalmente) que solo From Software sabe mejorar
    • Realmente recuerda a los demás Souls a la vez que es diferente
    • Que no tengas una PS4

    Bloodborne

    Disponible desde 25 march 2015

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