Crystal Catacombs Análisis - Otro 'mega-troid-vania'

Lo mejor que han hecho los juegos indies en los últimos años, con la ayuda de Kickstarter sobre todo, es recuperar el pixel como un instrumento para crear bellesa y reivindicar no solo que hacer un juego hiperrealista no es sinónimo de diversión sino que lo que realmente importa es cómo se juegue.

En este sentido, Crystal Catacombs triunfa en el primer sentido pero fracasa en el segundo: aún que obedece a una fórmula retro por antonomasia, la de los metroidvania en 2D, no consigue mezclarla bien con sus principios de roguelike y sus controles y limitaciones mecánicas. Pero no adelantemos acontecimientos...

Crystal Catacombs es retro porque sí

Explicar Crystal Catacombs es sencillo: es un roguelike mezclado con metroidvania, dos géneros que de por sí son bien complejos en sus mecánicas y que, como os podréis imaginar, no terminan de casar del todo bien. ¿Tiene sentido perder todo el recorrido hecho cuando palmas? Depende de la persona que lo juegue.

En nuestro caso, nos ha podido un poquito la frustración, aunque entendemos por dónde quieren ir los tiros y por qué Crystal Catacombs te castiga más que ningún juego cuando metes la pata, algo que harás muy a menudo en sus primeros momentos. Y da igual que empieces en el nivel de dificultad más bajo, porque siempre va a más.

Esto casa muy bien con su estética, por supuesto: es un juego que imita a los viejos juegos casi imposible de la época del Spectrum. Seguro que esto es un factor de compra impepinable para mucho jugador con canas, pero a nosotros... bueno, digamos simplemente que las cosas se pueden a la antigua usanza y bien, que no es algo excluyente.

Wall jump de mi vida

Como todo buen metroidvania, Crystal Catacombs tiene niveles, tiene diferentes armas y tiene enemigos que te juegan una mala pasada. Y como buen roguelike, hay trampas que te hacen maldecir en suajili cada vez que te pillan. Un fan de La Mulana disfrutaría mucho de esto de no ser porque el control deja mucho que desear.

Para tratase de un juego donde saltar es tan, tan importante, Crystal Catacombs lleva muy mal esto. Y es una lástima, porque muchos de sus fans fueron informando del problema a sus desarrolladores en la fase de Acceso Anticipado que vivió el juego tras su Kickstarter, pero no han hecho ni el huevo por resolverlo.

Así pues, maniobrar en medio el aire y atacar o hacer un wall jump y tratar de caer en una plataforma móvil se convierten en un problema inmenso y que enfada. No tiene gracia que un juego sea difícil porque no funcionan bien sus mecánicas básicas.

En la variedad está el gusto

En lo que no se puede criticar a Crystal Catacombs es en la variedad de escenarios y en sus diseños. Cada mundo es grande y se explora con gusto (salvo cuando tienes que hacer algún salto complicado) y la estética pixelart hace el resto. Esos monstruos que te hacen sentir enano y que, cuando derrotas, te hacen sentir enorme, son magníficos.

Así que aunque se le puedan poner muchas pegas a Crystal Catacombs, se le puede coger también cierto cariño. Es una lástima que no se hayan limado más asperezas durante su desarrollo y testeo en Acceso Anticipado, pero un fan de los plataformas jodidos estará más que satisfecho de dominarlo, aunque le lleve sus buenas horas y repeticiones.