Análisis de Dishonored Definitive Edition

Dishonored es uno de los mejores videojuegos de toda la generación pasada, un excelente título de infiltración que tiene su fuerte en la flexibilidad que le otorga al jugador para disfrutar de él. A Corvo le señalan como el asesino de la emperatriz cuando son otros los culpables. Condenado a muerte, consigue liberarse, y junto a otros que quieren acabar con el germén de la conspiración a la corona, decide vengarse.

Con esa meta podemos tanto rebanar cuellos como perdonar la vida, jugar en las sombras o aprender a blandir la espada y combinarla con la pistola. Esta dualidad se enriquece con el abanico de poderes que El Forastero nos brinda, que al combinarse entre ellos dotan a Corvo, y a nosotros controlándolo, de la capacidad de decidir cómo hacer cada tarea, cómo enfrentarse a nuestros enemigos y dedicir qué tipo de asesino queremos ser.

Dishonored Definitive Edition trae el juego original y todos sus DLC

De Dishonored destaca una ciudad muy bien diseñada. Lejos de ser los escenarios un pasillo, estos se abren al jugador y plantean distintas rutas que se interconectan, todo con la tarea de darnos a entender que Dunwall está ahí para que nosotros nos infiltremos en ella y desatemos el caos. Eso sí, si empapamos sus calles de sangre, las ratas aparecerán y lo devorarán todo.

Toda esta explicación está de más para aquellos que hayáis disfrutado de Dishonored en su momento, porque ya sabéis que el juego es excepcional. Para él llegaron varios paquetes de contenido en el que destacan dos expansiones: El Puñal de Dunwall y las Brujas de Brigmore, dos ampliaciones muy buenas que daban muchas horas de juego. Ambos estarán en Dishonored Definitive Edition, también Void Walker Arsenal y los retos en la ciudad de Dunwall.

Si no habéis jugado al original este Dishonored Definitive Edition es para vosotros

Largo, variado e inteligente, ¿qué es lo único que se le puede achacar a Dishonored? Pues un aspecto gráfico que ya de aquellas se veía un tanto oxidado. Por suerte, en su lanzamiento en el año 2012 su acabado artístico lo maquillaba hasta conseguir que ni nos diéramos cuenta, pero ahora, en pleno 2015 y en unas Playstation 4 y Xbox One, ¿se disimula tan bien en Dishonored Definitive Edition? Pues no.

Dishonored es un título importante para muchos de nosotros, por lo que creemos que su salto a la nueva generación se merecía más. Dishonored Definitive Edition llega a 1080p y a 30 fps, con un ligerísimo ajuste gráfico que sale de las versiones de PC bien configuradas. Pero los modelados se ven viejos, las expresiones toscas y muchas texturas excesivamente pobres. ¿No se merece un título con esta solera haber arreglado todos estos temas, incluido ponerlo a 60 fps, para merecerse esa etiqueta de Definitive Edition?

Dishonored Definitive Edition no añade mejoras gráficas a destacar

Y es que este Dishonored Definitive Edition no es ninguna edición definitiva, es una mera compilación de todo el contenido de un título de la anterior generación llevado a la nueva. No se ha hecho nada para que el título se entienda de Playstation 4 o de Xbox One, lo que acaba siendo negativo para el conjunto final, porque no se le hace justicia y se acaba viendo antiguo y tosco. Este es uno de esos ports que nadie ha pedido, ojalá hubieran esperado un par de años más para animarse a revitalizar el título como se merece. A nadie que ya haya disfrutado con el original se le pierde nada aquí.

Esto nos lleva a quién va dirigido este Dishonored Definitive Edition, y va precisamente a los que en su momento no disfrutaron de esta maravilla de Arkane Studios. Si por lo que sea no lo habéis jugado, compradlo y disfrutadlo, porque el título lo merece. Eso sí, tenéis que comprender en todo momento que es un videojuego de Playstation 3 y Xbox 360 que no hace el menor esfuerzo en maquillarse para parecer de actual generación.

Dishonored Definitive Edition es una edición injusta de un juego magistral. No aprovecha la capacidades las máquinas que lo acogen y no aporta nada a la experiencia original, pero por lo menos tampoco estropea el original como hizo Konami con su Silent Hill HD. Si jamás lo has disfrutado este recopilatorio es una muy buena opción, porque tanto el original como los contenidos extra merecen la pena, si ya le diste caña en su día, olvídate.