Cosmophony Análisis - Da el salto del smartphone a Wii U

Cosmophony es uno de estos extraños casos de juego de móvil que da el salto a la consola y no termina siendo ni un sacacuartos fuera de lugar ni una experiencia inferior. Esta especie de endless-runner trata sobre una diosa que intenta mantener la harmonía del universo, que fracasa y que ha sido atrapada en un cristal. ¿Tu papel? Resolver lo que ella no pudo resolver.

Pero no es solo un endless runner, es también un juego pseudomusical y con toques de acción, pues hay que disparar a ‘enemigos’ – todo lo enemigo que puede ser un triángulo negro – y esquivar los constantes obstáculos que aparecen mientras ocurren un montón de cosas raras en el fondo de la pantalla.

Cosmophony se parece a Rez, y no pasa nada

Gráficamente, si Cosmophony te recuerda a Rez, enhorabuena: eres una persona que sabe de videojuegos y sabe identificar cuál fue el juego que mejor ha explotado la saturación de color y la sencillez gráfica en la última década.

También se parece a Super Hexagon, por aquello de las formas geométricas, la música y el ritmo imparable al que los obstáculos se ciernen sobre ti, así que solo por sus referentes, el juego ya llama mucho la atención.

A diferencia de este juego, los movimientos son mucho más reducidos, pues solo te mueves a los lados, y hay que disparar. Comparado con el control en el móvil, sin duda la experiencia es mucho más grata y precisa.

La sencilla del control es empareja muy bien con la estética, pero que Cosmophony no os engañe: detrás de esto hay una dificultad endiablada que exige maestría, repetición y un poquito de memoria y reflejos. Por eso hay que empezar siempre practicando los niveles, pues en este modo, si se muere, se puede volver a intentar el recorrido desde un checkpoint.

Y una vez te sabes más o menos la pantalla, los patrones de los enemigos, dónde aparecen las barreras, la velocidad a la que tienes que cambiar de posición, da el salto al modo normal.

El modo 'normal' no es precisamente fácil

El modo normal, aunque su nombre no lo indique, es el reto de verdad. Puede ser incluso demasiado difícil y desesperar un poco, pues exige superar las pantallas de principio a fin sin morir. Si te chocas con un enemigo o un obstáculo, empiezas de cero otra vez. Por eso decimos que con Cosmophony hace falta maestría, reflejos y memoria.

Acabarlo en el modo práctica debería darte confianza suficiente, y ayudar un poco a ejercitar tu memoria, pero el reto real está en hacerlo en normal. Y no creas que te puedes pasar el juego entero en modo práctica: para pasar a las siguientes pantallas, hay que superar al menos cada pantalla en modo normal.

Eso no significa que haya que acabárselas al 100%, ojo, pero el juego sabe picar muy bien con el sistema de estrellas, ese tan típico de los juegos de móviles. Si te pasas el nivel en modo de práctica, tienes una estrella. Si lo haces en modo normal, tienes otra.

Y si superas ambos al 100%, esto es, matando a todos los enemigos, recibes una estrella más por cada modo. Cuatro en total.

Cosmophony es toda una experiencia

Como Rez y Super Hexagon, Cosmophony mezcla sonidos tecno y gráficos de colores extremos que consiguen una sensación muy especial y que benefician a la concentración, algo que el juego sabe muy bien y por eso aprovecha cada pequeño detalle para lanzarte un enemigo o un obstáculo a destiempo y pillarte desprevenido.

Cosmophony sabe unir muy bien gráficos, música y mecánicas. Esta mezcla de tantos elementos y de shooter on rails, aunque ya no sorprenda demasiado, termina resultand una grata experiencia. Quizá para unas manos hábiles y con experiencia en este tipo de juegos termine resultando algo corto, pero eso no le quita ni un ápice a su estética y su logrado control.

Además, es muy barato, que eso siempre gusta.