Análisis de Dragon's Dogma Dark Arisen para PC

Es posible que Dragon's Dogma Dark Arisen hubiera tenido un éxito mucho mayor de no se porque el género de la 'dark fantasy' ya tenía un campeón imbatible llamado Dark Souls. Sin embargo, eso no debería quitar méritos al juego de Capcom, compañía que lanzó esta nueva franquicia con demasiado pudor.

Han pasado ya cuatro años desde el lanzamiento de Dragon's Dogma Dark Arisen, que es una versión mejorada del Dragon's Dogma original, pero el tiempo no ha pasado para esta aventura tan extraña y original que reinventa tantas convenciones de los juegos de acción con altas dosis de RPG a la japonesa.

Dragon's Dogma Dark Arisen es un diamante en bruto

Pese a tratarse de un juego de PC, Dragon's Dogma Dark Arisen no tiene unos gráficos espectaculares. Ya en PS3 y Xbox 360 quedaba mal en comparación con muchos juegos, y aunque el salto a los 1080p, los 60fps y las texturas de mayor resolución ayudan mucho, sigue siendo un juego con un aspecto de segunda.

Por fortuna, soluciona esto aprovechando muy bien dichos gráficos de segunda: los enemigos no tendrán demasiados polígonos, pero lucen feroces; las cuevas no tendrán efectos de partícula para el polvo, pero son oscuras, perturbadoras y exponen muy bien su buen diseño. Y así con todo en este juego: feo, sí, pero con todo en su sitio.

De nuevo, la comparación con Dark Souls resulta más que conveniente, aunque una vez más, este resulta mucho más convincente en su mundo. La isla en la que se ambienta Dragon's Dogma Dark Arisen, aunque llena de enemigos y peligros, no se sale de los estándares de la fantasía oscura.

Peones que no son nada prescindibles

Donde sí innova Dragon's Dogma Dark Arisen es en su sistema de personajes secundarios. Acostumbrados al tópico del amigo de toda la vida, el aventurero solitario que se une por tu noble misión y demás figuras que copan los JRPGs de todos los tiempos, en este juego los acompañantes son peones.

Literalmente, su nombre es ese: peón. Son luchadores de todo tipo que tú mismo eliges, que vas desarrollando como a ti te conviene para complementar a la perfección a tu personaje protagonista y a los que terminarás cogiendo un cariño que te hará arriesgar la vida a menudo cuando necesiten ayuda.

Además del peón que te haces tú mismo, podrás contratar otros dos para ayudarte y que obedecen a una inteligencia artificial sorprendentemente sofisticada pero que responde siempre bien a los más sencillos comandos: ataca eso, ayuda, huyamos, etcétera. Capcom dio con una clave muy interesante y funcional aquí.

De aventuras que nunca terminan

El resto de Dragon's Dogma Dark Arisen no es menos curioso. A día de hoy, ya hemos visto cómo Monster Hunter 4 Ultimate permite que nos subamos a las criaturas para atacarlas desde aún más cerca, pero esto es algo que se sacó de la manga Dragon's Dogma mucho antes de que Capcom reciclara la idea para su niño bonito.

Sumemos a este detalle el sistema cuerpo a cuerpo tremendamente dinámico que se complementa con otro de disparo con arco funcional y veloz o, si no eres un guerrero, con unas magias espectaculares que hacen un daño ridículo y que se llevan todo por delante.

Escojas el personaje que escojas, mucho cuidado con cómo lo desarrollas. Dragon's Dogma Dark Arisen es sencillo e inteligible, pero no te lleva de la mano a la hora de crear tus personajes como la gran mayoría de RPGs a día de hoy. Algo que gustará a los puristas pero que también satisfará a los más casuales que se impliquen un mínimo.

Variedad en el combate

Con todo esto sobre la mesa, resulta difícil no pasárselo bien con Dragon's Dogma Dark Arisen. La impresionante variedad de estrategias y tácticas con las que se puede vencer hasta al más duro de los enemigos es digna de aplauso. Las hay mejores y peores, pero ahí están para ser dominadas.

Así que jugad a Dragon's Dogma Dark Arisen: tiene un montón de tesoros por descubrir (que encima, están en diferentes cofres cada vez que inicias una partida), un montón de mazmorras para abatir y enemigos tan grandes y difícils como bien diseñados y divertidos de tumbar tras montarte en ellos.

Puede resultar algo pesado y feo para PC, pero no hay motivos para asustarse por ninguno de estos problemas. Puestos a ponernos pejigueros, podría decirse que es lento por momentos, pero pese a ello, nunca deja de avanzar hacia delante y de proponer duelos y enemigos brillantes.

Dark Souls tiene ciertas ideas sobre el combate y tuerce muchas convenciones del rol y la acción. Dragon's Dogma Dark Arisen tiene sus propias ocurrencias y también retuerce los tópicos de siempre. Quizá no sea tan brillante, pero su fulgor no debería pasar desaparecibido de nuevo.