Blue Estate: The Game Análisis
El humor más casposo se une a una explosión de sexo y violencia en este shooter-on-rails que entretiene, siempre y cuando dejes tu cerebro durmiendo la siesta y tus expectativas se reduzcan a tiros, sudor, bromas de mal gusto y muchas, muchas palabrotas.
La historia de Blue Estate: The Game es producto de la mezcla de los elementos característicos del pulp con estética de cómic y el cine de Quentin Tarantino, resultando en un derroche de violencia, humor ofensivo a todas las razas y credos y situaciones y personajes esperpénticos. Está inspirado en la novela gráfica del mismo nombre de Iktor Kalvachev and Kosta Yanev publicada hace un par de años por Image Comics.
El cóctel del nudo argumental de Blue Estate: The Game lo componen Tony Luciano, un gangster wannabe hijo de un pez gordo de la Cosa Nostra en LA, Cherry, una atractiva bailarina de striptease que trabaja en el garito de mala muerte de Tony y Clarence, un antiguo Navy Seal que se gana el pan haciendo buen uso de sus habilidades de diplomacia a golpe de calibre 38. Tras el secuestro de Cherry por una banda rival Tony vuelve a demostrar su gran habilidad negociadora y termina recurriendo a los servicios de Clarence para no dejar vivo ni al apuntador.
Dispara primero, pregunta después
Blue Estate: The Game es un shooter-on-rails a estilo tradicional con perspectiva en primera persona y movimiento predeterminado. Nuestra responsabilidad se limita a apuntar, recargar y disparar a todo lo que se mueva. La única diferencia con clásicos como Time Crisis o House of the Dead es que para apuntar no usamos los joysticks analógicos sino que hace uso de los giroscopios del mando de la PS4 para articular el sistema de puntería y disparo.
Aunque la precisión del punto de mira es aceptable al no contar con un punto de referencia en el televisor se desajusta con bastante frecuencia, lo que es frustrante al tener que recalibrar casi constantemente (especialmente irritante en las útimas fases cuando el nivel de dificultad es mayor).
El panel táctil del mando es utilizado también para interactuar con elementos del entorno, así desplazando el dedo sobre el mismo en la dirección adecuada podremos abrir puertas o recoger equipo y energía. Otra ventaja disponible es la cámara lenta con la que podremos emular nuestra escena favorita de John Woo.
Mediocre en su concepción, mediocre en su ejecución
El apartado técnico es correcto rozando el suspenso y es que en este año y época Blue Estate: The Game ofrece lo justito para justificar su publicación en PS4. Se compone de 7 áreas que una vez completadas ofrecen casi ningún incentivo para volver a jugarlas y unos gráficos que no destacan por ningún aspecto y que parecen creados para la anterior generación.
El diseño de los personajes tiene cierta gracia al principio pero no deja ser un batuburrillo de clichés sin mucha inspiración. Las voces consiguen dotar de cierta personalidad al juego y reconozco haberme reído alguna que otra vez con ciertas bromas pero el humor, la principal baza de Blue Estate: The Game, es también su mayor problema: el humor pretendidamente socarrón y grosero que termina resultando más ofensivo que chistoso.
Blue Estate: The Game no gustará ni a los amantes del género
Es imposible evitar la decepción ante un juego que si bien no estaba predestinado a romper moldes, prometía en sus avances una buena dosis de acción ochentera y coñas continuas. Desgraciadamente el juego aburre casi de forma inmediata y no consigue arrancar más que un ligero chascarrillo de vez en cuando. Habrá que quedarse a la espera de un título que realmente nos vuelva a traer la magia de un género un tanto olvidado en los últimos años....una pena.