Darkest Dungeon Análisis - El estrés conduce a la locura

    Darkest Dungeon lleva el rogue-like a la psique de los personajes protagonistas y a la del propio jugador. Un título no apto para partidas rápidas o para los amantes de la acción.

    Estamos en un momento en el que el videojuego reniega del camino fácil. La pasada generación el público acabó muy harto de juegos excesivamente guiados y amables con el jugador. Quizás por ello, en el terreno indie, se empezó a formar una manera distinta de hacer juegos, en los que se tomaba al jugador por alguien inteligente y capaz de aceptar retos, y solucionarlos.

    Rogue Legacy, FTL y tantos otros como Dark Souls en círculos más comerciales, validaron la idea de que se podía ofrecer un videojuego díficil, desafiante y no por ello malo en términos de ventas o poco atractivos. No todo iba a ser títulos pasilleros repitiendo los mismos conceptos una y otra vez y sin chicha ni limoná.

    Darkest Dungeon

    Darkest Dungeon es de esos juegos que toman al jugador por un ser inteligente

    Darkest Dungeon es uno de esos juegos duros, agotadores y estresantes, en los que la derrota es parte fundamental de la partida; uno de esos en los que tus personajes morirán, sí, pero eso no será lo peor, sino que enloquezcan a causa del estrés de las misiones.

    La historia de Darkest Dungeon nos lleva a un lugar condenado que debemos recuperar, una antigua mansión conquistada por el mal y el caos. La haremos nuestro reclutando guerreros fornidos, subiéndolos de nivel, equipándolos convenientemente y llevándolos al combate a través de misiones, una tras otra hasta lograr nuestros objetivos, pero que son muy difíciles de lograr.

    Darkest Dungeon

    Darkest Dungeon es un rogue-like difícil, oscuro y demencial

    Darkest Dungeon hace honor a su nombre: es un videojuego oscuro que combina una estética de fantasía tétrica con ese tono de manicomio macabro; a bote pronto, me recordó mucho al ambiente del de The Evil Within, salvando las abismales distancias de estilo. Elegir ser así, no es casual.

    La fantasía medieval nos entrega un grupo de miembros de distintas clases identificables a la vista. Tenemos sanadores, DPS, atacantes a larga distancia, etc. Por su parte, el toque tenebroso de manicomio les añade una demente personalidad a cada uno de estos guerreros anónimos y genéricos. Entrar en la mansión produce un elevado nivel de estrés, que se acumula y asciende hasta llevar a los protagonistas al extremo de su cordura.

    Darkest Dungeon

    Lo que aporta Darkest Dungeon es unos personajes que pueden enloquecer

    En ese punto, pueden o bien desquiciarse, volverse terriblemente egoístas y cobardes o bien superar la tensión y transformarse en héroes capaces de sacar a todo el grupo de un apuro. Estos estados alterados se heredan durante toda la partida, pero podremos moderarlos si al llegar al pueblo los dejamos un rato en la taberna o en la iglesia rezando, en función de sus ideales.

    La muerte es también una constante, así como reclutar nuevos guerreros, regresar a misiones que no pudimos completar y atender a nuestros soldados que se estresan cada vez más. Abandonar una misión les agota la mente, y es comprensible, puesto que supone una concatenación de combates por turnos duros y exigentes.

    Darkest Dungeon

    El combate de Darkest Dungeon se hace difícil por su exigencia

    Darkest Dungeon no es solo difícil, no solo te hace prestar atención al hambre, al stress y a un montón de estados alterados, también a la posición de tus luchadores en combate (que si no están en su ubicación idónea no pueden atacar, se estresan y se vuelven tarumbas) y a sus heridas que se acumulan lucha tras lucha. También llega a ponerte en tensión como jugador por su ritmo lento, a veces hasta torpe y a lo sombrío que es todo.

    La meta de Darkest Dungeon no es ser un título fácil, ni siquiera accesible, sí quiere transmitir a través del teclado las angustiosas situaciones de sus protagonistas, y esto echará atrás a más de uno. El videojuego lo sabe, y nada más empezar te dice que esto no va a ser un paseo y que si juegas es a sabiendas de que no siempre te lo vas a pasar bien, no porque esté mal hecho, sino porque su misma propuesta es así.

    Técnicamente el juego es muy sobrio y oscuro. La tinta negra empapa y cubre los rostros para añadir rotundidad y tristeza a las expresiones, lo que facilita la meta del juego: que sientas como el estrés del guerrero derrotado, que sabe que jamás logrará su meta, se apodere de ti.

    Darkest Dungeon

    Técnicamente es correcto, artísticamente es notable

    Darkest Dungeon es para ti si buscas un rogue-like duro, que sabe que es duro y hace de esa dureza su encanto (duro). Estamos ante un videojuego en el que morir es parte del juego, y perder, y desesperarse. Sin duda, merece la pena adentrarse en el título tan solo por ser capaz de llevar la dificultad malsana de un rogue-like a la psique de la gente, y de ahí al jugador.

    Pero eso lo conduce a un defecto letal: no te enganchará a no ser que tú mismo te propongas que lo haga, porque la reacción natural tras una tarde de juego no será volver a él, y él lo sabe, y te lo dice, y disfruta haciéndolo. Maldito sádico.

    8.5

    Pros y contras

    • Propuesta de juego brutal
    • La ambientación
    • El estrés, fantástica adición
    • En inglés y sin subtítulos
    • Te exige mucho, decisión tuya es dárselo

    Darkest Dungeon

    Disponible desde 19 january 2016

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