Dynasty Warriors 8 Empires Análisis - Flirteos políticos

Ya vimos revisiones de Dynasty Warriors a lo Empires con el anterior. La subserie Empires le añade una maravillosa capa de profundidad a la serie de títulos de Tecmo Koei. En Dynasty Warriors 8 Empires no todo es batallar, antes de ellos toca decidir, y mucho, a qué imperio apoyamos, si queremos hacer nuevos amigos, negociar, seleccionar armas y mucho más.

Además, le entregan una sensación de control al jugador que resulta idónea para la propuesta; al final, acabamos enzarzados en batallas contra monigotes que cargan contra nosotros liderados por un tipo que ofrece algo más de resistencia, pero todo lo que se refiere a la gestión consigue que esos combates se vuelvan más interesantes en Dynasty Warriors 8 Empires.

Qué bien le sienta la gestión política a Dynasty Warriors 8 Empires

Esto es así porque nos permiten decidir, mes a mes, qué queremos hacer: invadir, defender, asaltar países, entablar nuevas relaciones, descansar... Todo esto nos permite construir al jugador que controlamos en Dynasty Warriors 8 Empires, disfrutar de la historia de la creación o destrucción de un reino y ver cómo participamos en todo ello.

Dynasty Warriors 8 Empires nos permite tomar el papel o bien del gobernante de un reino, siempre enmarcado en ese recurrente marco de batallas chinas, o de un guerrero que acaba siendo liderado por un gobernante. Los papeles cambian sensiblemente, añadiendo más opciones de construcción, por ejemplo, si escogemos ser líder.

Y si quieres, crea a tu propio guerrero

Al iniciar Dynasty Warriors 8 Empires escogemos entre varios escenarios (hay juego para rato) que se ubican en uno de los siguientes contextos geográficos: Shu, Wu, Wi y Jin y que recuerdan a los planteamientos iniciales de un Might & Magic III: una situación concreta que desarrollar con la elección de un personaje de entre ochenta. A partir de ahí, toca decidir y saltar al campo de batalla.

En lo que se refiere a las peleas no encontramos demasiadas novedades. El grueso del título sigue siendo aporrear (y aporrear y aporrear y...) el botón cuadrado y el triángulo para eliminar las filas de enemigos que se nos quedan plantadas ante nuestros ojos, apelotonadas como gotas en un vaso de agua, y a las que de vez en cuando les da por atacar.

La base sigue inamovible. Dynasty Warriors 8 Empires va de acabar con todo

Podemos hacer uso de los ataques musou cuando cumplamos ciertas condiciones de juego, que vienen a ser ataques de zona y, como novedad, podemos emplear unas acciones especiales denominadas “estrategias”. Estás se seleccionan con el Botón R2 y se activan pulsando el botón arriba de la cruceta; curiosamente, recuerda a poseer una baraja de cartas Magic. En un momento determinado sacas una y esta realiza un efecto general sobre la partida.

Este puede ser que te mandes de vuelta a tu campamento, atacar con bombas, con arcos o lanzar un counterspell sobre las estrategias de tus rivales. Y aquí viene lo interesante, cualquier rival puede hacer uso de estas estrategias a su favor. Cualquier general de cualquier facción saca la estrategia que desea para chincharte, y deber tuyo es saber contrarrestarlas.

Pequeños añadidos al combate lo hace más entretenido

El problema general de Dynasty Warriors 8 Empires es el de siempre de todos los Dynasty Warriors. Los fans de la serie no lo verán como algo negativo, pero lo es: resulta muy difícil admirar o profundizar en el sistema de gestión, explotar bien las estrategias, los ataques musous o la elección óptima de nuestros generales y tropas si al salir al combate todo se acaba solucionando de la misma manera.

Este es el motivo por el que aquel que no disfrute de un Dynasty Warriors encontrará todo lo que se refiere a la gestión como algo farragoso y accesorio, seleccionando las opciones lo más rápido posible que le permitan pasar al combate. Los amantes de la franquicia, sin embargo, disfrutarán de navegar por sus menús y opciones; más porque les permitirán profundizar en un videojuego que comprenden que porque el propio videojuego en sí se lo exija para avanzar.

La gestión política no está adecuadamente enlazada con la jugabilidad

Técnicamente, Dynasty Warriors 8 Empires no hace uso ni de una pizca del potencial de las máqunas de actual generación. Los enemigos se apelotonan entre sí, carecen de detalle (salvo los generales), así como los escenarios y el conjunto general del juego, pero también es cierto que no sufre tirones importantes y rinde bien.

Es una pena que prestar atención a todo el tramo de gestión política, entenderlo, experimentarlo y exprimirlo, no sea una exigencia del título, más bien una manera de guiar la trama a través de los distintos capítulos. Por lo demás, sigue la estela de los anteriores, sin avanzar demasiado pero con aportaciones que se agradecen. Gustará a los que tiene que gustar, pero no convencerá al resto.