Dark Souls II: La Corona del Viejo Rey de Hierro Análisis

La Corona del Viejo Rey de Hierro es el segundo de los tres contenidos descargables de Dark Souls II, y es todo lo que se espera de él: difícil, duro, exasperante y preparado para agotar al jugador; vamos, que es genial y todo lo que se espera de él

Ubicado en el Torreón de Hierro, justo después de matar al demonio de lava (uno de los menos inspirados del original, todo sea dicho) se nos aparece una puerta con una fuente en la que nos trasladamos al lugar donde tendrá lugar nuestra nueva aventura. Los cartelones que lo flanquean nos advierten: “prepárate para enfrentarte a un reto de altura”.

La presentación de la nueva zona es menos potente que la del Rey Hundido, recuperamos los torreones, las grandes cadenas sobre las que caminar, la lava y las salas llenas de esqueletos armados hasta los dientes, elementos comunes ya en el propio juego.

Los escenarios no son tan vistosos como los del anterior DLC

El zigurat oscuro del anterior, la presencia del agua y las esculturas como concha de una especie de lagarto-tortuga pusieron el nivel muy alto, y sabían diferenciarse mejor del original hasta tener una personalidad propia, aquí no se acaba de conseguir.

De todos modos, tampoco le hace falta; este no emplea de un modo tan activo el escenario como aquel. Los puzzles se trasladan a los rivales, al modo de derrotarlos y a hacer que interactúen entre ellos. De nuevo, se retoma la idea del empleo de la oscuridad que ya vimos en Dark Souls II, ¿recordáis el cuadro que al acercarnos nuestra oscuridad subía? Pues algo parecido.

Pero los enemigos son mucho más duros

Este elemento sirve para la narración, para poner ante nosotros otro relato fragmentado que hilar a medida que el juego nos va mostrando las vicisitudes de su construcción. A destacar cómo se hermanan diseños de la zona en la que nos adentramos en el DLC (El Torreón de Hierro) con la del propio contenido.

Y además da un mal rollo terrible, con zonas gobernadas por un ser de alma rota, empapadas de oscuridad y que hasta que no lo encontremos, y lo hagamos desaparecer, la negrura seguirá cubriéndolo todo. Una vez más, From Software sigue profundizando en su manera de entender cómo un enemigo se presenta al jugador.

Los puzzles llegan a través de los monstruos a derrotar

Los torreones, fosas y catacumbas por las que corremos están maravillosamente interconectados, con zonas que se abren una vez avanzado el juego y numerosos recovecos que explorar y en el que encontrar nueva equipación y enemigos, la zona funciona como un motor al que vamos añadiéndole piezas hasta arreglarlo; un clásico de la desarrolladora: una zona de limitadas dimensiones perfectamente aprovechadas a golpe de mecanismos, ascensores y trampas.

Como decía, el juego va sobrado de enemigos mal intencionados, pero más todavía de diseños de secuencias y escenas donde estos se vuelven todavía más detestables. From Software sabe que su cámara no lo enseña todo, que al bajar de una escalera estamos desprotegidos, etc; y lo aprovecha para ponernos en situaciones complicadas.

Los enemigos están puestos muy a mala leche

Por supuesto, para superarlo todo podéis hacerlo de dos modos: o bien haceros los valientes y avanzar con valor o aprovechar también todos los recursos del videojuego, que los hay, para poder llegar al final con seguridad y sin acabar lanzando el mando contra la tele: huir en lugar de plantar cara, dejaros invocar para ver antes de llegar vuestro personaje lo que hay más allá, tener el arco bien cargado de flechas y eliminar a los bosses en compañía.

Con el tiempo, cuando le cojáis la dinámica y el ritmo al juego, ya podréis moveros libremente, pero al principio es aconsejable andar con pies de plomo. En definitiva, este DLC es un excelente trabajo, bien diseñado, con retos a la altura, bien contado y con todo lo que se espera de Dark Souls II. Sigue sin ser tan bueno como el que nos reunió con Artorias, pero es un placer morir una y mil veces. Hay ya muchas ganas de que llegue el tercero y definitivo.

9

De plus- en minpunten

  • Cómo se nos aparece el último jefe
  • Empleo de la oscuridad
  • Deliciosamente difícil
  • Se recuperan bosses del original
  • Diseños de escenarios menos inspirados que el anterior

Dark Souls II

Disponible desde 14 march 2014

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