Captain Toad Treasure Tracker Análisis - Hora de Aventuras
Captain Toad es el juego más nintendero que hemos visto en año: sencillo, divertido, arrebatadoramente cuqui y con unos protagonistas muy carismáticos. Quién nos lo iba a decir de Toad, ¿eh?
En una época donde lo que se llevan son los héroes malotes en entornos oscuros y crudos llenos de sangre y cosas perturbadoras, Nintendo es una compañía que prefiere lanzar un juego de puzles en escenarios llenos de colores y con una seta algo amanerada como protagonista. Por eso queremos a Nintendo, claro.
Captian Toad: Treasure Tracker sería uno de los mejores juegos de 2014 de haberse lanzado unos pocos días antes, y con eso lo decimos casi todo. Posiblemente estemos ante el comienzo de una nueva franquicia, porque desde luego hay magia para rato con este puñeteramente precioso juego.
Captain Toad, el stendhalazo nintendero
Nada más empezar a jugar a Captain Toad, lo más normal es que tu cerebro empiece a llorar de alegría: pero qué juego tan bonito. De veras, hay pocos juegos, incluso de Nintendo, que jueguen tan bien con el color, la música, los simpáticos personajillos y el movimiento de los escenarios. El resultado: una ola de felicidad que no termina nunca.
Nivel tras nivel, Nintendo demuestra por qué Wii U es una alternativa perfecta a PS4 y/o Xbox One: no hay nada parecido en ninguna parte. En total, hay 70 fases llenas de puzles sencillitos, las primeras protagonizadas por Toad, las siguientes por Toadette, y luego fases donde se van turnando. Encima de bonito, correctísimo en cuanto a igualdad de sexos.
No es Portal, pero tampoco lo necesita
Los puzles de Captain Toad son muy sencillos y a ptos para todas las edades, y aunque un adulto puede encontrarlos sencillos, eso no quita que sean muy inteligentes y jueguen con el espacio y los recovecos de sus difernetes alturas y mecanismos como dios manda.
La variedad de escenarios y de mundos es digna de un Super Mario Bros, desde la clásica pradera verde hasta un castillo, pasando por niveles más actuales como un pinball u otros clásicos como una mansión encantada. La mayoría tienen estructuras parecidas para poder jugar con el giro de cámara, eso no cambia.
Pero también hay fases diferente, como una donde vamos en una vagoneta y disparando nabos en primera persona, en general todos los puzles son como las fases de Captain Toad en Super Mario 3D World, que es de donde surge este juego directísimamente.
Conseguir todas las gemas no es tampoco muy difícil, aunque alcanza el objetivo secreto del mapa y conseguir los champiñones dorados que hay ocultos en la mayoría de ellos cuesta un poco más. El sistema de puntuación es el clásico de cualquier juego de móvil, por cierto, una evidencia más de cómo Nintendo se acerca 'peligrosamente' a este mundillo.
El carisma de una seta
Los escenarios también tienen enemigos, y aquí es donde más cariño se les coge a Toad y a Toadette: no pueden vencerlos como Mario, pero se las apañan para tirarles nabos, caer sobre ellos o hacer que se caigan solitos de los escenarios activando alguna palanca o sirviéndose de alguna finta a destiempo.
También hay un par de jefes, perfectamente conjugados con las mecánicas del juego: hay que esconderse, por aquello de que Toad es un mindundi incapaz siquiera de saltar – ¿es este el primer juego de Nintendo donde su protagonista no salta? –, y se les vence resolviendo un puzle algo más dinámico que el de las fases estándar.
No es perfecto, pero casi
Solo podemos sacarle dos pegas a Captain Toad: por un lado, que jugarlo en la televisión es más molesto que hacerlo en el mando solamente: hay puzles que se resuelven mejor mirando solo al GamePad, como los de soplar o de mover con el dedo. La combinación de tele y mando aquí es un perjuicio.
Por otro lado, habría sido fabuloso que Nintendo hubiera incluido alguna clase de modo cooperativo, no solo porque tienen a los dos personajes perfectos para ello sino porque Captain Toad lo pide a gritos. ¿Quizá se lo hayan guardado para la segunda parte?
Captain Toad está en el podio nintendero
Puede que Captain Toad no sea tan completo ni tan rejugable como Mario Kart 8 o Super Smash Bros., pero no por eso debería dejar que sus hermanos mayores le miraran por encima del hombre. Aún siendo pequeño, con la sencillez por bandera y con una sola idea que sustenta toda su jugabilidad, es un juego sobresaliente.
Es más: Captain Toad, y Nintendo, es realmente valiente: no hay nada ahora mismo ni remotamente parecido en consolas, o al menos, no tan bueno. Quizá Monument Valley sea el único referente actual, aunque este sea más complicado en general.
Que su aspecto infantil no engañe a nadie: Captain Toad puede alegrarte el día más negro de tu vida con cinco minutos de setas monas, escenarios de colores brillantes y puzles que te hacen sentir como un niño.