Análisis de Dishonored 2 - Doble impacto, doble Attano

    Dishonored 2 lo tiene todo para ser una secuela perfecta. Todo lo que hizo grande al original multiplicado por dos, con más posibilidades aún para 'jugar a tu manera'. ¿Es suficiente como para justificar una segunda parte? Lo vemos en el análisis.

    Lo que consiguió Dishonored allá por el año 2012 fue todo un logro, pero no precisamente sin mérito. Arkane Studios consiguió un juego de acción y sigilo en primera persona que tenía prácticamente todo lo que se le puede pedir a un videojuego, y además, llevaba al máximo ese eslogan que muchos falsean de las 'posibilidades para jugar como tú quieras'. Y Dishonored 2 lleva esto más allá.

    Quizá el mayor problema de Dishonored 2, por empezar por las pocas notas negativas que se le pueden poner a esta secuela, es precisamente eso, el ser una secuela, que se pierda el factor sorpresa del original. También se le puede achacar una trama más simple, pasando de un original con traición, conspiración, grandes revelaciones, intereses ocultos y buenas formas de motivar al jugador a una secuela en la que, escojamos el camino que escojamos, va poco más allá de rescatar al protagonista que no has escogido y arreglar lo que se ha roto.

    Dishonored 2

    Dishonored 2 es más simple por un lado, más complejo por otro

    Y como último punto negativo, fallos de la versión de PC aparte, podríamos decir que Dishonored 2 no quiere poner mucho control sobre todas esas infinitas posibilidades de juego, y crear tu partida perfecta de sigilo puede ser un infierno porque cualquier cosa puede volverse loca en un instante por algún problema con las físicas. Nada que no solucione guardar partida a menudo.

    Pero todas estas posibilidades son, claro, una de las mayores virtudes de Dishonored 2. Lo bueno de que Dishonored 2 cuente con dos personajes controlables, Corvo (protagonista del primero) y Emily (la niña del juego original, ya crecidita), es que motiva al jugador a querer buscar esas formas diferentes de afrontar el juego y ver las consecuencias de nuestros actos, incluso en pequeñas frases o el comportamiento de los protagonistas si abrazamos el caos en diferentes medidas u optamos por la vía no letal.

    Y aún así, entre ambos personajes existen las diferencias suficientes como para, incluso, dar pie a muchos estilos de juego diferentes y varias formas de afrontar una partida completa, tanto con uno como con otro.

    Dishonored 2

    Herramientas para la variedad no faltan

    Y cuando hablamos de posibilidades no sólo nos referimos a, lo típico, pasar escondiéndose entre enemigos y neutralizarlos o entrar con toda la artillería pesada con la fuerza bruta por delante. Aquí hablamos de poderes bien diferentes capaces de modificar el espacio-tiempo, hablamos de poseer animales y enemigos, hablamos de enlazar enemigos para que lo que le suceda a uno le suceda a los demás, hablamos de transformaciones en criaturas oscuras que aterrorizan y aniquilan enemigos,...

    Y sí, puede considerarse un problema el hecho de tener que explorar mucho el alcance las consecuencias de cada poder para intentar cuadrarlo todo en esa 'partida perfecta' que de alguna forma Dishonored 2 te pide que intentes al menos una de las varias rejugadas, pero por otro lado, el desafío es un placer.

    Dishonored 2

    Nuevo mundo, nueva estética, nuevos detalles

    Tan placentero como es recorrer los nuevos escenarios. Si en el Dishonored original (si no lo habéis jugado, hacedlo, no os arrepentiréis ni un poco) nos sorprendía el diseño de Dunwall, tanto a nivel artístico como arquitectónico y el propio diseño de niveles dedicado al juego y a esas múltiples posibilidades, Karnaca y los nuevos escenarios de Dishonored 2 no se quedan atrás.

    Pueden parecer detalles simples, pero el hecho de que todo esté recreado de una forma lógica para la mente humana y no tanto como si de un videojuego se tratase, donde siempre se eliminan muchos de esos detalles 'lógicos' porque no tienen por qué aportar nada a la experiencia, aquí ayuda mucho a pensar cómo afrontar cada situación.

    Ya que Dishonored 2 permite tantísima libertad para afrontar cada situación, sólo es lógico que tampoco ponga barreras invisibles o que no cree salas vacías o puertas que no podamos atravesar porque son meramente decorativas. Y francamente, poco hay que resulte tan gratificante como tener esta libertad para explorar y planificar movimientos, dando sentido a todo el conjunto de ideas del juego.

    Dishonored 2

    Dishonored 2, conclusiones del análisis

    Hay dos cosas que nos apenan de Dishonored 2: Una es la sensación de que muchas situaciones de este juego en el fondo ya las hemos vivido en el original, y casi sería imprescindible haberlo jugado ya que es una continuación directa de la historia. La otra es que no exista una especie de 'modo dios' en el que podamos jugar con toda la gama de poderes desbloqueada, ya que las runas no son tan abundantes y realmente tenemos que elegir qué habilidades tener y de cuáles desprendernos.

    Pero a pesar de la falta de sorpresa, es inevitable pensar en Dishonored 2 como un grandísimo videojuego, con unos valores de producción impresionantes, un diseño de niveles ejemplar tanto a nivel de puro juego como a nivel artístico,... Con un poquito más de pulimento, de 'control dentro del caos', y quizá alguna sorpresilla, habría sido la secuela perfecta.

    9

    Pros y contras

    • Las diferencias entre Emily y Corvo
    • Variedad de opciones real
    • Todos y cada uno de los poderes molan mucho
    • Diseño de niveles y arquitectura, ejemplares
    • Algún descontrol con las físicas que te pueda romper la partida sigilosa perfecta
    • Un mejor guión no le habría venido mal
    • Es casi necesario jugar al original

    Dishonored 2

    Disponible desde 11 november 2016

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