Broken Age Acto 2 Análisis - ¿De qué iba este juego?

Ya antes de jugarlo, Broken Age Acto 2 presente un problema importante: su primera parte se lanzó hace 16 meses y ni dios se acuerda del todo bien de qué iba o cómo terminaba, motivo por el cual, nosotros y muchos otros han tenido que rejugarlo para recordar y poder afrontar como dios manda esta segunda parte.

Obviamente, los planes de Tim Schafer y Double Fine no incluían un desfase tan importante entre ambos lanzamientos, pero así es la vida y así son los juegos de Kickstarter: las promesas no siempre pueden mantenerse intactas. Sea como fuere, la historia de Vella y Shay por fin tiene un fin, incluso si este no es nada del otro mundo.

Broken Age Acto 2 arranca desde el olvido

Si recordamos bien, cuidado con esto que es spoiler, el Acto 1 de Broken Age termina con Vella siendo ofrecida como sacrificio a Mog Chorhra mientras que Shay seguía explorando el mundo que se le había negado inicialmente en su infancia. El encanto de la historia y su heterodoxia siguen presentes, pero por desgracia, el desarrollo deja mucho que desear.

Tras haber unido al final de ambas aventuras a los héroes, estos vuelven a ser separados de la forma más estúpidas posible, y aunque esta separación establezca aún más paralelismos entre ambos personajes de los que ya existían y permita que se conozcan mejor entre sí, la ejecución es terrible, repetitiva.

Reciclado y repetitivo

Para empezar, la simetría con al que se revisitan ciertos lugares no cuaja con el héroe alternativa y volver a tratar los mismos personajes sin apenas nuevos añadidos parece un recurso barato más que un intento de contar algo. Es como si en Double Fine no pudieran haber contratado más actores de doblaje o hecho más animaciones.

Tampoco hay casi nuevas localizaciones en Broken Age Acto 2. Tras andar por los mismos escenarios del primer acto y esperar algo novedoso a medida que la aventura llega a su final, el descubrimiento de un nuevo entorno jamás llega. Lo único nuevo que se descubre son tres nuevas estancias en un lugar que conocías de antes. Una tomadura de pelo.

Bonito, pero enrevesado y frustrante

Por lo menos, la estética de Broken Age Acto 2 sigue siendo impecable, claro que como los escenarios y personajes han sido reciclados, pues no tiene mucho mérito afirmar tal cosa. El trabajo de los dobladores, sin embargo, sí se merece toda nuestra admiración y enhorabuena, no solo por su calidad sino porque hacen más llevadero todo el juego.

Lo que sí ha cambiado, y muy notablemente, es la dificultad de los puzles. El Acto 1 era una chuminada muy sencilla que cualquiera podía hacerse sin casi dar vueltas en balde, pero Broken Age Acto 2 es difícil, o mejor dicho: es frustrante. Lo enrevesado y confuso de estas pruebas intelectuales le hacen más daño que la simpleza de los anteriores

Puede que aquellos que añoren la vileza de Grim Fandango encuentren encantadores estos puzles y se alegren de tener que hacer uso de papel y lápiz para resolverlos, pero no es nuestro caso. Lo obtuso de los últimos puzles es algo que no podemos recordar mientra escribimos este análisis sin sentir fuego en el estómago con Broken Age Acto 2.

Schafer, ¿qué ha pasado?

Si al menos todos estos problemas concluyeran en un final digno y que nos hiciera apreciar más los adorables personajes del juego, Broken Age Acto 2 tendría algo de perdón, pero no es el caso. Aún siendo un juego muy bien escrito, los villanos son muy típicos, llegan muy tarde en la aventura y tienen unos planes ridículos.

Y tras todas estas aventuras y puzles, por desgracia hemos sentido que los personajes no han sido cerrados como era debido, que se quedan demasiadas cosas en el aire y que, aún estando bien construidos, no terminan por evolucionar ni cambiar ni llegar al punto de madurez que insinuaba el Kickstarter al que llegarían.

Tim Schafer y compañía no han sabido rematar bien la receta tan interesante de adolescentes incómodos que buscan su lugar en el mundo. En lugar de darnos una historia sesuda y bien ejecutada, nos han traído bastante tarde una conclusión que parece obligada y hecha con menos amor del que normalmente ponen en sus juegos.

Los fans de Schafer se alegraran de ver ligeros destellos de su estilo y líneas muy ingeniosas habladas con encanto, pero Broken Age Acto 2 es un juego que no se deja disfrutar y que sabe a repetición y desgana. Nos pone triste decir algo de un juego que, luego, es tan bonito.