Deathtrap Análisis - Trampas y monstruos
Deathtrap combina Action RPG con Tower Defense. Basado en el universo de Neocore sobre Van Helsing y sus andanzas, prepárate para acabar con hordas y hordas de enemigos.
Deathtrap tiene muchas cosas muy chulas para que a poco que te guste el Tower Defense te enganche rápidamente: unos tableros de juego interesantes, oleadas de criaturas, aparición de bosses que exprimen al máximo la relación de este género con el ARPG, mucho leveleo del prota y las trampas, un editor de mapas que ya tiene comunidad, cooperativo y pvp.
Las partidas de Deathtrap se solucionan en un escenario que se muestra a través de una cámara cenital un tanto ladeada. Ahí aparece nuestro héroe que escogemos entre tres, disponemos nuestras trampas e iniciamos la partida. Nuestra misión es lograr que las criaturas que van apareciendo por la pantalla no consigan llegar al portal que protegemos, si lo logran, entrarán en el mundo real y será el fin para todos.
Colocamos trampas en los puntos designados para ello, y a pelear
Se nos marcan unos caminitos que serán los que sigan los monstruos hasta el portal. En el escenario se ubican una serie de puntos específicos en los que colocar las trampas con las que les pararemos los pies. A grandes rasgos, se trata o bien de unas que atacan a distancia o a quien pasa sobre ellas, aunque también hay variantes como las que invocan criaturas.
Tendremos que combinar el daño que causan estas con el de nuestro propio personaje. Deathtrap nos hace movernos por todo el escenario, más a medida que el juego avanza. Estar cerca de determinadas trampas les añade un boost al daño o algunos bichos te las muerden y has de protegerlas.
Cuando Deathtrap presenta a sus bosses el título muestra su mejor cara
Para movernos rápido por el escenario contamos con unos portales en distintos puntos del escenario, así que en resumen toca matar todo lo que se mueva de un modo o de otro. A medida que lo hacemos ganamos puntos de esencia, que nos permite crear trampas nuevas así como realizar ataques; poco a poco, vamos haciendo nuesto el campo de batalla.
Aunque Deathtrap funciona bien así, es una lástima no poder poner las trampas donde queramos y que en los puntos establecidos solo podamos colocar una entre un abanico reducido de las mismas. El camino tan marcado de los rivales, que solo se desvía si llamamos su atención, le quita también un punto de incertidumbre a la acción.
Prepara tus Deathtraps con calma antes de cada oleada
El personaje presenta también algún que otro problema de control. En el caso del tipo que lleva ballestas, es un incordio que el clic que realiza un disparo también sirva para indicar a dónde queremos que se desplace. Muchas veces querrás ejecutar un tiro y ahí irá tu personaje en lugar de tu saeta a comerse el golpe de un monstruo.
El leveleo de trampas y de las habilidades del personaje le añaden más interés al juego, sin embargo y al poco tiempo de juego descubriréis como unas habilidades son mejores que las otras, será entonces cuando os dé rabia no poder abusar de ciertas trampas en el escenario de juego.
El editor de niveles le da vidilla a Deathtrap
Gráficamente, Deathtrap es justito, llegando a crear instantes de confusión cuando el protagonista se mete en una refriega entre varias criaturas, pero uno se acaba acostumbrando y nunca llega a ser un problema.
Pese a su rígido esquema de juego, que hace que Deathtrap parezca más un título de puzzles por eso de que hay que poner las piezas correctas (trampas) en el lugar correcto para ganar, Deathtrap es un buen título que gustará a los que busquen un Tower Defense con contenido.